domingo, 28 de febrero de 2021

FRASEOLOGÍAS DESGASTADAS / Darío Ruiz Gómez

 


FRASEOLOGÍAS  DESGASTADAS

Darío Ruiz Gómez

El Ministro venezolano de Defensa ante los documentos que una vez más comprueban la complicidad  del régimen de Maduro con las FARC y las llamadas Disidencias, con el ELN convertido en autoridad en algunos Estados,  ha respondido olímpicamente que  éstos no son más que “unos falsos positivos” Ya había notado yo este equívoco  semántico en la respuesta que un supuesto campesino  dio al investigador de un noticiero bogotano de t.v.  encargado de demostrar que el Gobierno está  mintiendo sobre la cantidad  del número de  hectáreas erradicadas  de coca:” “Aquí tiene –cito de memoria- lo que son unos nuevos  falsos  positivos del Gobierno”  El otro testigo era un  ONG   quien  finalmente para nada corroboró lo que, supuestamente,  esa “rigurosa investigación  había puesto  al descubierto”.   El Director de este noticiero  es un virtuoso en fabricar  fake news no en aportar argumentos críticos.  Como un ser civilizado he condenado siempre  la  despreciable  deformación  de la llamada disciplina  militar, las salvajadas cometidas por  algunos  militares  abandonados en la selva y por esto condené en su momento  el asesinato   de los  muchachos de Soacha, de campesinos asesinados al ser falsamente imputados de “guerrilleros”  Pero la  exacerbada  manipulación  política  de estos delitos  por parte del inmenso aparato publicitario de las FARC inflando el número de víctimas, convirtiendo lo que fue la irresponsabilidad de unos pocos oficiales  en un delito atribuible  solamente  al Ejército y la Policía,  propagando  noticias  falsas,  tal como lo están  haciendo  en estos momentos;  no solo falsea la verdad sino que  utiliza la desinformación    para que olvidemos el escándalo  mundial  que  supone  la bofetada de los 32.00 secuestros, el incesante  reclutamiento de niños,  el asesinato de líderes sociales  e indígenas,  las  “Operación  pistola” .

El Colectivo de Abogados José Alvear  Restrepo sobre quienes he escrito en muchas ocasiones a lo largo de estas últimas décadas, no ocultó nunca su cercanía a las FARC  bajo la estrategia –como me lo señaló entonces Jaime Jaramillo Panesso, de intentar  quebrar  económicamente  al Estado demandándole  continuamente  por  delitos  que nunca se habían cometido,  y hoy, no ha sido condenado  aún por haber inflado el número de víctimas de la matanza de Mapiripán.  ¿No es “Solidaridad con los Presos Políticos” otro colectivo al servicio de las FARC y que en el caso del cementerio de Dabeiba y la hacienda El Palmar infló desmesuradamente el número de víctimas de  los “falsos positivos”? Lo llamaría técnica de Katyn,  las fosas comunes donde los soviéticos  enterraron  a mas de 20.000 sacerdotes, intelectuales, dirigentes católicos de Polonia y atribuyeron la matanza  a los nazis hasta que casi cincuenta años después se descubrió la patraña de los comunistas soviéticos. Vean una y otra vez el memorable film de Andrei Wadja sobre esta atrocidad o  pongan a Ramelli a buscar las fosas comunes que dejó el  sanguinario  Noveno Frente de las FARC en la autopista Medellín-Bogotá y el Oriente antioqueño.  ¿Cuántos falsos positivos dejaron las FARC y el ELN en Urabá? Pero la JEP al igual que nuestras Cortes de Justicia y al igual que la llamada Oposición se ha encontrado  con algo inesperado  y que la pandemia  a sacado a flote:  la  total  ausencia  en  su  jerga  político - jurídica  del lenguaje  propio de la democracia, ajeno a su activismo  e imposible de adquirir   por quienes han vivido en las  falsedades  de las consignas  totalitaristas . Ya lo señaló clarividentemente George Orwell:” La relación entre los hábitos del pensamiento totalitario y la corrupción de la lengua constituyen una cuestión de importancia que no ha sido suficientemente estudiada” ¿No tuvo la oportunidad de hacerse demócrata Jorge Enrique Robledo? ¿Cómo podrían darnos lecciones de democracia Aída Avella o Jaime Caycedo? ¿Cuáles son las virtudes de ciudadano democrático que respaldan al acusado de violación de menores, del delito de secuestro, Lozada, para demandar a Darío Acevedo por haber hecha pública la lista de víctimas del llamado conflicto armado, una lista que Lozada y la JEP nunca han difundido como parte del reconocimiento de los alcances de esta violencia “revolucionaria”? ¿Por qué la JEP se negó a aceptar ese colosal archivo de la barbarie de las FARC  que les ofreció una y otra vez el para siempre recordado  Herbin Hoyos, y que  tendrá que dar a conocer  al mundo  la Corte Penal Internacional?  ¿Se imaginan ustedes al criminal demente Beria, jefe de los servicios secretos de Stalin, solicitando  a sus jueces que se ignore  la cifra de 20.000.000 de ciudadanos ejecutados  por  las  fuerzas de represión estalinista?  A los responsables de estas fábricas de falsedades contra la verdad  es, en primera instancia,  a quienes  la justicia y la opinión pública deberían  llevar ante  la   justicia universal.

 

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