domingo, 28 de abril de 2024

EN AGOSTO NOS VEMOS O EL MILAGRO DE LA INFIDELIDAD HEREDADA / Antonio Arenas Berrío

 


EN AGOSTO NOS VEMOS O

EL MILAGRO DE LA INFIDELIDAD HEREDADA

 “Se carece de oídos para escuchar aquello a lo que no se tiene acceso desde la vivencia”

Nietzsche

 Antonio Arenas Berrío

“EN AGOSTO NOS VEMOS”. Es una “novela corta”, interesante, bella en sus relieves narrativos y tiene como personaje principal a “una mujer madura”, Ana Magdalena Bach, quien entiende que la auténtica vida, al fin descubierta en los viajes y esclarecida, es la auténtica vida, por lo tanto, lo realmente vivido está en la satisfacción de sus deseos sexuales como mujer. Ahora bien, Gabriel Garcia Marquez, como novelista y cuentista no necesita presentación alguna, él es en el decir de algunos críticos un genio de la literatura y en especial de aquello que se llamó realismo mágico. “El realismo mágico es un género literario que se basa en la realidad. Pero en el que las cosas milagrosas y mágicas pueden suceder en cualquier momento”. ¿Hay magia en la transformación de la mujer? ¿Un milagro sexual? “Novelas cortas” como: La Hojarasca, La Mala hora, El coronel no tiene quien le escriba, Del amor y otros Demonios, Crónica de una muerte anunciada y “EN AGOSTO NOS VEMOS”, dan prueba de su habilidad en el momento de contar historias. Temas como el amor, la muerte y la vida, cruzan sus ficciones y en especial la vida de sus personajes desatando una ola de asombro y magia que atrapa al lector. Los recuerdos de lo vivido, lo leído y observado son elementos básicos de esta nueva ficción. Para García Márquez, la memoria, la experiencia y la imaginación, son materiales claves en su escritura. Está “novela corta”, no va más allá de (122) páginas, (6) capítulos, un prólogo superfluo de sus hijos Rodrigo y Gonzalo García Barcha, para justificar su edición, publicándose “la novela corta” casi a los diez años de muerto su autor. Preámbulo para decir que el tema de la novela es el amor, mejor. “El amor, posiblemente el tema principal de toda su obra” y que Gabriel García Marquez, decía: “Este libro no sirve hay que destruirlo”. Se habla también de la memoria y el desvanecimiento de sus facultades mentales y creativas, que no le permitieron terminar su novela a pesar de que iba por su quinta revisión. Hay también al final (12) páginas del editor Cristóbal Pera, para volver a justificar la edición de hoy y aclarar que la obra se conocía desde el 18 de marzo año de 1999, han pasado 25 años y “la novela corta” estaba póstuma e inédita. Ya en el mayo 2003, se avizoraba la ficción y un cuento titulado: “La noche del eclipse” en la revista Cambio y el periódico el país de España. Asumimos también cuatro páginas del original, facsimilares donde se observa la revisión de la versión # 5, las correcciones del autor y la labor de la secretaria. Se puede decir que, “la novela corta” había sido depurada a ripios y el novelista no estaba satisfecho con su última versión. En las notas del editor se señala que la ficción hablaba de: “Una mujer casada que visita una isla en la que está enterrada su madre y donde encuentra el amor de su vida”, pero en realidad encuentra un amante en cada visita. “La novela corta” resalta el personaje femenino, la literatura que lee, y la música que escucha. El Bolero y Claro de luna, hablan del amor, melodía concebida por Debussy a través del poema de Paul Valery, dedicada también por Beethoven a una de sus alumnas, de quien estaba intensamente enamorado. Dicha composición musical conmueve profundamente a Ana Magdalena Bach, y le hace vibrar todo su cuerpo. La música es la fórmula que usaba Ana Magdalena Bach para proponerse una conquista cada año. “EN AGOSTO NOS VEMOS”, es una novela de personaje, además ella, es una mujer que se casa impoluta y sin conocer pretendientes, con dos hijos, su esposo la ama y ella lo ama.

