LA IZQUIERDA
DESUNIDA
Darío Ruiz Gómez
“Izquierda Unida”
supuso en 1986 la fusión del Partido Comunista de España con un sinfín de agrupaciones de troskistas,
maoístas, regionalistas, en realidad una mezcolanza de grupúsculos y sectas. A Julio Anguita la versión de un místico materialista se le
atribuyó el poder de unificar a estos grupúsculos bajo una sola consigna. Pero algunos sectores se fueron alejando y sólo el caso de la expulsión de Gastón
Llamazares sucesor de Anguita llevó a que
éste denunciara el totalitarismo que imperaba en Izquierda Unida al señalar
que discrepar en este
Partido no lleva al diálogo sino a la
purga. Perdiendo protagonismo con la aparición de “Podemos” y su bolivarianismo
su último director Alberto Garzón acaba de entregar a Pablo Iglesias quien lo ungió como Ministro de Consumo, los
restos de este naufragio. El Partido Comunista italiano desapareció cuando
Berlinguer consideró que las razones históricas que lo fundamentaron ya no
existían. Esto mismo sucedió en Francia en el momento en que la clase
trabajadora desapareció convertida por la industria y sus altos salarios en una
clase pequeño burguesa a la cual la “lucha proletaria” ya no le interesaba. Ahora Jorge Robledo acaba de anunciar que con
un grupo de amigos(as) ha creado un nuevo Partido que supuestamente
se separa de las directrices del “Polo Democrático” – y debo pensar que
también del “Verde”- y busca unas
políticas de Centro, como esclarece Jorge Gómez, sin temor a ser tildados de “derechas” por sus
antiguos conmilitones. Para Robledo a quien llegué a conocer cuando éramos
profesores de la Universidad Nacional lo de fundar un Partido no parece tan
fácil y sobre todo tan claro ya que a
medida que nuestra justicia, desde una perspectiva universal de la cual
carecía, va
esclareciendo la verdad sobre las FARC por voz directa de sus víctimas
, e igualmente se descubre lo que supone aún la
violencia “revolucionaria” como disfraz de un gran negocio criminal en su
asociación con el narcotráfico, hay que decir que plácidamente
sentado durante décadas en el
Congreso fuera de denuncias sin fondo, Robledo nunca se manifestó en contra de estas
atrocidades . Hace dos años en un artículo le preguntaba yo si existía la
posibilidad de que se diese una izquierda democrática pero Robledo continuó más
unido que nunca a la sombra de ese ícono de la maldad, como llaman las gentes a
Iván Cepeda. ¿De qué se separa Robledo por lo tanto? ¿Dejar a Stalin para volver a Mao? ¿Dónde
están sus propuestas y
reivindicaciones de los cafeteros pobres, de los campesinos, un
estudio de los problemas urbanos? ¿Buscar la Presidencia electoreramente
desconociendo al país nacional?
Quien calla otorga
ya que la indiferencia como señala Zygmunt
Bauman, termina por convertirse en complicidad con los criminales.
¿Representación de FECODE cuando las pruebas Pisa dejan
a nuestra educación pública en el último
lugar en el mundo y se ha
demostrado que los estudiantes(as) solamente asistieron durante los últimos años a la tercera parte de
los días de estudio porque el profesorado ha andado en Paros? ¿A quiénes representaría entonces este Partido
“Frankestein” ? ¿Voltear así, impunemente las páginas de
horror que hemos vivido? .P.D. Otra payasada más: Lozada el asesino confeso y
De Roux el gratuito perdonador, rindiéndole “un homenaje” a Jesús Antonio Bejarano .
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