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Gustavo Álvarez Gardeazábal en Medellín
Víctor
Bustamante
Siempre
Gustavo Álvarez Gardeazábal ha sido un interrogante en el país, desde la irrupción
de sus relatos reunidos en Cuentos del Parque
Boyacá hasta su última novela La misa
ha terminado, donde siempre mantiene intacta esa presencia de Tuluá, pero
sobre todo esa fe en la literatura en ese país donde el marketing bogotano impone
cada cuatro meses a ciertos escritorcillos como el secreto mejor guardado de la
literatura colombiana.
En
estos últimos días se le ha hecho mucha difusión a Álvarez Gardeazábal. Mucha actividad
extra literaria alrededor de él sobre un tema que ya todos conocemos: la pederastia
en la iglesia. Algunos la han tomado como un ajuste de cuentas contra esta institución
cuando se debería mirar al menos como una constatación de lo que ya se sabe, y
que ya no causa escándalo en un momento de apertura sexual en todos los
niveles. Siempre he creído que el análisis sobre esta última obra debería ser mirado
desde una óptica diferente y valorar a Gustavo Álvarez como la presencia de ese
escritor que siempre ha estado ahí, que siempre ha sido un lector de escritores
que nunca nadie reseñaría, y han olvidado ese carácter valioso de él en persistir
en la escritura en el país que lee medio libro al año. Y saber cómo este libro transita,
sierra o abre caminos de su narrativa.
A
veces él mismo busca otros recovecos. Uno de ellos, la política siguiendo ese
antiguo camino transitado desde los presidentes gramáticos como Núñez, Caro y Suárez,
los Lleras, antes de ese oficio de la política perder ese estatus que lo unía a
la literatura y ahora quedar siempre en personajes que se la pasan sumidos en
la farándula de los proyectos y de la alegoría del buen gobierno como caramelo.
Me refiero a políticos de izquierda y derecha que solo los diferencia el vaivén
del momento en esa risa presente que es el vaivén político de un país que no
sale de ese astro estéril cada día.
A
Álvarez Gardeazábal le tocó otro mundo, no el de la que podríamos llamar Ilustración
colombiana vía del buen hablar, y del buen escribir, que es la lógica del complejo
de inferioridad del siglo donde Isaacs fue dejado de lado como un apestado, sino
que ahora vive en mundo peor, la de un escritor inmerso en ese barullo de la ambición
personal al ser agredido a codazos como
es la política en Colombia, como cuando llegó a ser gobernador del Valle hasta que
los puntapiés y los codazos de la falsa moral lo sustrajeron de ese camino
donde no sabríamos hasta donde hubiera llegado.
A
estos círculos llegó Gustavo Álvarez Gardeazábal con un discurso nuevo, pero el
establecimiento solapado colombiano no podía permitir que personajes de esa valía
llegaran ahí. Pero bien la condena, su ostracismo, nunca lograron callarlo y
ahora lo escuchamos en la tarde dilapidando su talento de escritor ahí, como
antes he comentado ante personajes de una estolidez inmemorial, Risa Loca uno
de ellos, en el llamado programa de mayor rating nacional. De todas maneras recuperamos
que un escritor haya llegado hasta ahí para decir, hasta donde se permite que
diga ciertas verdades de ese país raptado por los veinte mil servidores públicos
entre comillas y esa democracia de pandereta que vivimos.
Ese
es el no es el último camino de Gardeazábal, siempre exitoso, siempre él, siempre
presente en la vida pública de ese país que nunca pudo destrozarlo.
