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LAS CASAS DE
DON EFE GÓMEZ
Orlando Ramírez Casas
Alonso
Álvarez Gaviria, para servir a usted… como antioqueño del puro plan de la villa de Medellín…
Nacido en la Quebrada
Arriba entre el Puente de Mejía y el Puente de La Toma”.
Así se presenta el personaje biografiado
al narrador en el cuento “El paisano
Álvarez Gaviria”, en la semblanza que hizo el ingeniero fredoneño Francisco
“Don Efe” Gómez Escobar, quien de soltero trabajó en el Chocó donde debió
conocer a alguien cuyas señas quedaban retratadas en este cuento en que hace
nacer al personaje en el barrio de la Quebrada Arriba a orillas de la quebrada
Santa Elena, la que hoy corre cubierta por la arborizada avenida La Playa de
Medellín, avenida que recibe ese nombre porque cuando la quebrada corría
descubierta sus orillas estaban bordeadas de arena donde las mujeres iban a
lavar ropas y los hombres a mazamorrear oro en batea. El personaje del cuento
dice que nació “entre el puente de Mejía,
y el puente de la Toma”, lo que sitúa su venida al mundo entre la carrera
45 (El Palo) y el puente que une a los barrios de Buenos Aires y Enciso
(carrera 32).
– Yo conocí
la quebrada cuando estaba destapada –nos dice la octogenaria doña Isabel Gómez
vda. de Correa, hija del maestro Efe Gómez, quien a sus 87 años conserva una
lucidez, una vitalidad, y una amabilidad envidiables.
A unos 50 metros de la avenida La
Playa en cercanías del puente de Mejía, sobre la carrera Córdoba (carrera 42
nro. 50-69), vivió el maestro Efe Gómez sus últimos años; y allí lo veló en
1938 su viuda, doña Inés Agudelo Zuluaga, antes de ir a vivir con sus huérfanos
a la casa de Ayacucho con Mejía Peláez que se conoció como “Casa de don Efe Gómez”. Don Efe Gómez no
vivió en ella. “Esa casa nos fue regalada
por iniciativa de doña Sofía Ospina de Navarro, porque habíamos quedado muy
pobres, ya que mi padre ganó plata a montones pero fue despilfarrada en la vida
bohemia”. Cuando se casaron, Don Efe tenía 50 años de edad y su esposa 20,
pero 30 años no fueron óbice para ese matrimonio que se realizó entre “mi padre, que era un hombre buen mozo; y mi
madre, que era una mujer muy linda”, según cuenta doña Isabel; como tampoco
lo fue el hecho de que Don Efe, soltero consuetudinario hasta ese momento,
tuviera 7 hijos con una campesina de los lados de la finca de sus hermanas en
El Picacho “de los que sólo sobrevivieron
el mono Bayardo, un pelirrojo pecoso que era un tarambana al que mi padre
quería mucho y mi madre toleró a regañadientes; y Cecilia, que con ciento y
pico de años aún vive en un asilo de los Estados Unidos”.
– Mi padre,
soltero y parrandista, llegaba a veces de madrugada a la finca donde vivía en
El Picacho; y entraba al cuarto donde dormía montado en el caballo que dejaba amarrado
a la baranda de la cama, porque no tenía alientos de llevarlo a la pesebrera.
Dentro del matrimonio Don Efe tuvo
con doña Inés doce hijos, incluidas dos parejas de mellizos que le hicieron
decir al maestro que él había nacido dotado “con escopeta de dos cañones”. “La
casa donde murió mi padre está intacta, como entonces, y es ahora el restaurante
La Antigua, frente a las instalaciones de El Pequeño Teatro”. Queda en
diagonal porque el frente, propiamente dicho, es el callejón (calle 50 A) de la
Universidad Cooperativa de Colombia. “Yo
era una adolescente de 14 años cuando él murió, pero me impresionó que cuando
lo estábamos velando en la sala de la casa salí a la esquina en el momento en
que bajaban con una carretilla y en ella transportaban el busto de mi padre que
habían desmontado de su lugar y no sé qué se hizo, o adonde lo llevaron. Sentí
como si en esa carretilla estuvieran trasteando su memoria”.
Nunca tuvo casa propia el maestro
Efe Gómez, puesto que la casa de Ayacucho, con su bello antejardín, sus cinco
habitaciones, su pileta, su pozo de agua propia, y su amplio solar sembrado de
frutales, había sido el sueño que don Efe no pudo ver cumplido en vida. “La soñaba desde que estaba de novio con mi
madre, que de soltera vivía en la casa del frente con mis abuelos”. Los
abuelos maternos fueron el abogado Avelino Agudelo y doña Anita Zuluaga, padres
de doña Inés. “Que construyeron una
mediagua en el solar, con entrada por la calle Colombia, para que viviera en
ella mi tío Miguel, que fue el autor de la letra del bambuco Antioqueñita, con música
de Pelón Santamarta”. La casa que fue de don Avelino es ahora un centro de
diagnóstico automotriz; y la que fue de doña Inés en su viudez, contigua al
estadero Jardín Clarita, fue derrumbada y es ahora un parqueadero y cambiadero
de aceites para carros, y su acera una fritanguería callejera de chunchulla, dando
cumplimiento a la letra del tango: “Se
van, se van, las casas viejas queridas”.
En varias casas vivió el maestro Efe
Gómez. La primera, en Maturín entre Pascasio Uribe y Recaredo de Villa, “fue donde nacimos la mayoría de los hijos”.
