LOS PROGRESISTAS
REACCIONARIOS
Darío Ruiz Gómez
A los filósofos, a
los políticos, universitarios, poetas, sindicalistas que continúan llamándose a
sí mismos “progresistas” - permítanme
machacar sobre el tema- les gusta refocilarse repudiando groseramente con una
sonrisita de sobrados(as) a quienes por el hecho de no comulgar con sus clichés
pasados de moda – un indicativo de su ignorancia- tildan de “reaccionarios”, un calificativo que desde hace décadas ha
caído sobre mí tratando de excluirme de
sus más que exclusivos grupos de
“progres” y colocándome el calificativo
ignominioso de “Burro”. Desde los días
del colegio la ilustración sobre el niño calificado como Burro me hizo
reflexionar en lo que se ocultaba detrás de
aquella pedagogía que consideré inhumana. ¿De dónde el maestro o la maestra
justificaban que el niño que no
repitiera sus monsergas pudiera ser
castigado como un retardado mental? Recuerdo
que en su excepcional “Juan de Mairena” Antonio Machado, maestro de escuela él
hasta su muerte nos recordaba que en el salón de clase en las primeras filas colocaba precisamente
a aquellos párvulos calificados por los
demás como tontos y a ellos se dirigía. Se da aún dentro del ámbito académico “progre” una inventada diferenciación donde
los(as) militantes de la izquierda de poncho y sombrero de paja que nunca
supieron del marxismo científico insultan pero no han incorporado nada a la
ciencia, a cualquier disciplina académica. Y es aquí donde un simple análisis semántico
los deja al descubierto ya que ese
progresismo nunca ha pasado de ser una
banal ideología mediante tal como hoy puedo comprobarlo se ha
insultado la tarea de la investigación, el derecho, repito, a disentir de su
ignorancia. Enseñar para la libertad y no adoctrinar para la servidumbre.
¿Cuál imagen de
progreso material y moral nos dan las fotos de los pintorescos militantes del
Pacto Histórico, un Partido Express? Pero ¿por qué repetir estas preguntas una
y otra vez hasta el cansancio? Sencillamente porque los sabios del progresismo continúan guardando
silencio ante la gravedad de la situación
que estamos viviendo en El Caquetá martirizado, masacrado ¿Es por esto que han declarado su irrestricto
apoyo a Maduro y justifican las parodias de justicia de las “Conversaciones de
Paz”? Porque al hacerlo han demostrado
que están presentes no para ir arrojando luces sobre cada irracionalidad causada por el desgobierno sino como una Partido fantasma que con
su silencio servilmente apoya cualquier
atropello a la pedagogía de la libertad. Una intelectualidad títere, repito, que ha degradado la tarea
fiscalizadora del pensamiento ,esa ralea
a la que señalaron por su estalinismo Camus, Raymond Aron, Juan
Goytisolo, Gómez Dávila, los “intelectuales” tipo Monedero, Iglesias, Errejón oportunistas,
chaqueteros que por cualquier precio que se les pague están dispuestos a apoyar
las dictaduras populistas, a justificar
hoy a la desmedida represión de Maduro. “Nos
han dejado solos” grita el Gobernador del Caquetá mientras el enfrentamiento
entre las Disidencias y el miembro de la Mesa de Conversaciones el sanguinario
Calarcá expulsa a los campesinos abandonados a su suerte. Maduro condenado por
la Comunidad Internacional grita paranoico
que Iván Duque instaló Pegasus para espiarle y unos expertos canadienses
ofrecen sus servicios a los políticos que quieran informarse de si fueron
espiados, la misma Fiscalía ha entrado
en esta vertiginosa paranoia mientras que la
frontera del Caquetá con Venezuela
esconde una terrible verdad que pronto saldrá a la luz pública.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.