sábado, 31 de julio de 2021

ÍDOLOS(AS) CON PIES DE BARRO / Darío Ruiz Gómez

 

Pawel Kuczynski 

ÍDOLOS(AS) CON PIES DE BARRO

Darío Ruiz Gómez

Predicar con el ejemplo es una exigencia ética difícil de cumplir, sobre todo para quienes  lo hacen desde una tribuna pública tal como sucede con algunos dirigentes de la llamada clase política, con los supuestos  elegidos(as) por  El Pueblo o por la Historia como populistas y fundamentalistas y que ofreciéndose como  salvadores(as)  de ocasión ante las masas hambrientas o la clase media ahorcada por los impuestos  y el miedo al coronavirus  se supone que guardan el voto de pobreza, la austeridad que los líderes  carismáticos  deben guardar para alcanzar el respeto de sus seguidores(as). Con el desarrollo de los distintos medios de comunicación la facilidad de convertirse en ídolo de las nuevas masas, de los que llama Sartori el ser alienado por el televisor   es una tarea aparentemente fácil pero casi siempre fatal para quienes se prestan a ello ya que en cualquier momento estos mismos medios son los encargados de derribar la falsa galería de íconos creados por la venalidad de todo aparato  publicitario. Mantener los pies en tierra implica por lo tanto el tener que vivir  en la discreción  de las democracias que no necesitan  líderes histéricos sino grandes dirigentes  cívicos.  Predicar la revolución denunciando la corrupción se ha convertido en un   machacado eslogan publicitario machacado por populistas que eran y lo seguirán siendo ídolos(as) con pies de barro tal como lo ilustra el cantante Silvio Rodríguez cuyas canciones fueron el himno de la referencia de una generación que hoy sobrepasa los cincuenta años . Se descubrió que Rodríguez el supuesto “héroe puro” es dueño de grandes propiedades en México y en la odiada Florida. Hoy ha pedido a Díaz-Canel   que las “Boinas Negras “no sean muy duras” con los retenidos acusados de “terroristas” No voy a enumerar estos casos en Colombia porque la pandemia los ha ido arrojando a la playa uno por una.  

Vuelvo al llamado movimiento “Black lives matter” cuya traducción es bella: “Las vidas negras importan” - ¿y las otras?- y cuyo modelo de violencia  y de odio  tomó realidad  en Colombia  con las  proclamas incendiarias  de nuestro llamado Paro Nacional,  un paro que en sus esquemas ideológicos nada tiene que ver con los levantamientos  de la llamada izquierda  histórica  y  se  proyecta  desde  su ciego  populismo hacia, al parecer, ningún objetivo fuera de la violencia por la violencia . Patrice Khan-Cullors  es  una de las fundadoras de este movimiento  y también una de las más recalcitrantes  fanáticas   de este totalitarismo étnico  con devastadoras  marchas dirigidas a control remoto. Pero Patrice acaba de ser expulsada de ese movimiento al descubrirse que ella y su esposa habían adquirido tres mansiones entre los años 2016 y 2020 por valor de 1.5000.000  dólares y más recientemente una mansión en Los Ángeles por valor de 1.4000.000 dólares. Durante las protestas por el asesinato de George Floyd la Organización recogió más de 900.000 dólares para repartir “entre los pobres” La grosera mentira de quienes hablan de “dar  voz a quienes carecen de ella”   de querer lo mejor pero  no para los pobres sino para ellos. Hoy la crisis interna de esa organización  se hace pública  y todo “por  vulgares problemas de plata”  ya que desgraciadamente la plata corrompe y los falsos  ídolos(as)  paradójicamente son seres humanos  proclives a caer  en la trampa que la publicidad  les  tiende  aspirando a vivir  como los magnates que la t.v  fabrica,  tal  como sucede con los dirigentes  de Podemos en España, sus chalets y sus piscinas y los llamados “hijos de las FARC” en sus  palacetes  de Suiza.

Yusurun Moreno en un espléndido análisis en “Voz Pópuli”sobre  este caso de terroristas  pilladas llevándose el mobiliario,  se pregunta  sobre las consecuencias  que frente a los pobres reales que seguirán viviendo  en arruinados vecindarios negros, sufriendo de hambre, de falta de asistencia médica  deben tener estas  graves faltas éticas  por parte de una dirigencia corrupta preocupada  más por su imagen publicitaria que por cumplir sus promesas  desmedidas. ¿Qué conquista social supone para ellos   matar a un policía? ¿Para qué destruir una ciudad con la locura con que lo han hecho sus seguidores  de Primera Línea  en Colombia?   Las vidas de las gentes comunes  importan más que sus manifestaciones  de odio, que su barbarie dirigida a control remoto. Ídolos(as) con los pies de barro.     

 

 

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