lunes, 23 de marzo de 2015

28. Medellín: Deterioro y abandono de su Patrimonio Histórico: El Camino del Virrey

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28. Medellín: Deterioro y abandono de su Patrimonio Histórico: El Camino del Virrey


La pavimentación del Camino del Virrey


Víctor Bustamante

Lo bueno de Colombia, es que hay leyes para todo, como en botica, mejor como las pócimas de los culebreros que venden una suerte de panacea que solo le funciona a ellos. Después de la rueda que le hacen los curiosos en los parques de cada pueblo visitado, el culebrero se marcha con la ganancia de sus pócimas, y así los compradores embelesados, se dan cuenta por enésima vez que han sido timados. Lo malo en Colombia es que así son sus leyes, se publican en el Diario Oficial para que se promulguen y se cumplan, y en realidad pasan a ser letra muerta.

Todo lo anterior para proseguir con el incumplimiento de parte de los ciudadanos y de los administradores de la cosa pública que se pasan por encima todo tipo de normatividad sobre el tema de Patrimonio.

Dice la Constitución Colombiana: “Son deberes de la persona y del ciudadano: 8. Proteger los recursos culturales y naturales del país y velar por la conservación de un ambiente sano.

Corresponde a los concejos: 9. Dictar las normas necesarias para el control, la preservación y defensa del patrimonio ecológico y cultural del municipio”.
Y el Concejo de Medellín en  el Acuerdo municipal N. 23 del 2009 reglamenta este tema.

La pomposa y demoledora ciudad de Medellín, de la cual San Sebastián de Palmitas es uno de sus corregimientos, que ha sido relegado en este tema de patrimonio, ya sabemos que anda muy enfebrecida adecuándose con la galanura, los afeites, las cirugías plásticas, sus costosos vestidos elaborados por extranjeros para exhibirse internacionalmente a sus exóticos preferidos: quiere ser igual a ellos en finura y apariencia, es decir, para mostrarse al  mundo, para invitar a congresos, para mantener activa su agenda cultural. Es la Medellín de la frivolidad, la del jet set.

Pero es obvio, la destrucción del Camino del Virrey en Palmitas, no da publicidad, no es un tema que convoque, que permita una rueda de negocios. En este sentido se pueden dilapidar altas sumas de dinero en mostrar la ciudad, porque si hay funcionarios que no aman su centro histórico ni lo conocen, menos van a saber que existe Palmitas, su corregimiento más rural, por donde pasa el antes vital Camino del Virrey, ahora poco a poco convertido en una ruina de nuestra indiferencia y perversidad. Y eso que existen disposiciones del Concejo de la ciudad para resguardar este patrimonio cultural. También, como cosa rara, Colombia participó hace poco en un encuentro internacional sobre el tema. Obvio los funcionarios fueron a pasear. Ahí sí la legislación colombiana sobre el tema prosigue en ser letra muerta.

El Camino del Virrey era la antigua vía de comunicación hacia el occidente , y ha tenido diversos nombres: Camino Viejo, Camino del Gobierno. Camino Real. Por esta vía transitaban los comerciantes, viajeros y arrieros  rumbo a Medellín desde Santa Fe de Antioquia. Toda la historia que posee este camino es algo inenarrable en unas pocas líneas, podríamos decir que sin este camino hubiera ido imposible la comunicación de Medellín con esta zona. Por este camino transitó la Madre Laura rumbo a Dabeiba para trabajar con los indígenas Emberá-Katios, y además Jorge Isaacs furioso lo recorrió en 1861, y además escribió:

 De Antioquia a Medellín

"Al fin te diviso,/ hermosa ciudad,/ respiro tus aires/ que vida me dan,/ la vega contemplo/ que moja al pasar,/ la onda revuelta/ del manso Aburrá./ Morir es dejarte/ no vuelvo a viajar".

"Penoso recuerdo/ me sigue tenaz. / ¡Qué sol! ¡Qué camino!/ ¡Qué mula! ¡Qué afán!/ ¡Calor del infierno!/ Me voy a asfixiar; / el brandy envenena/ y el agua hace mal./ Me muero, me ahogo:/ ¡qué insano es viajar!

"Jerónimo horrible/ (te niego hasta el san)/ tus llanos son crueles/ tu pueblo infernal. / De ti fatigado/ llegué a Sopetrán, / al Cauca, jadeante,/ a Antioquia, mortal:/ ¡y vi tantos? vaya!/ ¡qué malo es viajar!"

"Critiquen palurdos/ la vida oriental; / me place, tendido/ sobre ancho sofá/ dormir una siesta/ después de fumar; / me placen las flores,/ la mesa, la paz;/ todo lo que brinda/ voluptuosidad./ Con tales instintos,/ ¿se puede viajar?"

"No dejes, bagaje,/ tu suave compás:/ galopa, galopa?/Llegamos a Aná./ Las cuestas cesaron,/ cesó el pedregal./ ¡Bendita alameda!/ Juro por San Blas/ que en mula y por lomas/ no vuelvo a viajar".

