Pawel Kuczynski |
ÍDOLOS(AS) CON PIES DE BARRO
Darío Ruiz Gómez
Predicar con el ejemplo es una
exigencia ética difícil de cumplir, sobre todo para quienes lo hacen desde una tribuna pública tal como
sucede con algunos dirigentes de la llamada clase política, con los supuestos elegidos(as) por El Pueblo o por la Historia como populistas y
fundamentalistas y que ofreciéndose como
salvadores(as) de ocasión ante
las masas hambrientas o la clase media ahorcada por los impuestos y el miedo al coronavirus se supone que guardan el voto de pobreza, la
austeridad que los líderes carismáticos deben guardar para alcanzar el respeto de sus
seguidores(as). Con el desarrollo de los distintos medios de comunicación la
facilidad de convertirse en ídolo de las nuevas masas, de los que llama Sartori
el ser alienado por el televisor es una
tarea aparentemente fácil pero casi siempre fatal para quienes se prestan a ello
ya que en cualquier momento estos mismos medios son los encargados de derribar
la falsa galería de íconos creados por la venalidad de todo aparato publicitario. Mantener los pies en tierra implica
por lo tanto el tener que vivir en la
discreción de las democracias que no
necesitan líderes histéricos sino
grandes dirigentes cívicos. Predicar la revolución denunciando la corrupción
se ha convertido en un machacado eslogan publicitario machacado por populistas
que eran y lo seguirán siendo ídolos(as) con pies de barro tal como lo ilustra
el cantante Silvio Rodríguez cuyas canciones fueron el himno de la referencia
de una generación que hoy sobrepasa los cincuenta años . Se descubrió que
Rodríguez el supuesto “héroe puro” es dueño de grandes propiedades en México y
en la odiada Florida. Hoy ha pedido a Díaz-Canel que las “Boinas Negras “no sean muy duras”
con los retenidos acusados de “terroristas” No voy a enumerar estos casos en
Colombia porque la pandemia los ha ido arrojando a la playa uno por una.
Vuelvo al llamado movimiento
“Black lives matter” cuya traducción es bella: “Las vidas negras importan” - ¿y
las otras?- y cuyo modelo de violencia y
de odio tomó realidad en Colombia
con las proclamas incendiarias de nuestro llamado Paro Nacional, un paro que en sus esquemas ideológicos nada
tiene que ver con los levantamientos de
la llamada izquierda histórica y se
proyecta desde su ciego populismo hacia, al parecer, ningún objetivo
fuera de la violencia por la violencia . Patrice Khan-Cullors es una
de las fundadoras de este movimiento y
también una de las más recalcitrantes
fanáticas de este totalitarismo étnico con devastadoras marchas dirigidas a control remoto. Pero
Patrice acaba de ser expulsada de ese movimiento al descubrirse que ella y su
esposa habían adquirido tres mansiones entre los años 2016 y 2020 por valor de
1.5000.000 dólares y más recientemente
una mansión en Los Ángeles por valor de 1.4000.000 dólares. Durante las
protestas por el asesinato de George Floyd la Organización recogió más de 900.000
dólares para repartir “entre los pobres” La grosera mentira de quienes hablan
de “dar voz a quienes carecen de
ella” de querer lo mejor pero no para los pobres sino para ellos. Hoy la
crisis interna de esa organización se
hace pública y todo “por vulgares problemas de plata” ya que desgraciadamente la plata corrompe y
los falsos ídolos(as) paradójicamente son seres humanos proclives a caer en la trampa que la publicidad les
tiende aspirando a vivir como los magnates que la t.v fabrica, tal como
sucede con los dirigentes de Podemos en
España, sus chalets y sus piscinas y los llamados “hijos de las FARC” en
sus palacetes de Suiza.
Yusurun Moreno en un
espléndido análisis en “Voz Pópuli”sobre este caso de terroristas pilladas llevándose el mobiliario, se pregunta
sobre las consecuencias que
frente a los pobres reales que seguirán viviendo en arruinados vecindarios negros, sufriendo de
hambre, de falta de asistencia médica deben
tener estas graves faltas éticas
por parte de una dirigencia corrupta preocupada más por su imagen publicitaria que por cumplir
sus promesas desmedidas. ¿Qué conquista
social supone para ellos matar a un policía? ¿Para qué destruir una
ciudad con la locura con que lo han hecho sus seguidores de Primera Línea en Colombia? Las
vidas de las gentes comunes importan más
que sus manifestaciones de odio, que su
barbarie dirigida a control remoto. Ídolos(as) con los pies de barro.
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