No he leído a René Char. Sin él puedo vivir. ¿Qué tiene Char que yo no tenga?
La viuda de René Char en Medellín.
Víctor Bustamante
Poeta triste: Otra vez estoy más desconsolado que nunca me volvieron a negriar, a ningunear, no me tuvieron en cuenta. Mi nombre no existe en ninguna antología, ni en ningún premio, ni en ningún nombre de concurso.
Viuda de René Char: Solo bailo con excelsos poetas, y sin son franceses mejor. No olvido a Rimbaud. Me siento muy cansada de bailar con poetas pobretones y muertos de hambre.
Poeta triste: Soy joven y bello como Rimbaud.
Viuda de René Char: Tonto, tontico. Te falta mundo, no sales de La Playa con El Palo y de estar comiendo pandequesos y tomando tinto todo el día, y de beber pegado en La Buerta. Ese tipo de poetas los detesto. ¿Sabes por qué? Amo el poder, me seducen las relaciones internacionales. Además el dinerillo de cuenta de los poetas no cae mal. No puedes invitarme a viajes a Praga, a Estocolmo, al mar, a congresos a nivel mundial, ni darme más condecoraciones. Las necesito para poder brillar como una galaxia en mis 25. Es medio siglo y mi prestigio no lo puedo echar por el suelo. ¡Quiero la Legión de Honor! La necesito para sobrevivir. Ya superé a Jorge Barón: “Aguita pa'mi gente”
Poeta triste: (Se ajusta las gafas, y la mira de arriba abajo) J'aime ton intrépidité, ton orgueil. Porte-moi avec toi.
Viuda de René Char: Tonto, granuja, háblame en español, soy muy montañera todavía. Te haría caso si fueras Rimbaud.
Poeta triste: ¿Rimbaud? Rimbaud murió hace muchísimos años.
Viuda de René Char: (Realiza una llamada a Bogotá, a Fanny Mickey. Otra a la Oficina Central del Surrealismo en París. El mismísimo Breton le susurra un nombre. Castro no le respondió, está disvariando y chocho). Ya lo tengo: ¡René Char! , si, si, si ¡René Char! Ese es el escogido. Me han dicho que me internacionalizaría más y más.
Poeta triste: René Char también se murió.
Viuda de René Char: ¿Y qué? Ese es el escogido para este año, solo bailaré con René Char, solo beberé con René Char, solo me le entregaré en cuerpo alma y entretelas a René Char. Es más, si me invita a Francia y me dan la Legión de Honor solo se le recibiré a él. René Char es René Char. Además es un poeta neutro sin compromisos con la izquierda ni la derecha o sea simularé fraternidad y fraternidad y más poesía. Odio a los disidentes debo mantenerme neutral.
Poeta triste: Lo sé. Faltona, bailaste con Uribe como diez y seis años seguidos, además bailaste con Belisario, con Pastrana, con Santos. Ah, y hasta con Fidel, y con su hermano: ese par de joyitas. ¿Cómo haces para mantenerte tan atractiva? ¿Te has operado alguna vez?
Viuda de René Char: Es cierto, soy muy gustadora. No puedo negarlo. Todos quieren bailar conmigo. Uribe, es muy delicado y aprieta muy bueno. De él si me dejo amacizar pero si vuelve al solio.
Poeta triste: En el país, en Colombia, hay poetas de primer orden.
Viuda de René Char: Aquí no hay poetas sino esbirros. Sé por qué lo digo.
Poeta triste: Me hubiera gustado que tuvieras en cuenta a Alvarado Tenorio para los 25 años.
Viuda de René Char: De ninguna manera, crítica mucho y mantiene un ego impotable. Un poeta que le escribe a sus gatos me aburre. Además indica que Guillermo Valencia es el poeta más grande de Colombia. Está reloco. Últimamente tiene muchos nexos con Vicente Fernández, ya le publicó una ranchera en Arquitrave. Y además me tira muy duro. Cada rato me trata de prepago de la poesía.
Poeta triste: Y al gran nadaísta Jaime Jaramillo Escobar.
Viuda de René Char: Es muy orgulloso. No me pasa al teléfono ni accede a mis invitaciones ni a mis fiestas.
Poeta triste: ¿Y Jotamario, tu gran amigo?
Viuda de René Char: No, no creo es muy interesado. Aún le falta rogarme más. Debo mantenerlo apartado, es muy mujeriego, y muy político, aunque nos entendemos mucho, hasta comemos en el mismo plato.
Poeta triste: Eduardito merece una celebración en estos 25 años, porque ticinco son ticinco.
Viuda de René Char: No, no cómo se te ocurre. ¿Más nadaístas? No, de ninguna manera, se apoderan de mi chanfaina.
Poeta triste: ¿Raúl Henao?
Viuda de René Char: Menos. Es muy surrealista y ya no me gustan sus haikus. Además le tiene miedo a Drácula. Que lo vieras temblando en el castillo de Rumania.
Poeta triste: ¿Y Darío Jaramillo Agudelo?
Viuda de René Char: Está muy caído conmigo. Cuando viene a Medellín no saluda. Además últimamente anda muy callado. Le perdió peso a la poesía. No me publica mi poesía en Pre-textos .
