martes, 31 de octubre de 2017

Fernando Trueba en Medellín / Víctor Gaviria/ Andrés Upegui/ Teatro Lido (3)


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Fernando Trueba en Medellín / Víctor Gaviria/ Andrés Upegui/ Teatro Lido (3)

Víctor Bustamante

Viernes en la tarde, 20 de octubre, la cita es a las cuatro de la tarde. Al escenario del Teatro Lido. Llegan Fernando Trueba, Víctor Gaviria y Andrés Upegui. El motivo: conversar sobre un libro del director español, Mi diccionario de cine. Pero, ¿de qué trata Mi diccionario de cine? Por supuesto que de cine, pero con un acicate, la perspectiva tan personal de Trueba sobre algunos directores que hemos considerado inamovibles en el panteón cinematográfico. Uno de ellos el más golpeado por su fachada de gran director, Godard, a quien no le guarda ninguna contemplación al desbaratarle la aureola que ha mantenido a través de los años, al considerarlo un intelectual de relumbrón y mal lector, y un genio ocasional.

Su dureza con Griffith, Disney, Orson Welles contrasta con su pasión por Howard Haws, Truffau, Billy Wilder, Hitchcock, Berlanga, Allen, entre otros. Pero este libro, es, en síntesis, un libro de amor al cine, donde su autor refiere sus gustos, sus pasiones, sus fobias, y así mismo esclarece como algunos de los llamados clásicos del cine no dejan de ser más que la aceptación de la pereza en revisar por muchos críticos este canon, donde hay algunos directores y películas que han sido valoradas pero que el tiempo desdora.

En la charla de hoy Trueba nos ha llevado por las escenas de algunas películas en las que él sabe que ha descubierto momentos memorables que le han dejado su impronta. Una de ellas, la entrada a Roma por Fellini, otra un fragmento de una película de Tarkovski, otra en una película de Godard. Así nos va llevando de su mano  a esos terrenos que son su antología personal. Y no es para menos,  en esta conversación, la más personal de todas, Trueba comparte su verdadera afición por el cine, de esos tesoros que se le han quedado en su memoria y ahora comparte. Eso es matizándolos con anécdotas que le dan lustre y brillo a su charla.

Creo, sin lugar a dudas, que el acontecimiento del año, en cuánto a cine se refiere, ha sido la visita de este exquisito director español que ha destilado amabilidad, contagio por este arte, y así mismo al ver en La Reina España, ese retrato que le hace a John Ford, el gran director, por quien se desvive en decir, en su libro, que es un poeta del cine, pero que aquí lo dispone a mantenerse dormido y medio perdido durante la filmación de este film, que es así mismo un homenaje de Trueba al cine, cine dentro del cine, con su toque caustico en algunos personajes.

Irreverente, Trueba se entrega al público en este seminario, porque fue un seminario de cine, así como lo hace en sus películas. Y no era para menos.

A la Cinemateca Municipal de Medellín, a su director Víctor Gaviria que ojalá no se extravié en los zaguanes de la burocracia, nos resta agradecerle por haber compartido la presencia del director español, así como a al ITM, a Juan Diego Parra, a Andrés Upequi, sus compañeros en las diversas charlas de cine.


3 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy buen resumen, que sirve de abrebocas al universo amplio y generoso de Nando.

Alejita dijo...

Victor felicitaciones no deberias alejarte tanto del cine..

Gajaka IV dijo...

Trueba en Medellín, el ojo estravico