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El Sueño de Eichmann
de Michel Onfray,
dirigido
por
Yacqueline Salazar Herrera
Víctor Bustamante
¿Por qué fascina tanto Hitler, el nazismo, el holocausto? Esta pregunta nunca ha sido respondida a pesar de la multitud de novelas, películas, obras de teatro, memorias personales, ensayos históricos y análisis sobre este momento degradado del hombre, cuando éste mostró sin ruborizarse todo lo que es capaz en búsqueda del poder.
A veces creo que hay algo de religioso inmerso en esta degradación, pues ese caso se ha repetido a lo largo de la historia, en diversas civilizaciones desde la alemana, la maya la china, la rusa, en Cambodia, y aquí en Colombia. Incluso la Iglesia Católica en la Inquisición se erigió como sanguinaria en bien de lo considerado por ellos la fe. Toda una actitud que llevaba a la solución final Siempre en cada uno de estos países, al interior del hombre mismo, aparece un Führer, a escala menor o mayor, pero aparece, así sea disfrazado con dulces intenciones.
Ahora en esta obra de Onfray, El sueño de Eichmann, uno de los jerarcas nazis que en complicidad con la misma Iglesia Católica, siempre tan adicta al poder, Adolf Eichmann terminó viviendo en Buenos Aires como cualquier hombre común y corriente, así como Mengele en Brasil, como Klaus Barbie en Bolivia; todos de incógnito. Muchos gobiernos del Cono Sur ocultaron estos asesinos como si el Holocausto hubiera ocurrido en galaxias lejanas y no fuera una diatriba sucia contra el género humano.
Pero bien, ¿por qué Onfray se centró en Eichmann? A lo mejor por haber sido el más publicitado, debido al secuestro de Eichmann por un comando israelí hasta llevarlo a su país y allá cobrarle justicia. También podría ser por la soberbia de Eichmann, o por la curiosidad de ver a uno de los altos jerarcas atrapado y miedoso como una rata que sabe que le aplicarán lo mismo que él hizo a sus victimas, pero la respuesta la da el propio Onfray: Eichmann fue un gran lector de Kant y allí, en esas lecturas, se encuentra la huela que conduce a esa degradación ética del ser humano. Y ese hecho olvidado luego sirvió a esta reflexión de Onfray
Pero bueno, ahora en el Ateneo esta obra ha sido montada y dirigida por Jacqueline Salazar con estos actores: Alberto Sierra, Ruderico Salazar, Duván Chavarría y Jaime Rendón.
En la obra se presenta una discusión intelectual muy común en los medios castrenses y políticos ¿quien es el culpable? Onfray va hasta el propio Kant, a la discusión del porqué se permitió pasar por alto algo tan sólido de Emanuel: “El individuo no tiene derecho a revelarse",
En El sueño de Eichmann, Kant visita en sueños al frío criminal, asesino activo, Eichmann, dos horas antes de su ejecución. Ambos conversan –con alguna intervención de Nietzsche— y acá se revela otra faceta de Kant al ser confrontado.
Onfray se pregunta cómo la filosofía se permitió que pasara por alto esta lectura de Kant y así mismo cómo una idea persiste y se cuela en el pensamiento hasta cristalizarse en una verdad aceptada a pesar de su peligro.
Una atmósfera de claroscuro encierra a los actores durante la presentación de la obra. Es como si juzgaran, desde la oscuridad del tiempo muerto, algo tan actual como es la intolerancia de estos tiempos.
La puesta en escena es sobria, en el escenario no se presenta nada que distraiga porque no interesan ni el escenario ni las luces sólo las palabras que cada uno murmura, cada reclamo, cada duda, las requisitorias que nos hacen.
En esta obra, sin puntos muertos, la historia y la filosofía nos dan una lección y Jacqueline nos presenta con contundencia la maestría conque la ha dirigido que nos hace hablar después de tantos interrogantes al finalizar.
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8 comentarios:
A Babel gracias por seguir acompañando este proceso de búsqueda del Laboratorio Escénico Ateneo desde la relación del Teatro, La Literatura y La Filosofía.
Un abrazo.
Yacqueline
ah si ?
ya voy toño
a otro con ese hueso
Cunado le pagaron a Victor por esto? El nunca hace nada gratis.
Me gustaria verla, Pero donde la presentan
Un saludo y besos
La gran cuestión que subyace en los dos textos de El sueño de Eichmann es si hay alguna grieta en el pensamiento kantiano por la que hubiera podido colarse el nazismo. Por eso Michel Onfray sitúa en el centro de su reflexión el imperativo categórico y, en general, la filosofía kantiana: "El hecho de que en toda la obra de Kant no exista un derecho ético y político a desobedecer, ¿no nos da la clave de ese doble personaje infernal: el kantiano nazi?". Señala ciertos datos biográficos de Kant: defensor de la superioridad de los bancos respecto de los negros, autor de algunas fórmulas antisemitas, defensor de la obediencia ciega a la autoridad, y se pregunta sobre el sentido último de máximas morales como la obediencia a la ley y la autoridad.
Es increible que sucediero eso, tenian el planeta tierra solo para ellos hasta querer hacer desaparecer al otro , en vez de coordinar sus fuerzas para luchar contra el medio hostil que los rodeaba. Como se parece eso a lo que ocurre actualmente. Tendrá algo que ver alguna de las religiones y la politica en el asunto ? la unica diferencia es que antes se mataban a garrotazos y hoy en dia los matamos a bombazos o los quemamos con lanzallamas o con gases toxicos. Y nos creemos ILUSTRADOS..
Jacqueline como la unica directora de teatro en la ciudad merece nuestros parabienes.
Esperamos mucha plurailiad y te deseamos muchos exitos.
Obras de teatro de un solo dia, no. Queremos vrla, pero donde. Ek video es muy oscuro y muy corto
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