FRASEOLOGÍAS
DESGASTADAS
Darío Ruiz Gómez
El Ministro venezolano de Defensa ante los documentos que una
vez más comprueban la complicidad del régimen
de Maduro con las FARC y las llamadas Disidencias, con el ELN convertido en
autoridad en algunos Estados, ha
respondido olímpicamente que éstos no
son más que “unos falsos positivos” Ya había notado yo este equívoco semántico en la respuesta que un supuesto
campesino dio al investigador de un
noticiero bogotano de t.v. encargado de demostrar
que el Gobierno está mintiendo sobre la
cantidad del número de hectáreas erradicadas de coca:” “Aquí tiene –cito de memoria- lo que
son unos nuevos falsos positivos del Gobierno” El otro testigo era un ONG quien
finalmente para nada corroboró lo que, supuestamente, esa “rigurosa investigación había puesto
al descubierto”. El Director de este
noticiero es un virtuoso en
fabricar fake news no en aportar
argumentos críticos. Como un ser
civilizado he condenado siempre la despreciable
deformación de la llamada
disciplina militar, las salvajadas
cometidas por algunos militares abandonados en la selva y por esto condené en
su momento el asesinato de los muchachos de Soacha, de campesinos asesinados
al ser falsamente imputados de “guerrilleros” Pero la
exacerbada manipulación política de estos delitos por parte del inmenso aparato publicitario de
las FARC inflando el número de víctimas, convirtiendo lo que fue la
irresponsabilidad de unos pocos oficiales en un delito atribuible solamente
al Ejército y la Policía, propagando noticias falsas, tal como lo están haciendo en estos momentos; no solo falsea la verdad sino que utiliza la desinformación para
que olvidemos el escándalo mundial que
supone la bofetada de los 32.00
secuestros, el incesante reclutamiento
de niños, el asesinato de líderes
sociales e indígenas, las
“Operación pistola” .
El Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo sobre quienes he escrito en muchas
ocasiones a lo largo de estas últimas décadas, no ocultó nunca su cercanía a
las FARC bajo la estrategia –como me lo
señaló entonces Jaime Jaramillo Panesso, de intentar quebrar económicamente
al Estado demandándole continuamente
por delitos que nunca se habían cometido, y hoy, no ha sido condenado aún por haber inflado el número de víctimas de
la matanza de Mapiripán. ¿No es “Solidaridad
con los Presos Políticos” otro colectivo al servicio de las FARC y que en el
caso del cementerio de Dabeiba y la hacienda El Palmar infló desmesuradamente
el número de víctimas de los “falsos
positivos”? Lo llamaría técnica de Katyn, las fosas comunes donde los soviéticos enterraron
a mas de 20.000 sacerdotes, intelectuales, dirigentes católicos de
Polonia y atribuyeron la matanza a los
nazis hasta que casi cincuenta años después se descubrió la patraña de los
comunistas soviéticos. Vean una y otra vez el memorable film de Andrei Wadja
sobre esta atrocidad o pongan a Ramelli
a buscar las fosas comunes que dejó el sanguinario
Noveno Frente de las FARC en la autopista Medellín-Bogotá y el Oriente
antioqueño. ¿Cuántos falsos positivos
dejaron las FARC y el ELN en Urabá? Pero la JEP al igual que nuestras Cortes de
Justicia y al igual que la llamada Oposición se ha encontrado con algo inesperado y que la pandemia a sacado a flote: la total ausencia
en su jerga
político - jurídica del
lenguaje propio de la democracia, ajeno
a su activismo e imposible de
adquirir por quienes han vivido en las falsedades de las consignas totalitaristas . Ya lo señaló
clarividentemente George Orwell:” La relación entre los hábitos del pensamiento
totalitario y la corrupción de la lengua constituyen una cuestión de
importancia que no ha sido suficientemente estudiada” ¿No tuvo la oportunidad
de hacerse demócrata Jorge Enrique Robledo? ¿Cómo podrían darnos lecciones de
democracia Aída Avella o Jaime Caycedo? ¿Cuáles son las virtudes de ciudadano
democrático que respaldan al acusado de violación de menores, del delito de
secuestro, Lozada, para demandar a Darío Acevedo por haber hecha pública la
lista de víctimas del llamado conflicto armado, una lista que Lozada y la JEP
nunca han difundido como parte del reconocimiento de los alcances de esta
violencia “revolucionaria”? ¿Por qué la JEP se negó a aceptar ese colosal
archivo de la barbarie de las FARC que
les ofreció una y otra vez el para siempre recordado Herbin Hoyos, y que tendrá que dar a conocer al mundo
la Corte Penal Internacional? ¿Se
imaginan ustedes al criminal demente Beria, jefe de los servicios secretos de
Stalin, solicitando a sus jueces que se
ignore la cifra de 20.000.000 de
ciudadanos ejecutados por las fuerzas de represión estalinista? A los responsables de estas fábricas de
falsedades contra la verdad es, en
primera instancia, a quienes la justicia y la opinión pública deberían llevar ante
la justicia universal.
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