Eufrasio Guzmán y Luis Hernando Vargas
Prosas de José Manuel Arango
Luis Hernando Vargas -editor-
Instituto Caro y Cuervo
La pasión ha llevado
a Luis Hernando Vargas a perseguir por muchas páginas, de archivos, revistas y periódicos
al escritor. En este caso al poeta, a través de las huellas que han dejado sus amigos,
es decir las aproximaciones a su poesía. Cada uno de ellos ha escrito algo que ha
dejado como una impronta, ya sea, cuál fue la causa por la cual llegó a la poesía
de José Manuel. Ya sea su impresión y algo que queda velado y que muchas veces
no se admite de una manera total: qué percibió del ser, de ese ser que fue José
Manuel, lejos del ruido de lo que no debería ser un escritor. Porque en ese sentido José Manuel nos dio una lección
dignidad.
En esta
recopilación, además, está ese terreno poco reconocido del poeta: sus prosas. Uno
siempre se pregunta la razón por la cual JMA, escribió poca prosa y se volcó por
entero a pulir sus poesías. Las respuestas son varias, una de ellas podría ser que
se sentía más poeta que otra cosa, y a lo mejor, las notas sobre algunos
escritores, unos cuentos, y algunas reflexiones lo llevaron a dejar de lado el
terreno de su reflexión y la narrativa posible. A lo mejor no se sentía bien en
esos terrenos o, a lo mejor, algunas exhortaciones y especulaciones se volcarían
en la falta de tiempo porque la poesía sale de inmediato, es un fulgor, y la
prosa es algo de más disciplina de más persuasión, de más intensidad y largo
aliento.
También en Prosas aparecen algunas traducciones de
JMA, y algunos cuentos casi olvidados, pero que la persistencia de Luis Hernando
las ha traído de nuevo al presente.
Lo que si es
cierto es que en este valioso material, se recrea el ámbito del poeta,
atravesado por la presencia de quienes lo conocieron. Además una buena lectura
de esta indagación nos lleva de una manera cronológica acerca de las dudas, acerca
de los caminos creativos del poeta en la elaboración de su corpus peculiar, es
decir, desde las huellas iniciales hasta la presencia del poeta maduro, en su máxima
expresión creadora. Prosas nos instala
los caminos apasionados que poco a poco cristalizaron una obra.
En ese
sentido, Prosas de Luis Hernando
Vargas, editado por el Instituto Caro y Cuervo, establece de una manera total,
lo que es el trasegar de la obra del poeta.
Siempre estamos
acostumbrados a esta labor de averiguación, de búsqueda, de insistir sobre
escritores que hace tiempo murieron. Es como si el olvido de algunas generaciones
fuera necesario para reestablecer el orden de la vida, de la creación de un escritor.
Mas en Colombia donde los olvidos sobe nuestros escritores son generalizados a
no ser los de la misma antología de siempre, es decir, aquellos sobre los cuales se escribe hasta la saciedad
que se vuelven invisibles porque ya sabemos todo de ellos.
JMA murió hace
poco, en su máximo esplendor creativo. Siempre me he preguntado qué rutas
hubiera tomado su poesía, sus reflexiones. Pero el tiempo no tiene medidas y la
muerte asoma detrás del hombro a cada momento.
En la escritura
de este valioso libro hemos aprendido una lección, al realizarlo su autor ha
sido contemporáneo, es decir, no ha dejado que la huella del poeta tanto en su
prosa como en sus reflexiones, y sobre todo, el ámbito su hábito poético se
olvidara unos años más.
Presencia y un
trasegar, caminos y hallazgos. Aquí en este libro, Prosas, está presente José Manuel Arango
.
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