Ron Riddell y Saray |
El Caminante
Ron Riddell
(Fragmentos del poemario)
IX Las Ramblas
Puede
suceder en frente tuyo
mientras
miras hacia el otro lado
tal
vez estés almorzando ya tarde
bajo
la luz llena de palomas, muchos muertos
estábamos
demasiado ocupados eludiéndonos el uno al otro
buscando
bares, playas, mercados
no nos
dimos cuenta de que nos habíamos convertido en blancos
y no
vimos nuestras vidas pasar
más
allá del día, más allá de las flores
las
cartas, las lágrimas, los candelabros y abrazos…
no vimos
que nos habíamos convertido en blancos fáciles
de
carne y hueso, falibles, vulnerables
confundidos,
expuestos, buscamos vías de escape
de
entre la jungla de muros y túneles
las
alcantarillas y mazmorras, el aire sombrío
de
callejones sin salida, la mano oscura
de los
forajidos, robándose la luz
del
día, su color vestigial…
En la
procesión
la
gente está sosteniendo números
con la
esperanza de ser identificados
analizados,
clasificados
con la
esperanza de ser liberados
como
ejemplo de lo que el viaje
revela
acerca de nosotros
el
reto de la reconciliación
aceptado,
realizado
aunque
existan pocas para celebrar
lo
debemos hacer a pesar de todo…
XI
Algunas
cosas son tan misteriosas
es
como si no existieran, como si no hubieran sucedido
como
si nunca se hubiera derramado sangre
como
si nunca si hubiera cometido ningún crimen…
como
si las muñecas de las niñas
no
yacieran en pedazos en la calle
como
si los candelabros todavía estuvieran encendidos
y las
rosas descansaran a nuestros pies…
los dolientes
todavía están reunidos
con
pancartas protestando en paz
con
pancartas que profesan hermandad:
¡No
tenemos miedo! No, No, No pasaran.
XII
Tantos
gestos extraños, señales
que me
dado la vida
este
viaje, para yo interpretar
para establecer
su autenticidad
tomado
de la mano con extraños
como
yo lo hago a lo largo del camino
quienes
se han convertido en amigos
oportunidades
a prueba para crecer
¿Y
dónde vive ahora
pregunto,
ese viejo curtido, mezcla de
(caminante
y autor)?
¿En
alguna parte de estas calles escondidas?
¿Si
tomamos el auto, tal vez lo podamos encontrar?
Nosotros
podríamos preguntarle algunas cosas
acerca
de su nueva morada
las
formas impregnadas que deja en el aire
su
cualidad de despreocupación, ahora por fin
ha encontrado
su pobreza
y ha
pospuesto sus pretensiones
sus
sentidos anticuados
su
falta de ingenio y armonía
resueltas
en melodías recién encontradas
en una
arquitectura de esperanza & canciones sencillas…
XIII
Alejados
de los escombros de la noche
de la
decadencia brillante de la luz intermitente
¿Cómo
adaptarnos a
estas nuevas urgencias de ser
en
formas que se conviertan en nosotros y otros?
el
chal de la hermandad (presagiando un acuerdo)
tirado
sobre nuestros hombros
de tal
forma que nosotros, tomando
palos
para caminar, nuestros palos para hablar
podamos
bailar, podamos cantar a cada rosa
a cada
nuevo cielo, a cada nuevo final
a cada
abstención, a todo
inscribirnos
en un nuevo comienzo
que se
levanta al tiempo que nos levantamos de las cenizas
de nuestras
confusiones; encarnaciones
y
humillaciones
sonrientes
nos devolvemos hacia el futuro…
De los
vasos vacíos, suficiente
de las
tierras baldías, abundancia
exuberancia,
desintegración pacifica
(He
estado buscando todo este tiempo
a mí mismo,
a mi propia casa
cerca
del agua, cerca del mar) …
en la
unidad de una vida soñada
en la
unidad de un tiempo soñado
nos despertamos
después
de una etapa de nuestro viaje
en
medio de nuestro viaje
tomamos
nuestros garrotes, herramientas & taparrabos
y
observamos el cielo relampagueante
sobre
granos de polvo, piedra & barro
saludamos
las formas del mundo
no
más, no menos, saludamos & seguimos adelante…
Mejorada del Campo
Una curva en el camino
cerca de la cima de la colina
refleja la luz
las nubes navegan, nuestra casa está cerca
sin decir nada, diciendo adiós a
la hierba seca, los pinos secos
las hojas del álamo crujen, murmuran
el viento seco nos recuerda:
llegamos por este camino, llegamos por este camino
donde el olor a comida & a vejez perdura
donde al lado del camino peluches deshilachados
y cochecitos maltrechos permanecen abandonados…
no hay recompensa, el vaso está vacío
no hay trofeo, no hay tesoro
sino en los momentos de felicidad:
un grupo de niños quejumbrosos
que escenifican un circo en la calle…
Lisboa
y más allá
para Catia & Wilton
I
Lo que existe en la memoria
existe en el presente
y en el futuro
no importa el lente que usemos
siempre tendrá el mismo tamaño
por ejemplo, el puente suspendido
El Puente 25 de abril
que abarca el río Tajo
parece más grande ahora
que cuando lo vi por primera vez
tan alto, que un salto desde él
sería como caer sobre concreto
una caída hacia un muro
hecho de tiempo y espacio
memoria, agua
pero con la esperanza de un descubrimiento
en la profundidad fresca del
océano
un punto de entrada, una idea acerca
del paso del tiempo en el espacio
en el agua,
en el aire.
