Marcha por la Vida y los lideres asesinados / Medellín / 2019
...
Víctor Bustamante
sobre la
cinta de color negro hay inscritos unos 500 nombres con letra blanca
varias
personas como un negro sudario la exhiben al calor de los caminantes que
prosiguen la marcha,
más allá
desde, el camión con maestros el perifoneador dice los nombres de cada una de
estas personas de destino desconocido o asesinados a sangre más que fría, llena
de odio
más atrás,
empatando el reclamo de viva voz, otra persona lee la larga lista de
desaparecidos y de asesinados
por la vida todo, contra
la vida nada, grita alguien
y es que
en las calles y en los
barrios altos
en el centro y en los
edificios
en las aceras y en las
escaleras
en el capot de los
carros y en el emblema del anuncio con un reclamo
alguien fue asesinado
en las listas negras de
las oficinas de sables y de fusiles
de pistolas y granadas
de cartucheras y
tanquetas
en quienes deben
proteger la vida
alguien fue asesinado
sobre los caños y en los
maizales
en la lejanía del
amazonas y en la quema de las selvas
en las piedras pulidas
por el río
y en las noches del
oprobio de las carreteras sin nombre
hay cruces con nombres y
fechas de cadáveres que nadie reclama
en quienes entierran
minas quiebrapatas y leen a códigos anacrónicos con una extraña contravención
y dicen defender al
pueblo como algo volátil
y portan en sus fusiles
mirilla telemétrica para disponer a su antojo sobre la vida de quienes son
diferentes
en los miedos y en las
sombras
en las iniquidades y en
los refugios de las casitas de campesinos ignorados
en sus pequeños cultivos
de pan coger y en la ínsula de sus vidas sencillas
el miedo campea todavía
cuando los anuncios de las amenazas
escritas con odio son
distribuidas por parques y encrucijadas
entonces continúan los
muertos sin mirar las estrellas esta noche
o los faroles de los
alumbrados por los pueblos a lo largo del territorio nacional
en las cimas del cauca y
en las montañas del caudal de cada día alguien es asesinado
y quienes vieron callan
y quienes ejecutaron
callan
ya que el ápice de una
palabra
la descreencia de una
parte y las creencias de otra parece que no se pueden conjugar
y así por esos caminos
de esas montañas por esas cimas de frio y de verde letargo
alguien fue asesinado
solo resta marchar en
esta tarde de julio
solo resta reclamar en
esta tarde de julio cuando desde los altoparlantes se leen las listas de los
asesinados este año
asesinados con puñales o
con tiros
desde la animadversión
de una palabra hasta la mirada de un gesto de justicia
por eso la lista es
larga como esa misma noche negra negrísima donde vivimos
en el teatro de los
acontecimientos
y en el theatrum mundi
en los escalones para la entrada y en los escalones para la salida
en las garitas de los
vigilantes al borde de las carreteras y en plena calle
en el lujo de las
sombras y en el césped de las ciudades brota cada noche la rosa roja de la
muerte
quienes vieron callan
y quienes ejecutaron
callan
nunca la vida había sido
tan despreciada
nunca la vida había
rebajado a la pobreza y sin dolor de quienes la ejecutan
en las oficinas de los
asesinos y en las guirnaldas de su desencanto e iniquidad
las babas con ciertas
órdenes continúan
así en el oro de la
tarde así como en el tablero negro de las noches
o en la urna de una
tarde azul como un mar sobre su cielo
allí en los arroyos y en
los ríos
allí en sus caudales y
en sus aguas
siguen bajando los
torturados y los que fueron empujados a no poder decir nada
por cumplir con la
justicia y aplicar lo dictado fue asesinada una juez mientras sus compañeros no
escuchan ni leen porque no se interesan en la protección
en quienes critican y
reclaman serenidad
en quienes critican y
piden justicia
en quienes reclaman y
piden justicia
en quienes piden mejores
condiciones para poder tener un sabor alegre y un dominio en paz
hay asesinados anónimos
que luego aparecen en el llanto de sus madres e hijos
si defiendes los bosques
y los arboles
si defiendes los ríos y
los arroyos
si defiendes el clima y
los cielos y las sombras agrestes de las noches y de la poesía
si defiendes los páramos
y las letras
si defiendes los
derechos humanos
puedes caer
no bastan las flores ni
los reclamos
no bastan las coliflores
que crecen en la boca llena de tierra y odio
no basta saber de las
calles ensangrentadas y de las manos calcinadas de humo y alambre de púas de
los embozados que huyen
caminamos por los
testigos sin testimonio que no fueron escuchados
caminamos por los
testigos ya sin nombre en un país lejano
caminamos por el
testimonio de alguien que no pudo contarlo
por las luces que se
encienden al caer la noche
y pisar las calles
sabiendo
que en esta larga
plegaria hoy asesinarán a alguien que reclamó o dijo algo.
....
estado mayor del
neonadaísmo
desde las calles de
Medellín
julio 26 y 2019
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