Poeta triste: ¿Y el poeta costeño que vive en Popayán?
Viuda de René Char: ¿Giovanni Quessep? No, no ese es muy borgiano. No, no, aún no, le falta más mundo.
Poeta triste: ¿Y Roquita?
Viuda de René Char: Es muy modesto, no aceptará por nada del mundo. Además de pronto me da botella.
No lograrás convencerme pedazo de alcachofa. No trates de convencerme. No bajo de René Char. Es más, anoche soñé con él. ¡Qué tipazo! ¡Qué gran honestidad intelectual! Sé que no lloraría ni haría cerrar programas de radio porque critiquen mi vestido blanco de satín, ni mi boca de un rojo patrimonio poético. Allá soportan las sátiras de Charlie Hedbo, pero aquí no, quien me moleste o critique le echo la ley.
Poeta triste: Es cierto, René nunca lloró porque lo criticaran ni amenazó y lloró para cerrar programas de radio. Es un tipo de una madurez y de pudor intelectual a prueba de babas. Cariño, tienes razón. Además trataba muy bien a sus amigos y a sus contradictores. Era un libre pensador pero no me distraigas. ¿Por qué no tienes en cuenta a poetas colombianos ahora que te veo en tus 25 años con botox en los labios y silicona en el pechito, y has barnizado de verde y paz tus ideas stalinistas? ¿Cuál es la razón específica, y la otra, la que siempre escondes? Solapada.
Viuda de René Char: No me gusta mirarle el ombligo a escritores colombianos.
Poeta triste: ¿Y Rubén Vélez?
Viuda de René Char: No, no de ninguna manera. No me aguanto su voltaje, es muy irónico. Su presencia me hace temblar de miedo, me hace ver mi cara de la simulación.
Poeta triste: ¿Y una mujer?
Viuda de René Char: ¿A quién? No, no, de ninguna manera aún les falta. Además son muy peligrosas y hacen perder el tiempo.
Poeta triste: Mmmmm. ¿Y William Ospina?
Viuda de René Char: Me duermo leyendo su poesía. Se ha hundido en la novela histórica para evadir compromisos actuales. No es un contemporáneo necesario. Además, cuando votó por Zuluaga se cayó conmigo. No olvides que me mantengo firme con mis tesis de criticar con la izquierda y cobrar con la derecha. Además me uno a la paz. Es un negocio que da dividendos y dinerillo a la gran bolsa de la poesía. Todo por la poesía. ¿Si o no?
Entiende cabeza de chorlito, en mis 25 añitos necesito poetas que suenen. Oíste bien, que suenen. No estamos para darle coba a nadie. No olvides que somos súper internacionales y fraternales a morir, pero con los extranjeros. Me gusta como hablan, como huelen, sus contactos así sean malos poetas.
Poeta triste: Podría ser uno de los tuyos. Aquel que finge en las fotos de ser un César Vallejo de peluche.
Viuda de René Char: Explícame bien cabeza de chorlito. En mi gabinete no existen poetas trágicos. No me gustan los poetas trágicos ni malditos. Ah, ja, ja, ja, ja, ja. Ya sé a quién te refieres. Ja, ja, ja, ja. (Se limpia el rímel que le cae de sus bellos ojos claros, y el labial se lo organiza en un espejo de mano).
Poeta triste: Iba a enviar mi anti poesía al concurso pero de ninguna manera lo haré. Seguiré solitario y sin rumbo fijo pero hacía La Buerta. Siempre incomprendido, siempre poeta, hasta más triste y maldito que el mismísimo Rimbaud.
Viuda de René Char: Si la tristeza toca hoy a tu puerta...dile que lo sientes que no puedes abrirle, porque tienes una cita con la alegría. Lo puedes publicar es mío.
Poeta triste: No te burles de mí. Solo te hacía propuestas sobre nuestros poetas mayores, pero vivos. Es más, en Francia nunca harían un concurso con el nombre de un poeta colombiano como contraprestación. Eres una acomplejada.
Viuda de René Char: Y qué te importa a ti. Mi vida es mi vida. Mi problema es mi problema, como dirían Ana y Jaime. Además le aprendí a Santos, hizo cambiar de entrenador de la selección y ubicaron a Pékerman.
Poeta triste: Eso no tiene nada que ver con la poesía. Te ves bella con tu cabello nórdico, muy a lo sueco con ganas del Nobel grande, hasta lograrás el Oscar por esa gran puesta en escena poética cada año con efectos especiales de cuenta del erario público.
Viuda de René Char: Ese es mi gran secreto. Tonto, ¿cómo que no? No intentes seducirme, este año seré la única mujer de René Char.
Poeta triste: Exaltas poetas extranjeros con dineros nacionales. Me conduelo, me pone súper mega triste.
Viuda de René Char: (Se delinea su boca roja con labial comprado en el Hueco y hace carrizo). Así es la postmodernidad, tonto de tontos.
.......
Asi es en Medellin, solo falta que el presidente del país sea frances o argentino
ResponderEliminarFelicitaciones por esta gran pieza literaria. Ex excelente, extraordinaria
ResponderEliminary fabulosa.