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Carlos Saura en Medellín
Víctor Bustamante
Esperamos en el
Teatro Lido con Darío Fernández, con Raúl González, con Andrés Upegui, con
Carlos Puerta, con Darío Calderón y
Alfaro Cadavid, para sorpresa llega y pasa
Carlos Saura junto a nosotros mortales y soñadores del cine. Lo
acompañan tres señores. Ya es un hombre mayor, todo un cineasta total, da la impresión de ser muy serio y de una
saco mi cámara para filmarlo. No quiero que su visita pase desapercibida, él se
merece un pequeño homenaje, debido a la exactitud de su presencia. Me amilano
un poco al filmarlo cuando mira a la cámara. No quiero importunarlo ni ser un
paparazi intimidatorio. Luego se sitúa a la entrada, conversando con sus acompañantes,
se asoma al negocio de enseguida y ya otra vez a la entrada del Lido. Sé que
sabe cómo se siente filmado. Ojalá no se moleste, me digo, mientras mis
compañeros de fila lo miran y hablan sobre sus películas.
Su visita es un acontecimiento
magnífico en la ciudad. Hay una larga fila de cinéfilos ansiosos por encontrar
respuestas, muchos esperaban detrás de nosotros y como nosotros que la primera
visita del realizador y fotógrafo español resolviera algunos de las innumerables
dudas, momentos oscuros, aberturas, que pueblan sus películas: que explicara la
razón por la cual los personajes de sus películas se esconden en cierta
intimidad. Hay una película que fue un
hito, Cría cuervos, donde el encierro
de unas adolescentes llevan a equipararla como una crítica a la España
franquista, que su banda musical, es decir la canción de José Luis Perales, Porque
te vas, se convirtió en toda una balada que aglutina.
Saura, a sus 85
años, mantiene su creatividad que se manifiesta en un cine antes tan perturbador como
fascinante, tan de crítica social, tan crítico, Cría cuervos, como Ana y los lobos, Elisa vida mía, Mamá cumple
cien años, capaz como pocos de conciliar con la censura y su creatividad. Lo cual ha decantado en la serenidad de mirar
a sí mismo el proceso de cultura popular que lo embarga en los últimos años. Ya
que opta muchos más tarde por algo inédito buscar aquella sensación de España
que estaba presente y nadie la ha filmado como él, Carmen, Bodas de sangre, Flamenco Flamenco. Saura, ahora inmerso en
indagar por la música de España, ha encontrado un filón que a nadie había
visto, y en esta charla nos da una aproximación sobre su acercamiento a esa
tradición riquísima en la diversidad de su país.
Tan cordial como concluyente,
Saura desmontó con facilidad la referencia a sus películas pasadas, como si
evitara sumirse en ellas o sintiera cierto hastío por hablar de sus caminaos ya
transitados, solo piensa en lo que realiza en el presente, lo afirma con
una pasmosa serenidad como si dejara de interesarle
su acervo cinematográfico. El diálogo con Tabernero hizo referencia, a pesar de
su cautela, con muchos de los tópicos que se asocian a su cine, y, sobre todo,
con ese camino que se consolida con Carmen
y Bodas de sangre, como si necesitara indagar en esa formación musical legada
por su madre y, de esa manera, antes del avasallamiento de las músicas electrónicas,
él quisiera ser el testigo de esas músicas populares que mantienen una amplia tradición
en España. A ello añade un tópico fundamental, y es que esas músicas del folclóricas quedan
algo esquematizadas pero sin dejar de perder su valía, en cambio el flamenco da
una posibilidad diferente al mezclarse con otros aportes musicales, dando la impresión
de que las músicas transitan por el mundo y regresan y dan un toque de su presencia
sin perder su valía, su originalidad.
Victor eres un creativo y estas presente siempre en todo lo de esta ciudad.Besos
ResponderEliminarEs la visita de una gran director y Víctor nos la enseña de una manera total abrazos muchos abrazos y felicitaciones.
ResponderEliminarPARECE INCREIBLE QUE UN DIRECTOR DE ESTA TALLA NOS VISITE..
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