Por eso creemos que en esta ficción se reivindica a la mujer, su libertad, su dignidad y el deseo femenino a pesar de sus ambiciones sexuales. El deseo femenino de buscar la alegría cada año en una relación sexual en el mes de agosto y esto lo suponemos porque qué: “Agosto era el mes de los calores y los aguaceros locos, pero ella lo entendió como una más de las penitencias que debía cumplir sin falta y siempre sola”. Tener una infidelidad periódica, en la búsqueda de un “amante ideal”. En la “novela corta” la presentación del personaje femenino es transcendental. Una mujer bella y madura que va evolucionando de los 46 a los 50 años. Se entrevé guapa, alta, de cabello indio y largo, ojos topacio, mejor dorados, una dentadura perfecta, piel melaza, senos redondos, en imaginación de un cuerpo esplendoroso, “una madre otoñal”, con una piel natural, sin rasgos de cosméticos y solo algunas arrugas en el cuello producto de los años que van pasando. Ana Magdalena Bach, una mujer culta, buena lectora y conocedora de la música y la literatura. “Se casó sin terminar la carrera de artes y letras, todavía virgen y sin novios anteriores”. Es hija de una maestra de escuela y un maestro de piano, director del conservatorio provincial, tiene un esposo que también es músico, vine de una familia de músicos, su hija tiene dieciocho años y su hijo de veintiuno es el primer chelo en la orquesta sinfónica nacional. Una mujer instruida, de carácter, temple y de buena familia. Un lector no dejará de asombrarse ante la decisiva paridad sexual entre una mujer y un hombre que propone esta ficción corta. En la civilización actual de la era digital y de la información, se supone que una mujer casada no gozará de una gran libertad sexual, frecuentando una isla y unos viajes emulando socialmente al hombre. Lo sexual es concebido por el escritor de esta ficción como una necesidad natural que se satisface libremente. Este es un legado extraordinario y se ha tornado problemático para la sociedad del presente y más si se trata de una mujer y de “la desgracia de ser mujer en un mundo de hombres”. Ana Magdalena Bach, como personaje de ficción representa un espectáculo de goce libre y un espejo de iluminación de los deseos humanos. La pasión ardiente de eros, la carnalidad moderada, brinda una síntesis de la vida amorosa de una mujer, culta, delicada y equilibrada que encuentra en los viajes y el erotismo uno de los soportes más importantes para su vida. Recordemos que, el siglo personifica el tiempo de las mujeres, pero no la igualdad de derechos y la liberalidad sexual. La novela de Gabriel Garcia Marquez, narra la duplicación y la historia de un amor desventurado, tiene como telón de fondo una reflexión sobre la infidelidad de una mujer mayor, casada con un hombre que ama y que la amaba. Tiene una hija y un hijo y es de familia de músicos. Ana Magdalena Bach, cuando empieza a viajar a la isla, tiene cuarenta y seis años, se siente viva, bella y apalea resistencia al paso del tiempo que ha de deteriorar su cuerpo y su alma. Ella siente un deseo femenino insatisfecho y apetece hacer uso de los placeres relajados cada año en los calurosos meses de agosto, mes del incremento de las temperaturas y que marca de la mitad del verano. Ana Magdalena, sabe que el amor se ha hecho distinto y una cana al aire cada año no hace daño. La novela tiene como lugar, mejor como escenario: “una isla en el caribe”, donde confluyen las playas, el turismo y la pobreza. La población local hace parte del cuadro del lugar: “Un pueblo indigente, con casas de bareque, techos de palma amarga y calles de arena ardiente frente a un mar en llamas". Un hotel viejo y menguado, una laguna interior poblada de garzas azules, pescadores negros con brazos mutilados y una aldea miserable. Este es esencialmente el relato de una mujer, creemos es hermosa, y definida como una madre resplandeciente. Una mujer de carácter, inteligente. Sabemos por la novela que era hija de una maestra, su padre un maestro de piano y director del conservatorio, tiene un hijo musico y una hija Micaela, que después de saborear los goces paganos y que su madre le grite “puta”, anhela ser Monja. “Ana Magdalena Bach, se casa virgen y sin prometidos con un hombre que la amaba. Se llamaba Doménico Amaris, un hombre de cincuenta y cuatro años, bien educado, guapo, fino, y