LA DERECHA CIVILISTA
Darío Ruiz Gómez
“Muchos han
perecido, decía Paul Valery, por no haber sabido soltar a tiempo el paraguas” Porque una situación límite como la que en el asalto al Congreso de los
Estados Unidos se acaba de producir fue
la ocasión para soltar a tiempo el
paraguas por parte de quiénes aún creían en sus propuestas y no seguir aferrados a lo que esa horda de desequilibrados pretendió simular haciéndose pasar como la consciencia de América, como el rescate de la autoridad y cuya
irracionalidad extrema continuará sacudiendo durante mucho tiempo nuestra fe en los valores de la democracia
norteamericana. Esos descerebrados que han
desconocido el esfuerzo de la civilización
y aún son
víctimas de sectas innombrables, convertidos en
histéricos patrioteros tal
como no los han descrito muchas
películas, muchos libros de investigación sobre la mal
llamada “América profunda”: lugares donde el linchamiento, la superchería han suplantado
la justicia. ¿No vieron recientemente una magnífica serie
como “The Watchman” con la ridícula e inventada “aristocracia” de
ricos pueblerinos con profundos estigmas psicológicos que impávidos emergen de la herida infectada del
prejuicio religioso en minorías sociales que a pesar de beneficiarse de los
logros del progreso tecnológico como el lujo y el confort, continúan recurriendo a exorcismos tribales? ¿Qué tiene que ver la manipulación de la ignorancia - que es siempre la regresión
a la horda- con los principios democráticos fijados en la
Constitución norteamericana en la cual el Partido Republicano afirmó su condena de toda forma de intolerancia? ¿No
es la democracia un juego de Partidos políticos
que han evitado lo que hoy
pretenden los extremistas blancos y los extremistas negros: una guerra cultural?
El Dr Fernando Londoño se pregunta si es
de centro derecha o de extrema derecha teniendo en cuenta las declaraciones del
Presidente Duque de haber estado contra la extrema izquierda y la extrema
derecha. Extremista de derecha no soy ha confesado abiertamente el Dr Londoño. Ya que ante los desmanes de
estas hordas desaforadas la pregunta
hacia un Partido como el Republicano
tiene que ver con su falta de fiscalización interna ante el personalismo
evidente de Trump poniendo a veces en peligro la seguridad del Estado. La treta a la cual recurrió el nazismo para
doblegar al pueblo alemán consistió en fanatizarlo mediante
el venenoso sofisma del regreso a la gran patria Alemania , la de las tradiciones de nibelungos y Walkirias sumergiéndolo en las tinieblas del esoterismo. “La
civilización, vuelvo a citar a Ortega y Gasset, no es otra cosa que el ensayo de reducir la fuerza a última ratio(razón).
Ahora empezamos a ver con sobrada claridad porqué la “acción directa” consiste
en invertir el orden y proclamar la violencia como prima ratio; como única
razón” ¿No es esto lo que Emerson
proclama y está inscrito en la Constitución norteamericana? Tenemos entonces que distinguir perentoriamente entre un populismo que recurre a los peores
instintos proclamando la violencia como su único método de acción –
esa extrema derecha que se confunde con la extrema izquierda- para invertir el orden, y, el pensamiento civilista
de la derecha histórica en la sociedad moderna. Pero la Derecha civilista
que en el pensamiento moderno , supone la vigencia de pensadores que se opusieron
con su vida tanto a los desvaríos del nazismo como del comunismo y hoy lo hacen
frente a un totalitarismo
disfrazado de folclóricas identidades raciales, de rockeros de poncho y
alpargatas, muestras del recurso a la “acción directa” de los grupos de Choque tal como perplejos lo vimos – y los seguiremos viendo- en los
desmanes propiciados por el
petrismo, Fecode y la izquierda radical : con ataque directos a la
policía, incendios programados, destrucción
de pequeños almacenes, obstrucción del transporte, irrupción de millenials y Ninis, exhibición de su unidimensionalidad, de un
deplorable borreguismo mental. De lo que se trata pues es de no caer
en estos maniqueísmos manipulados por la llamada verdad postmoderna y defender
al ciudadano y a las ciudadanas de este intento de acabar con las libertades
individuales y el derecho a pensar de manera diferente.
Es tamos pues en ese
punto límite donde la derecha civilista puede equivocarse gravemente
y sin saberlo, estarle abriendo espacio, identificarse incluso, con el extremismo populista cuando lo irracional se impone a la lógica propia de
la democracia. ¿Quiénes supieron soltar a tiempo el paraguas? Porque no se trata del enfrentamiento entre
opositores y seguidores de Trump, sino que ante este desmedido intento de
sedicción que ha permitido que emerja el
rostro oculto de un autócrata narcisista, se hace perentorio dejar en claro que Trump en modo alguno ha
representado a la Derecha histórica. El derecho
a contradecirse es para Camus aquello que permite la evolución del pensamiento y el lograr contar con la inteligencia para
saber leer los hechos en su misma evolución. De este modo soltaron el
paraguas a tiempo “Fox News” “The New York Post” y hoy ya muchos
empresarios republicanos que acompañaron
a Trump hasta que se dieron cuenta de quién se escondía en él y de este modo el Vicepresidente Pence dio una
lección de afirmación de la libertad al
poner la democracia por encima de la presunta lealtad a quien en esos momentos era ya un peligro
para la nación. ¿Porqué nadie menciona a Putin? ¿Entienden lo que afrontaremos
en el 22?
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