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Francisco Velásquez
Víctor Bustamante
Francisco Velásquez ha escrito un par de libros. Uno
sobre la radio, en Medellín, que debería ser indispensable en las universidades,
para saber cómo ha surgido este medio de comunicación, su posterior desarrollo
y sus personajes que la hicieron. También ha recobrado la presencia de aquel
periodista, Don Upo, que le otorgó un carácter muy específico a sus columnas. Siempre
me he preguntado la razón por la cual, él no ha escrito más libros con toda la experiencia
que tiene, no solo como profesor universitario y como periodista en una época muy
álgida en el país.
A lo mejor puede ser por el desencanto debido a las
nuevas generaciones del periodismo con su estolidez, la poca reflexión y responsabilidad
en tener los que pocos tiene, como si la he tenido Francisco Velásquez, inteligencia
y carácter.
Y no es para menos,
a él le tocó vivir un momento crucial en
que existía otra definición y seriedad en el periodismo, lejos de ese ir y
salir y entrar a un determinado medio de comunicación y llegar a la cosa pública
donde el peso específico del periodista se ha perdido por depender directamente
de aquellos administradores que engullen a cada paso esa labor tesonera cómo es
el periodismo. La mala política ha avasallado estas mentes dóciles de periodistas
y un logro etcétera que claudican en la cosa pública y ahí mismo quedan desactivados
para regresar a este noble oficio, pero ellos, algunos, como ofidios dóciles regresan
al periodismo cuando ya han perdido credibilidad y apenas se les define nada
menos que como aquellos que borraron las fronteras entre la libre expresión y
el interés privado, muy legítimo, del poder como botín personal e indecente.
Francisco es de otro fuste y transparencia. Aquí en
esta conversación nos damos cuenta de sus inicios, de sus viajes a otros
lugares, de la presencia de la opinión, del manejo de algunos medios y, sobre
todo, de este ausente de testimonio que él conoce como nadie. Como algunas
veces ocurre quedaron algunos temas como el cine, la Medellín mafiosa no la dócil
y desde abajo narradas por alguno escritores, el ardor político de los 70. Pero
de todas maneras aquí hay una presencia del periodismo y de su periplo por esa ciudad,
Medellín tan cara a sus afectos.
De tal manera esta conversación es apenas un abrebocas.
Francisco, sabemos, tiene muchas presencias y cosas para contarnos, campos creativos
que escribir. De él esperamos estas reflexiones.
Muy clara y contundente {a conversación con el profesor Velasquez.
ResponderEliminarMedellin nos trae muchas sorpresas como esta
Muy interesante. Un abrazo a Pacho!!!
ResponderEliminarAsi es que se habla en este pais de mierda donde todos se ocultan para mantener sus privilegios. Me extraña que Francisco no escriba mas
ResponderEliminarMuy buena la conversación, reposada y llena de sensatez. La memoria esta en peligro y uds al menos tratan de vivificarla y custodiarla hasta donde este marasma de alzheimer social, lo permite. Estamos tan bombardeados de velocidad superflua que aveces caigo en el espanto al ver de frente la mediocridad que impera no ya en medellín, sino en el mundo. Estoy esperando en papel tu ensayo de nido de condores. cuando me lo facilitas? JD.
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