director del Conservatorio Provincial desde hacía más de veinte años…Campeón universitario de todo: canto, natación, oratoria, tenis de mesa… ajedrecista…y Ana Magdalena se había adoptado a él, y se conocieron tanto a fondo que terminaron por parecer uno solo”. Un hombre seductor y con una coquetería devastadora con sus alumnas de música. Para Ana Madalena Bach, el matrimonio, el amor y el erotismo no le eran inexplorados. La novela cuenta la historia de una mujer que decide viajar cada año a una isla y tener un amante en el mes de agosto cuando va a visitar la tumba de su madre. Pero ¿qué ha pasado para que ella, mujer casada, refinada y culta decida ser infiel a su marido? ¿Qué ha pasado en la novela para que Ana decida tener amantes? ¿Algo ha pasado? ¿Pero qué es exactamente si la felicidad reside en el placer? Hay que acceder al goce a pesar del paso del tiempo, mejor del paso de los años. Una pretensión erótica repetida en el mes de agosto, la extensión de dos cuerpos, el de una mujer y un hombre. La repetición del placer carnal. Los viajes a la isla están asociados a la infidelidad. ¿Un lector de la ficción no se preguntará porque Ana Magdalena no es fiel?... La isla, la laguna, las garzas azules, los árboles, el ambiente, los gladiolos, la música, cementerio, la ginebra con hielo, y el calor que la perturba y la hacen ir más allá del matrimonio. ¿Cuál es el secreto que la hace reaccionar de esa manera para decidirse a tener varios amantes? Podemos decir: “EN AGOSTO NOS VEMOS”, como “novela corta”, está relacionada fundamentalmente con un secreto, con un objeto del secreto que hay que descubrir. Es la forma del secreto que permanece inaccesible y aun parece inamisible que su hija Micaela, se quiera convertir en monja, después de muchos trasnochos y varios amantes. Una infidelidad heredada. Hay posturas sexuales del cuerpo de la hija, la madre, la abuela, y del espíritu que son capas que develan el secreto en los viajes a la isla. Tanto Micaela, Ana Magdalena Bach, la abuela Micaela, están hechas de líneas de vida, es la existencia la que fluye y les da líneas de fuga hacia el goce y la promiscuidad sexual. En el matrimonio la vida se puede volver asfixiante, en las noches el cuerpo de una mujer en el calor se puede volver libertino. En la muerte de la madre de Ana Magdalena Bach la vida ya no está sino trasfigurada. Sea lo que fuere, esta novela corta nos cuenta la historia de una mujer que cada año en el mes de agosto se dispone a viajar a una isla, visitar la tumba de su madre, comienza a explorar su sexualidad y rivalizar con las incongruencias de la infidelidad. Para Ana Magdalena Bach, la pasión se ha hecho desigual, una cana al año la hora rejuvenecer, sin el amor carnal no es posible la existencia. La ficción pone en jaque la fidelidad, se cuestiona toda forma de lealtad, en la ficción hay libertad absoluta de la mujer, una libre elección incluso de la hija que desea ser monja, en contravía de su madre que no lo puede creer. Paradójicamente la madre de Ana Magdalena Bach, muerta le está señalando una regresión y una repetición a la mujer y hacer uso de sus placeres relajados sin ningún temor. El secreto consiste en que Micaela, Madre y abuela, había tenido también un amante en la isla y por eso quiso ser enterrada allí. Ana Magdalena Bach, en sus reflexiones y visitas al cementerio y ante unas flores muertas descubre el misterio: “Sólo entonces vislumbró el misterio de las tres y hasta cuatro visitas que su madre hacia a la isla cada año y su determinación de que allí la enterraran cuando se dio cuenta de que se estaba muriendo de una mala enfermedad en tierra ajena. Sólo entonces vislumbró la hija los viajes que había hecho la madre en los seis años anteriores a su muerte con la misma pasión que ella hacia los suyos. Consideraba que aquella razón de su madre podría ser la misma suya, y se sorprendió de la analogía. No se sintió triste sino animada por la revelación de que el milagro de la vida era haber continuado la de su madre muerta”.  Vale la pena leer esta “novela corta” no como una apuesta al feminismo, sino como una reflexión sobre la igualdad de derechos sexuales de la mujer. Cuando ella elige libremente hacer uso de sus placeres relajados.

antonioarebe1@hotamil.com



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