lunes, 26 de noviembre de 2018

Un tango y un adiós para Bertolucci / Víctor Bustamante




Un tango y un adiós para Bertolucci

Víctor Bustamante

En esta  mañana, lunes 26 de noviembre,
Llegan noticias desde Roma por la red de hilos de araña, un titular de El País añade:
Ha muerto Bertolucci
Lo que acerca a la levedad y a lo frágil de la vida:
Como un soplo  que damos en el tiempo,
Como una bocanada de aire,
Como un paso que se pierde en el camino,
Como una palabra escrita en alguna hoja,
Como un fotograma cortado en alguna escena,
Como una hoguera que nos ha calentado en la noche y en la mañana son las cenizas del humo gris que se deshace en el aire y hacia el aire,
Como un sueño que se deslíe para siempre en la mañana,
Como un color que se desvanece en un aguafuerte,
Como la sed que nunca apaga un licor recio,
Como un deseo incontrolado que solo agasaja un instante y huye como una flecha que va hacia el corazón de la otra  muerte.
Esta mañana el silbo de la huida ha pasado por las puertas de su casa en El Trastevere,
Ha visitado los anaqueles de su estudio con los proyectos de películas
Ha ojeado sus filmes largo rato, sobre todo, El último tango en París, con la cual ha sentido una París, crepuscular y nocturna,  mientras Brando es  Brando y Mary Schneider es Mary Schneider: ambos envueltos en la tarde misma, arcoíris sin lluvia de ocres, pero del matiz del purpura, junto a tonos de beige, pero también pinceladas de marrón y rosa,
El rosa de la carne drenado de la misma sangre, el cuerpo del rosa que se deslíe, tarde de 1972, con su sangre hacia la muerte.
Ellos se representan así mismos sin otros nombres ni orden, y ahí mismo Bertolucci se representa también así mismo
Mientras las notas con el acento de saxo y sexo, cuerdas y terciopelo, de Gato Barbieri ahondan en el interior de ese hotelito austero, de esas calles plenas
Donde dos vidas acortan sus líneas porque allí debían encontrarse.
Ella va por los sótanos de su casa
Va por los últimos escalones
Van sin boletos de regreso ya que la vida es un simple viaje
Bordeado de lo que hicimos
Que luego se apaga así de golpe
Como cuando soplamos la llama de una vela en la plena noche
De nuestros desvelos, de nuestras utopías
Y entonces sabremos que siempre hemos estado en el mismo sótano
Esperando que llegue la muerte para llevarse todo lo que hemos escrito,
Lo que hemos filmando ,
A quienes hemos amado de una manera inútil
Ya que pronto seremos la nota perdida en un archivo
Una línea anónima cuando alguien pronuncie tu nombre;
Lentos pero certeros naufragios
 “Cuando miro mucho al presente. Miro sin estar presente”,
Añade Bertolucci mientras camina por París, buscando locaciones y se ha detenido al frente de una callecita perdida pero no quiere regresar
Lentos pero seguros naufragios ya no en Tánger, ya no en la Ciudad Prohibida, ni en la pisada de tu estrella de Los Ángeles
Mejor va a su jardín para buscar la rosa blanca dejada por Attilio, su padre,
Sabe que en ese jardín
En la desmemoria de la niebla, mortaja de noviembre, repite:
Es un retrato tuyo hace setenta y siete años / un poco desmemoriado, / como tú eras entonces.

 Zamora, Medellín, nov 26 / 2018









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