28. Medellín:
Deterioro y abandono de su Patrimonio Histórico: El Camino del Virrey
La
pavimentación del Camino del Virrey
Víctor
Bustamante
Lo bueno de
Colombia, es que hay leyes para todo, como en botica, mejor como las pócimas de
los culebreros que venden una suerte de panacea que solo le funciona a ellos. Después de la rueda que le hacen los curiosos en los parques de cada pueblo visitado, el
culebrero se marcha con la ganancia de sus pócimas, y así los compradores
embelesados, se dan cuenta por enésima vez que han sido timados. Lo malo en
Colombia es que así son sus leyes, se publican en el Diario Oficial para que se promulguen y se cumplan, y en realidad
pasan a ser letra muerta.
Todo lo
anterior para proseguir con el incumplimiento de parte de los ciudadanos y de
los administradores de la cosa pública que se pasan por encima todo tipo de
normatividad sobre el tema de Patrimonio.
Dice la
Constitución Colombiana: “Son deberes de la persona y del ciudadano: 8.
Proteger los recursos culturales y naturales del país y velar por la
conservación de un ambiente sano.
Corresponde
a los concejos: 9. Dictar las normas necesarias para el control, la
preservación y defensa del patrimonio ecológico y cultural del municipio”.
Y el Concejo
de Medellín en el Acuerdo municipal N.
23 del 2009 reglamenta este tema.
La pomposa y
demoledora ciudad de Medellín, de la cual San Sebastián de Palmitas es uno de
sus corregimientos, que ha sido relegado en este tema de patrimonio, ya sabemos que anda muy enfebrecida adecuándose con la galanura, los afeites, las
cirugías plásticas, sus costosos vestidos elaborados por extranjeros para exhibirse internacionalmente a sus exóticos preferidos: quiere ser igual a ellos en finura y apariencia,
es decir, para mostrarse al
mundo, para invitar a congresos, para mantener activa su agenda
cultural. Es la Medellín de la frivolidad, la del jet set.
Pero es obvio,
la destrucción del Camino del Virrey en Palmitas, no da publicidad, no es un
tema que convoque, que permita una rueda de negocios. En este sentido se pueden dilapidar altas sumas de dinero en mostrar la ciudad, porque si hay
funcionarios que no aman su centro histórico ni lo conocen, menos van a saber
que existe Palmitas, su corregimiento más rural, por donde pasa el antes vital
Camino del Virrey, ahora poco a poco convertido en una ruina de nuestra
indiferencia y perversidad. Y eso que existen disposiciones del Concejo de la
ciudad para resguardar este patrimonio cultural. También, como cosa rara, Colombia participó
hace poco en un encuentro internacional sobre el tema. Obvio los funcionarios
fueron a pasear. Ahí sí la legislación colombiana sobre el tema prosigue en ser
letra muerta.
El Camino
del Virrey era la antigua vía de comunicación hacia el occidente , y ha tenido diversos nombres:
Camino Viejo, Camino del Gobierno. Camino Real. Por esta vía transitaban los
comerciantes, viajeros y arrieros rumbo
a Medellín desde Santa Fe de Antioquia. Toda la historia que posee este camino
es algo inenarrable en unas pocas líneas, podríamos decir que sin este camino
hubiera ido imposible la comunicación de Medellín con esta zona. Por este
camino transitó la Madre Laura rumbo a Dabeiba para trabajar con los indígenas
Emberá-Katios, y además Jorge Isaacs furioso lo recorrió en 1861, y además escribió:
De Antioquia a Medellín
"Al fin
te diviso,/ hermosa ciudad,/ respiro tus aires/ que vida me dan,/ la vega
contemplo/ que moja al pasar,/ la onda revuelta/ del manso Aburrá./ Morir es
dejarte/ no vuelvo a viajar".
"Penoso
recuerdo/ me sigue tenaz. / ¡Qué sol! ¡Qué camino!/ ¡Qué mula! ¡Qué afán!/
¡Calor del infierno!/ Me voy a asfixiar; / el brandy envenena/ y el agua hace
mal./ Me muero, me ahogo:/ ¡qué insano es viajar!
"Jerónimo
horrible/ (te niego hasta el san)/ tus llanos son crueles/ tu pueblo infernal. /
De ti fatigado/ llegué a Sopetrán, / al Cauca, jadeante,/ a Antioquia, mortal:/
¡y vi tantos? vaya!/ ¡qué malo es viajar!"
"Critiquen
palurdos/ la vida oriental; / me place, tendido/ sobre ancho sofá/ dormir una
siesta/ después de fumar; / me placen las flores,/ la mesa, la paz;/ todo lo
que brinda/ voluptuosidad./ Con tales instintos,/ ¿se puede viajar?"
"No
dejes, bagaje,/ tu suave compás:/ galopa, galopa?/Llegamos a Aná./ Las cuestas
cesaron,/ cesó el pedregal./ ¡Bendita alameda!/ Juro por San Blas/ que en mula
y por lomas/ no vuelvo a viajar".