II
Voces del pasado tienen derechos
y hacen sus reclamos:
en medio del estruendo de un
tren que se desplaza temprano en
la mañana
bajo el cacareo de los gallos
en los patios polvorosos
las golondrinas cuchicheando sobre las cornisas
los canarios cantando desde los
balcones
la luna llena todavía está en su esplendor
los colores de Lisboa
los campanarios, palmeras, y parapetos
resplandeciendo con la promesa
de un nuevo mundo que espera
más allá del horizonte
el mar picante y brillante
también está esperando a que la
luz cante.
Pero ten cuidado al caminar
hay fantasmas durmiendo aquí
que no se alegran si los despiertas
(aunque ellos si nos pueden
despertar)
Al final hay una pequeña diferencia
entre amantes, esposos, amigos:
los ojos dicen la verdad, algunas veces la mentira
siempre nuestras preocupaciones.
III
El acueducto pasa por encima
los palacios de príncipes
exploradores, comerciantes, papas…
En el viaje, a medida que continúa
tiene pocos momentos
de descanso, contemplando
el compromiso de aprovechar el momento
teniendo siempre que conocer
siempre dispuestos a ceder
y entonces avanzamos, continuamos
siempre con la promesa de rosas
a nuestro alcance
nos sentimos agradecidos
a medida que la autopista nos
revela
mensajes habituales:
McDonald’s, Macro, VW
los productos que definen
nuestros hábitos e historias
mezclados entre castillos
de Romanos, Moros,
Cristianos y Visigodos…
viajando por la tierra azotada por el viento
el suelo reseco por el sol
esta vez
los olivos se ven por todas partes
los viñedos y las figuras de
hierro
que marchan sobre la tierra…
¿Por qué no dejamos de amargarnos el uno al otro
y dejamos que nuestras vidas
incidentales
continúen su rumbo?
IV
El momento florece
el momento pasa
a través de paisajes grabados
sobre ríos de cauce seco, ductos desechos
ganado loco por el calor…
él dice adiós con el último fado
que le canto a ella en Evora
en Evora él se para sobre el parapeto
y fija su vista desde Extremadura
hasta Extremadura; de un extremo a otro:
las murallas blancas, las baldosas de terracota
las llanuras saladas y resecas— ¿Cuántas vidas
vivió él así— ¿Hace cuántos
imperios, cuántas masacres
plagas, profanaciones?
De todas estas conexiones laberínticas
su voz regresa, su guitarra lenta…
este amor devuelto, este amor rechazado
está vigilia que todavía mantenemos
uno para el otro
hasta que salgan las estrellas
hasta que la lluvia suelte el hielo
sobre el puerto del pueblo viejo
ciudad de espías y etiqueta desvanecida
todavía un puerto para príncipes de África y Asia…
el fado que desaparece, de una vez por todas
por entre las calles adoquinadas
más allá de las calles de mercaderes harapientos
los rostros demacrados de los pobres
el cielo azul pálido y morisco
la tierra parchada de paja, completamente seca
donde las sombras brotan de las uvas
el repentino
rojo de la granada
en el sol del atardecer
más allá los viñedos los desechos de España
demasiado secos hasta para los buitres.
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