sábado, 1 de diciembre de 2012

Flor María Bouhot

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Flor María Bouhot

Víctor Bustamante

La primera noticia que tuve sobre Flor María Bouhot, fueron unas pinturas suyas aparecidas en El Mundo. Eran pinturas con mujeres eróticas, sensuales pintadas con colores muy vivos y labios rojos. Desee conocerla pero ya sabemos que hay fronteras, entre la poesía, y la pintura que son muchas veces, por fortuna, franqueables. Me explico si bien nuestra materia son diferentes, las palabras que llevan a imaginar. Sus colores, sus trazos llevan a ver su energía creativa. Nunca la vi en fotografías, pero luego supe que vivía en Bogotá. Más tarde continué encontrándome pinturas suyas sobre el Carnaval de Barranquilla como si desde allá, desde la lejanía, sin conocernos, se estableciera una presencia a través de su arte.

Vuelvo a su pintura: ya he mencionado su energía visible en sus trazos, la apertura de otro tipo de belleza notorio en esos rostros y esos cuerpos que de una vez impactan, ninfas, ninfulas que enseñan su erotismo de una manera tan pura que no queda más que desearlas también, en complicidad con la pintora que nos ha descubierto su mundo. Y una palabra que ella menciona en esta conversación: los colores. Y es ahí donde reside esa materia suya . por supuesto afín a cada pintor, malear los colores, mezclarlos, darles su tono preferido para de una vez decirnos: he ahí algo que salió de mi imaginación: uno de sus creaciones. Flor María abre, explora otros temas, de ahí su interés que nos llama para decir, yo estoy aquí dentro de las pintoras del país.

Hay frases que hacen carrera entre los artistas, que se vuelven puro cliché, ante quien todo lo duda. Una de ellas: lo importante de un artista, es su obra no su persona. Por fortuna son solo frases de un amaneramiento nunca exquisito. Es mas, Flor María, la menciona aquí. Pero ante quién admiramos una obra, digo que siempre queremos preguntar algo sobre su arte y sentir que aquí hay alguien con quien el diálogo y nuestra vehemencia no debería ser dejado de lado. Una artista es alguien que tiene mucho que decir, por mucho que lo intente en sus cuadros queda algo por decir, y por esa razón aquí aparece una Flor María Indita para mii, la que yo quería conocer: talentosa, tierna y con una meta muy definida: ser artista desde su adolescencia.

Cuando leo un poema, una buena novela, veo una película escucho alguna canción, y en este caso, veo una pintura que me saca de contexto, es decir me agrede de una manera hermosa, deseo conocer a quien la elaboró. Por esa razón desde hace muchos años quise conocer a Flor María.

Por esa razón alguna vez, el Hamaquero me habló de ella y de inmediato le dije que le hiciéramos algo. No sabia que ella había recalado en México, destino de tantos grandes artistas colombianos. Y henos aquí un 21 de noviembre en presencia de la pintora, Flor María Bouhot, en toda su bonhomía

Flor María es sin duda una de las grandes pintoras del país, y lo más raro es la razón por la cual ella está algo oculta en estos días. No sé si se deba a su estadía en México, porque su pintura aun resplsndece con sus colores, su sensualidad, -no la misma-, la de esos colores intensos que  nos dicen que aquí en esta tierra de grandes pintoras aun persiste ella donde es perenne una búsqueda muy peculiar el tono de ser siempre ella misma.

 

5 comentarios:

Lili dijo...

Victor siempre nos sorprendes con tus trabajos sobre artitas, Felicitaciones a ti y a esa gran pntora qeu es Flor Maria.

KIKE dijo...

fLORCITA ERES UNA HERMOSA. tE QUEROS EN LA u DE a TUS ALUMNOS

kiko dijo...

Con es buen trabajo sobre la artita, Flor Victor demuestra que es buen periodita

Margarita Acevedo dijo...

Muy interesante esta converaicon. Aunue apenas conozco a la señora. ya he visto unas pintu
ras suyas muy novedoas.

Imago dijo...

Su extensa obra le ha valido reconocimiento como pintora y grabadora, sobre todo enel acercamiento colorista expresivo que da a sus temas preferidos: el erotismo y las manifestaciones de la cultura popular. Mediante la experimentación y el riesgo en el uso de colores fuertes que despliega en áreas extensas, y que contrapone en el vibrante efecto de los complementarios, Bouhot logra crear imágenes en las que el dibujo constituye la estructura de soporte evidente y sobre el cual el color se convierte en el protagonista de las escenas exaltadas de los vendedores de frutas de las calles de Medellín, de rumberos del carnaval de Barranquilla, de los encuentros íntimos y eróticos de los enamorados, o simplemente de los desnudos y retratos de personas con las que se cruza en su vida.