En la
fracción que nos corresponde, en Palmitas, a este camino se le conoce con el nombre de Camino
Viejo, Camino del Matadero, prolongación del Camino del Virrey, Camino de la
Aldea. Añade Carlos Valle: “La Aldea es un pequeño poblado de importancia hacia
el año 1800, desde allí la gente subía hacia el Alto de Boquerón, es incluso el
camino por donde transitaban desde Ebéjico hacia Medellín. Este tramo de camino
viene siendo intervenido desde hace unos seis años, habilitándolo para paso de
motos, su intervención ha sido de tal manera que se puede incluso andar en
bestia, pero en un nuevo contrato esta modalidad se pierde, el camino posee una
alta inclinación que ni para las motos sirve. En el corregimiento de San
Sebastián de Palmitas existen muchos arrieros, además, es el corregimiento más
rural de la ciudad. Estos arrieros transitaban por este camino para salir de La
Aldea hacia el Corregimiento, pero desde hace seis años con lo duro que quedó
intervenido un tramo de piedra y cemento en un recorrido de veinticinco minutos
por la calle como se le conoce; este recorrido se realiza en cuarenta y cinco minutos
por los rieles y cuando la carga es muy pesada dos horas y media por la
carretera; cabe destacar que en otra intervención de hace unos quince años
cuando empalmaron la vía con la nueva carretera al mar la salida quedó con
piedra pero las piedras son inclinadas, por lo tanto la salida es peligrosa”.
Desde el año
2000 el camino lo han estado destruyendo. El Tiempo (2002 de agosto del 20)
dice: “Los tramos empedrados están localizados entre los kilómetros 17 y 18 de
la conexión vial proyectada, en las veredas la Aldea y la Volcana. Tienen una
extensión aproximada de 1.234 metros, de los cuales 374 metros desaparecerán”.
Además, para
entretener y desmovilizar a los pobladores, realizaron talleres de sensibilidad de lo que ya
saben: cuidar el bosque, y han inventariado la fauna y la flora una miríada de
etnólogos, antropólogos, que después del
contrato nunca volverán, porque irán otro lugar a seguir “sensibilizando” a las
personas para que acepten la destrucción de su entorno.
En este mar
de contradicciones, que son los proyectos que se escriben, en la página web:
WWW antioquia.gov.co., una nota añade: “Rutas camineras del departamento de
Antioquia, entre ellas se encuentra El Camino del Virrey", y prosigue “Este
proyecto busca generar apropiación del territorio entregando las rutas
debidamente mapificadas y señaladas, y se articula al plan de acción de la mesa
de turismo de Naturaleza Medellín- Antioquia y al Sistema Departamental de
áreas protegidas”.
Y en otro
lugar añade: Tabla N. 4. “Diseño de rutas camineras articuladas a las áreas
protegidas públicas y los ecosistemas estratégicos, con la producción y
publicación de una guía ilustrada de las mismas”.
“Camino con más de 300 años de historia y por
el cual transitaron indígenas, colonizadores y arrieros dada su importancia
geográfica, pues comunicaba la ciudad madre Santa Fe de Antioquia antes capital
del departamento de Antioquia con lo que hoy es Medellín y el sur del país.
Luego que el Congreso el 17 de abril de 1826 decreta el traslado de la capital
de Antioquia a Medellín, el Camino del Virrey pasó a de ser un camino de
tránsito de impuestos a un camino de arrieros y viajeros”.
En la
actualidad la JAL de Palmitas, -no sé si habrá corregidora-, continúa la
pavimentación del Camino del Virrey, dentro de ese absurdo de los gobernantes y
la estolidez de los organismos de control, de los interventores.
Pretendemos
ser modernos pero olvidamos nuestro origen. Sin ese camino la riqueza, el comercio
y progreso de Medellín llegado del occidente no hubiera sido posible.
Medellín es
avara en este sentido, y contradictoria, celebra los Mitos y las Leyendas,
celebra la Fiesta de las Flores con silletas a bordo traídas de Santa Elena,
celebra El Día de la Antioqueñidad, para dar un sinónimo de falsa presencia, porque en verdad, en los otros hechos, fuera de las celebraciones, no solo
destruye la ciudad en su interior sino que sus recursos arqueológicos, su
riqueza histórica, cada día la vuelven una ciudad común y corriente sin su herencia cultural. Medellín posee cuatrocientos años, y no puede
seguir esquilmando su tesoro: su historia, así poco a poco la degraden.
la destrucción del Camino del Virrey es otro golpe bajo a nuestra historia.
la destrucción del Camino del Virrey es otro golpe bajo a nuestra historia.
Excelente investigación Victor, el texto de Jorge Isaac super. Felicitaciones a tí, porque a otros imposible...
ResponderEliminarCarlos A Valle
Sigan eligiendo ese tipo de malos políticos . Ahí ven el resultado: todo por debajo.
ResponderEliminarQue berraquera que ciudad tan innovadora pavimentando la historia
ResponderEliminarNo puedes borrar los camininos de los suelos de tu tierra, ni de las neuronas de tu memoria , porque te quedas sin por donde desandar tu pasado, recorrer tu presente y vislumbrar tu futuro.
ResponderEliminarSin caminos para recuerdo.
ResponderEliminarFelicitaciones a Víctor por su investigación y la pasión que le pone al cumplimiento de su misión relacionada con la defensa del patrimonio... ¡Ojalá este tipo de trabajos, así como las denuncias y críticas que encierra, no 'mueran' en los oídos sordos de los políticos!
ResponderEliminarDiego A. Bernal B.
Vocal
Capítulo Antioquia
Asociación Colombiana de Historiadores
Artículo valioso para proteger un patrimonio invaluable, de la sociedad antioqueña. Apoyaremos en todo lo posible, desde lo jurídico y patrimonial para su salvaguardia.
ResponderEliminarApoyaremos desde lo jurídico y patrimonial, la salvaguardia de esta valioso patrimonio de la sociedad antioqueña. Es indispensable generar un cambio de mentalidad para la gestión del patrimonio, en el Municipio de Medellín.
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