lunes, 26 de junio de 2023

LA CRISIS DEL POPULISMO / Darío Ruiz Gómez

 LA CRISIS DEL POPULISMO

Darío Ruiz Gómez

La presencia del Presidente Petro en las marchas de apoyo a sus políticas  convocada por algunas Centrales Obreras, por Fecode, por el Sena ha supuesto el presunto  regreso a las calles de una política  presidencial  enfocada a la recuperación de “las grandes masas del pueblo”  y que por su más que manipulada concurrencia   y la torpeza total en el manejo de la imagen y de la escenificación de los actos  me deprimió porque yo siempre espero que lo peor no sea tan peor. En Latinoamérica Castro tuvo asesores de imagen de extraordinario conocimiento en el manejo de la imagen del líder y de los logos propios de un Régimen que “cambiaría Todo a favor del pueblo”. Notables artistas gráficos, escenógrafos  del espacio público  le dieron significado visual a los nuevos espacios de encuentro para dar paso –como lo hizo Hitler- a un nuevo concepto del desfile político ya no la marcha espontánea sino la presencia de escuadrones donde campesinos y obreros, estudiantes, activistas  eran uniformados para ser sometidos al llamado de la revolución lográndose el objetivo de convertir al pueblo en una  masa sumisa. ¿Cómo en una democracia donde se educa para la libertad individual que nos da el conocimiento se permite la aberración de que el Sena ponga a marchar a profesores y alumnos, empleados amenazándolos de despido de no asistir a la convocatoria del Presidente Petro? Lo de Fecode es hacer ya explícito que maestros y maestras de todo el país sometidos a su dictadura marcharán de ahora en adelante y abiertamente en defensa de los dogmas de “salvación nacional”, esto sí, el Fascismo en marcha.  Pero ante esta casi ingenuo planteamiento  de marcha popular lo que llama la atención es por parte del Presidente su insistencia en una retórica populista desfasada ya que conceptos como pueblo o masa, como reconquistar las calles es algo que la realidad, lo repito,  se ha encargado de desacreditar  en el ejercicio público de la política de gobierno. El sonido falló una y otra vez y el trabajo de las cámaras no existió dando al evento un aire de lastimoso anacronismo con una tarima ocupada por personajes de guiñol pueblerino,  un Ministro de Salud de bata blanca. Y hay un elemento que en el orador populista es fundamental y del cual palpablemente carece  Petro,  el carisma del verdadero  líder  ya que  en una sociedad democrática dominada por la imagen visual, por el dominio de lo digital, la presencia de los Mesías  esperados por sus pueblos oprimidos para ser rescatados de la ignominia de la esclavitud  naturalmente  ya no se pueden dar  y la racionalidad de la democracia exige un nuevo tipo de liderazgo, otro discurso tal como lo he venido repitiendo. ¿Dónde están, vuelvo a repetir, sus asesores?

¿No fue esta torpeza  la que llevó a Castillo a creer que  aún era  un Mesías llegado de las alturas del Machu Pichu  y a intentar dar un golpe de Estado ante las cámaras de t.v.? ¿Qué representa hoy Evo Morales un  vulgar terrorista en medio de la honda crisis social que lleva a que sus “masas populares” se le enfrenten hoy? Como lo señalé desde un principio la crisis desatada por las grabaciones de Benedetti ponen de presente lo que detrás de telones se esconde bajo los desalmados juegos de personajillos  ambiciosos. Sofismas de distracción frente a un país abandonado a la inseguridad, al atropello de los grupos al margen de la ley y cuyo objetivo es el de no permitir que se hagan unas elecciones libres.

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