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Paty David / Poemas Paranormales
Víctor Bustamante
El
primer libro siempre define caminos, rumbos, pautas de quien escribe. Es su
carta de presentación donde ha quedado impresa una manera de definir, de
poetizar, así como los temas preferidos que lo asaetean. Es decir, el primer
libro es su huella dactilar. En este libro, quien escribe, se define en su estatura,
en su presencia y es un anticipo a los caminos que vendrán con sus textos
tallados y sus fisuras, con su asombro y con su desazón. De ahí surge la poesía.
Hay algo que siempre me ha llamado la atención de Paty; es nada menos que su
escritura apasionada, que obedece solo a ella misma, lo que permite que su
poesía sea como ella en sí sin ningún artificio sino con su pulso que es lo
indispensable para trasegar su textos como un camino por los calles siempre
llenas de extravío y de poesía. A veces,
en sus poemas le apasiona lo que escribe, otras veces duda, pero ella se
mantiene firme en esa convicción que es ser poeta en cada instante que destila
de sí, que es ese río que fluye por su vida. De ahí que sus poemas posean esa
huella tan personal que nos habla y está presente, como si la escritura remediaría
su ausencia; es decir la lejanía pero que la cercanía con sus palabras la hacen
presente.
Este
primer libro tiene un título paradójico Poemas Paranormales, (La Bisagra, 2016), donde
la acepción que le vemos podría ser cercana a fenómenos paranormales o si
separamos las palabras podría ser poemas para personas normales. De todas
maneras en esta ambigüedad dada por este juego de palabras, entramos en el
universo poético de Paty que sí es muy concreto. Hay un `poema, el primero de
este libro, “Amigos lectores” donde hace una reconvención a sus lectores al
decirles que los poemas hablan de ustedes y no de cómo hacer el bien universal,
lo cual nos da la medida de su escritura, es decir, como la poeta estará alerta
a través de su escritura, en un momento donde ese tipo de libros poblaron hasta
la saciedad una nueva moral de tintes pseudo religiosos donde se confundió la
palabra poética nada menos que con los arpegios religiosos de ciertos escritores
que en lugar de ahondar en su mundo personal decidieron adquirir la falsa
sapiencia de dar consejos a través de sus textos para permanecer bien atentos y
sin preguntas. Pero también en este poema hay dos palabras que marcarán la
poética de Paty, lujuria y soledad, sobre ellas. Es decir o la una o la otra
parece descinros Paty de ahí no puedes salir.
Hay
varios temas que Paty explaya en sus textos, uno de ellos, la noche. Ella
regresa a ese instante en que muchas de sus contemporáneas ignoran. Para Paty
la noche es aceleración del pulso, huida del embotellamiento personal, para
ella la noche es otro significado de la ciudad misma, así como un encuentro y
regocijo consigo misma y sus demonios, además de sus extravíos pero también con
la lujuria y el vino. Ya que en la noche se permite no solo el habla fluida,
sino el vino que puebla muchos de sus poemas, así como las furias y sus desvelos
que ella describe y vive. Ya que hay algo muy peculiar en su escritura, ella
nos cuenta su oficiosa manera de ser una poeta al separar ciertos momentos a
los cuales les gusta mostrar, sacarlos a la superficie para alejarnos de la
ensoñación y probar el pulso al tiempo que discurre con sus diversos eventos.
De ahí que Paty no idealiza sino que vive, no se queja sino que asalta la
realidad, no allana su condición de mujer sino que percibe que el mundo que
ella vive y fluye en sus textos, es aquel que ella merece vivir. De ahí que
tenga sensibilidad para escuchar los ruidos y las músicas de la noche, así como
el reparar una mañana y la lluvia en la montaña, así como impregnarse de calle
cuando sabemos que atisba a alguien a lo mejor un don juan extraviado en su
espejo, efebo desconocido, que pasa y ella describe su certeza, como lo dice en
algunos de su poemas, o también luego de una noche de vino, describir su estado,
una resaca a la cual le reclama su desfallecimiento.
Cierto,
cada uno de los poemas de Paty David se constituyen en un deslumbramiento, en
algo que la ha puesto a pensar y de ahí que una de esas experiencias sea necesario
que las escriba, y que en algunas ocasiones regrese a ellas para continuar ese diálogo
personal, y, es en esa particular manera de escribirlas y de decirlas con ese
tinte, a veces, de cierta desconfianza, de ciertas dudas, lo que le da ese tono
para saber qué es lo presente en sus poemas.
En
estos días he estado leyendo a Paty David y me ha sorprendido su frescura. Las
palabras que imprime en sus poemas, la definen y expresan su ser de una manera tranquila en todas sus facetas: desde
la soledad, el amor por el vino, las ensoñaciones, lo amoroso, así como sus
deseos de escribir. Leerla es saber qué destila a cada momento. Así ella haya escrito:
“Me odio por no ser poeta”, y se reafirme en insistir, “dentro de mí habitan un
ángel y un demonio. Así Paty David, y desbordante de poesía, nos done la medida de
algo que la hace tan valiosa, su actitud y su escritura, tan personal.
HOLA Bustamante, de amante de los diamantes que fueron antes Diamantes de amantes de una mujer(palimpsesto y parodia). Para recrear emociones compartidas y partidas y reencuentros luego de las distancias y idos días.
ResponderEliminarMe encantó tu regodeo con los poemas de la Paty, a quien no conozco y me gustaría conocer su trabajo. Puesto todo esto en líneas hiciste que me gusten sus poema y quisiera leerla.
Querido Bustamante, como siempre, estilada entrevista e inquietante personaje. Paty, que ese día comió mucho limón, es un encanto.
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