No
pude evitar, ir a esta conversación donde nunca debió haber sido realizada,
pero debía aprovechar esa generosidad, esa cercanía entre un lector lejano
desde la irrupción de Cóndores no entierran
todos los días y esas preguntas que nunca nadie hubiera respondido sino él,
sí, Gustavo Álvarez Gardeazábal. Solo faltó esa pregunta extra papelada cuando invitó
a venir a Cali al gran Lezama Lima, en ese acto heroico para las letras, que
solo conozco como una nota de página no solo en la vida de Lezama sino en atrevimiento
de la invitación cuando Casa de las Américas pretendía dirigir la cultura en Latinoamérica
mientras la dictadura Castro llevaba al colapso a sus más valiosos escritores y
a su país.
Tanta
literatura, tantos libros, tanta lectura han pasado por sus manos, tantas preguntas
sobre Tuluá, tanta presencia y tantas otras preguntas que vendrán porque su ciclo
aún continúa porque en ese lugar, que es su memoria, reside esa presencia para no
dejar que las palabras olviden a su lugar natal.
Aquí,
en esta conversación, hay apenas una brevedad, el límite de lo preciso, después
indagaremos más en la vida del escritor, y que por ahora se deshaga de sus demonios
y de sus fantasmas que siempre ha dominado.
11 comentarios:
Victor, por que no mostraste mas a esos lagartos de los lados, la cola tuya sí se vio entrando a cuadro varias veces.
Esto se llama aprovechar muy bine al entrevistado y sus circunstancias y gentio
Victor ahi estas de lagarto detrás de los poderosos, pero bueno te comprendemos
la tradición de la pobreza de los maricas de colombia
dizque "anarquista de derecha" la pobre maricona de Gustavo Alvarez Gardeazabal.
Es decir: fascista hijo de puta
POR QUE SI O PORQUE NO.
INDEPENDIENTE DE TODO LO QUE PENSEMOS, DEBERÍAMOS ALIMENTAR ANTE TODO ESE ASPECTO CREADOR DE CADA SUJETO, Y EN ESTE CASO DEL ENTREVISTADO. AMIGOS DEBEMOS SUPERAR LOS GUSTOS PERSONALES, Y LAS INCLINACIONES SI EXISTEN O NO, ESO DEBERÍA SER LO MENOS IMPORTANTE.
LO VALIOSO ES QUE SE ESCRIBE, Y QUE EN ESE ASUNTO, NO ES BUENO O MALO,SIMPLEMENTE, NO ES DEL GUSTO DE NOSOTROS. ES LA CREACIÓN BIEN COMPLICADA, Y A SU VEZ EL INTENTAR HACERLO. CON MUCHO RESPETO A TODOS LOS QUE PARTICIPAN DEL BLOG, NUNCA SE LES INDUCE A LANZAR IMPROPERIOS
A LOS DISTINTOS ESCRITORES. SE TRATA DE DEJAR EN EVIDENCIA,ES,PRECISAMENTE LA OBRA Y LA CONSTANCIA CONQUE SE HACE.
HOY DESDE LA OFICINA CENTRAL DEL NEONADAISMO, MAÑANA EN CUALQUIER LUGAR DEL MUNDO.
EDGARITO.
Este señor que dice ser neonadaista esta entregado al fascimos
Siempre es tan claro, tan valiente este escritor en esta leonera de país.
Sobre el libro (comentarios, crítica) , las presentaciones y el autor, sugerimos acceder y navegar: "LA MISA HA TERMINADO". Gustavo Álvraez Gardeazábal. NTC ... Seguimientos y Compilación: http://ntc-narrativa.blogspot.com/2014_03_01_archive.html . Allí incluimos enlace al presente texto.
Nosotros llamamos hermano a aquel a quien nos une un mismo parecer y en este caso Gardeazábal es sinónimo de independencia desde hace muchos años, ya que él nunca se ha escondido como los mamertos de este país que son unos demonios y escamotean presupuestos y siguen campante hablando de la revolución mientras asesinan y asesinan. Gardeazábal es un ejemplo de honestidad intelectual. Con él compartimos la misma sangre. Y dejen de echar vainas los inescrupulosos.
Hermosa la entrevista, felicitaciones.
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