En la fracción que nos corresponde, en Palmitas, a este camino se le conoce con el nombre de Camino Viejo, Camino del Matadero, prolongación del Camino del Virrey, Camino de la Aldea. Añade Carlos Valle: “La Aldea es un pequeño poblado de importancia hacia el año 1800, desde allí la gente subía hacia el Alto de Boquerón, es incluso el camino por donde transitaban desde Ebéjico hacia Medellín. Este tramo de camino viene siendo intervenido desde hace unos seis años, habilitándolo para paso de motos, su intervención ha sido de tal manera que se puede incluso andar en bestia, pero en un nuevo contrato esta modalidad se pierde, el camino posee una alta inclinación que ni para las motos sirve. En el corregimiento de San Sebastián de Palmitas existen muchos arrieros, además, es el corregimiento más rural de la ciudad. Estos arrieros transitaban por este camino para salir de La Aldea hacia el Corregimiento, pero desde hace seis años con lo duro que quedó intervenido un tramo de piedra y cemento en un recorrido de veinticinco minutos por la calle como se le conoce; este recorrido se realiza en cuarenta y cinco minutos por los rieles y cuando la carga es muy pesada dos horas y media por la carretera; cabe destacar que en otra intervención de hace unos quince años cuando empalmaron la vía con la nueva carretera al mar la salida quedó con piedra pero las piedras son inclinadas, por lo tanto la salida es peligrosa”.

Desde el año 2000 el camino lo han estado destruyendo. El Tiempo (2002 de agosto del 20) dice: “Los tramos empedrados están localizados entre los kilómetros 17 y 18 de la conexión vial proyectada, en las veredas la Aldea y la Volcana. Tienen una extensión aproximada de 1.234 metros, de los cuales 374 metros desaparecerán”.

Además, para entretener y desmovilizar a los pobladores, realizaron talleres de sensibilidad de lo que ya saben: cuidar el bosque, y han inventariado la fauna y la flora una miríada de etnólogos, antropólogos,  que después del contrato nunca volverán, porque irán otro lugar a seguir “sensibilizando” a las personas para que acepten la destrucción de su entorno.

En este mar de contradicciones, que son los proyectos que se escriben,  en la página web: WWW antioquia.gov.co., una nota añade: “Rutas camineras del departamento de Antioquia, entre ellas se encuentra El Camino del Virrey", y prosigue “Este proyecto busca generar apropiación del territorio entregando las rutas debidamente mapificadas y señaladas, y se articula al plan de acción de la mesa de turismo de Naturaleza Medellín- Antioquia y al Sistema Departamental de áreas protegidas”.

Y en otro lugar añade: Tabla N. 4. “Diseño de rutas camineras articuladas a las áreas protegidas públicas y los ecosistemas estratégicos, con la producción y publicación de una guía ilustrada de las mismas”.

“Camino con más de 300 años de historia y por el cual transitaron indígenas, colonizadores y arrieros dada su importancia geográfica, pues comunicaba la ciudad madre Santa Fe de Antioquia antes capital del departamento de Antioquia con lo que hoy es Medellín y el sur del país. Luego que el Congreso el 17 de abril de 1826 decreta el traslado de la capital de Antioquia a Medellín, el Camino del Virrey pasó a de ser un camino de tránsito de impuestos a un camino de arrieros y viajeros”.

En la actualidad la JAL de Palmitas, -no sé si habrá corregidora-, continúa la pavimentación del Camino del Virrey, dentro de ese absurdo de los gobernantes y la estolidez de los organismos de control, de los interventores.

Pretendemos ser modernos pero olvidamos nuestro origen. Sin ese camino la riqueza, el comercio y progreso de Medellín llegado del occidente no hubiera sido posible.

Medellín es avara en este sentido, y contradictoria, celebra los Mitos y las Leyendas, celebra la Fiesta de las Flores con silletas a bordo traídas de Santa Elena, celebra El Día de la Antioqueñidad, para dar un sinónimo de falsa presencia, porque en verdad, en los otros hechos, fuera de las celebraciones, no solo destruye la ciudad en su interior sino que sus recursos arqueológicos, su riqueza histórica, cada día la vuelven una ciudad común y corriente sin su herencia cultural. Medellín posee cuatrocientos años, y no puede seguir esquilmando su tesoro: su historia, así poco a poco la degraden.

la destrucción del Camino del Virrey es otro golpe bajo a nuestra historia.



8 comentarios:

Unknown dijo...

Excelente investigación Victor, el texto de Jorge Isaac super. Felicitaciones a tí, porque a otros imposible...

Carlos A Valle

Pacho dijo...

Sigan eligiendo ese tipo de malos políticos . Ahí ven el resultado: todo por debajo.

Cementos a la orden dijo...

Que berraquera que ciudad tan innovadora pavimentando la historia

Luis Guillermo Peña Restrepo dijo...

No puedes borrar los camininos de los suelos de tu tierra, ni de las neuronas de tu memoria , porque te quedas sin por donde desandar tu pasado, recorrer tu presente y vislumbrar tu futuro.

Luis Guillermo Peña Restrepo dijo...

Sin caminos para recuerdo.

Capítulo Antioquia ACH dijo...

Felicitaciones a Víctor por su investigación y la pasión que le pone al cumplimiento de su misión relacionada con la defensa del patrimonio... ¡Ojalá este tipo de trabajos, así como las denuncias y críticas que encierra, no 'mueran' en los oídos sordos de los políticos!

Diego A. Bernal B.
Vocal
Capítulo Antioquia
Asociación Colombiana de Historiadores

VIGÍAS LOS ROBLEDALES dijo...

Artículo valioso para proteger un patrimonio invaluable, de la sociedad antioqueña. Apoyaremos en todo lo posible, desde lo jurídico y patrimonial para su salvaguardia.

VIGÍAS LOS ROBLEDALES dijo...

Apoyaremos desde lo jurídico y patrimonial, la salvaguardia de esta valioso patrimonio de la sociedad antioqueña. Es indispensable generar un cambio de mentalidad para la gestión del patrimonio, en el Municipio de Medellín.