Era propiedad del canónigo Jesús María Marulanda, pero fueron desahuciados
porque el canónigo necesitaba “ponerla a
rentar debidamente”. Fueron a vivir algunos en una finca del padre Agudelo,
en Bello; y otros donde las tías Gómez. “Luego
vivimos en una casa de El Palo entre Cuba y Miranda, y después nos fuimos para
la casa de la finca Miraflores, rodeados de mangas y de vacas de ordeño”.
Cuando la situación económica mejoró, alquilaron una casa amplísima de dos
pisos donde cupieran los Gómez Agudelo en el primer piso y las hermanas Gómez
Escobar en el segundo. Estaba situada frente al Instituto Isabel La Católica o
CEFA, en cercanías de la Plaza de Flórez. “De
allí nos fuimos a vivir a la casa de Córdoba entre Colombia y La Playa, donde
murió mi padre”.
– Ojalá conserven
esa casa donde él murió. Sería una lástima que también la tumbaran; como sería
una lástima que demolieran la casa donde nacimos casi todos nosotros en Maturín
con Pascasio Uribe –nos dijo doña Isabel Vda. de Correa.
– Nada de
raro tendría, doña Isabel –le dijimos– los paisas somos más buenos para tumbar
monumentos arquitectónicos que para mantenerlos.
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Y eso que nos hemos ganado el primer puesto como la ciudad mas innovadora del mundo. Como hubiera sido si cuidaranos nuestro aptrionio
ResponderEliminarBien, muy bien. Felicitaciones y mis mejores deseos.
ResponderEliminarPor esto también Medellín es la más innovadora mientras la ciudad se destroza por dentro
ResponderEliminarNO A LOS PUENTES PEATONALES:
Mientras en las ciudades se sigan construyendo puentes peatonales, presentados como símbolo de progreso vial por parte de los gobiernos, y sean aceptados como tal por los ciudadanos, sobre todo de los peatones, la cosa seguirá jodida. ¿Por qué debe ser el peatón el que tiene que subir escalones o rampas para que el automovilista no pierda unos minutos de su "preciado" tiempo en auto? Porque hay que señalar que esos puentes peatonales no se hacen pensando en el transporte colectivo sino en el automóvil individual. Cuánto espacio se destina en vialidades, estacionamientos y hogares al auto: las ciudades no son ya de las personas sino de los autos y que alguien explique si eso no es un absurdo.
Extraordiaria nota. Felicitaciones
ResponderEliminarApreciados amigos este es el Medellín real el otro, es el que pertenece a la ciudad dizque más innovadora. Es la ciudad mentirosa que no conocen nuestros dirigentes,
ResponderEliminarFelicitaciones por enséñanos a conocer la tacita de plata
En muchas ciudades, la innovación está vista como el resultado de un momento sublime de la administración. Sólo una clase especial de personas (los innovadores, los creativos que no olvidan lo qué significa todo el conjunto de una ciudad) son capaces de tales grados de genialidad, y la forma en que lo hacen escapa a toda lógica.
ResponderEliminarEn primer lugar, las ciudades deben comprender que la innovación no es un ingrediente esencial, sino un proceso que debe ser cuidadosamente ejecutado sin olvidar sus valores. La innovación tiene poco o nada que ver con la suerte, y aunque la inspiración y las genialidades pueden ser elementos útiles en un proceso de innovación, es mucho más importante la forma en que la ciudad sistemáticamente aborda su complejidad-
Gracias por el envío y felicitaciones
Hay que aclarar que Medellín fue designada como la ciudad más innovadora del mundo por su "progreso y potencial", mientras Nueva York competía por su "alto nivel cultural y su expectativa de vida" y Tel Aviv por su "liderazgo en tecnología e investigación". Es decir, no es que Medellín sea la mejor en todo, sino que, probablemente, impresionó por lo de siempre: en vez de la ciudad sórdida que muchos imaginan, lo que descubren es una ciudad limpia, con calles pavimentadas, servicios públicos de excelencia y gente amable. El contraste entre lo que esperan y lo que encuentran, enamora a los foráneos.
ResponderEliminarSOS: Patrimonio en riesgo inminente de de destruccion
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El abandono, la indiferencia sobre su restauración, el paso del tiempo hacen mella en bienes de interés cultural que deberían tener garantizada su protección
Que tristeza que no cuidemos este Medellin tan boniro. Pero asi es la vida, ahora me siento hijo de EFe Gomez un escritor de verdad que no han traducido a cuarenta idiomas como los de esa iglesia qeu se jactan por todo
ResponderEliminarSe requiere de un frente unido para salvaguardar nuestro patrimonio en peligro de deconstrucción; los gobiernos y urbanizadores se encuentran acecho.
ResponderEliminarCABAARVI
Se requiere de un frente unido para salvaguardar nuestro patrimonio en peligro de deconstrucción; los gobiernos y urbanizadores se encuentran AL acecho.
ResponderEliminarCABAARVI
nE GUSTA LA IDEA ES ENCESARIO SLVRAGUARDAR NEUSTRO APTRIMONIO POR ENCIMA DE LOS POLITIQUEROS QUE NO SABEN ANDA DE LA CIUDAD
ResponderEliminarProtestemos todos contra la politiquería, que coloca en los ministerios de cultura, personajes que no les duele nuestra cultura, ni nuestra historia.
ResponderEliminarExcelente
ResponderEliminarmuy bien lo que estan haciendo estas personas seria bueno reconocerles esto a niver cultural y apoyarlos para que este espacio sea mas visitado y foralecido para reconocimiento y por que no de consuLtas para los estudiantes .
atte
HERNANDO BARCO