miércoles, 24 de octubre de 2012

Neruda en el corazón... de Stalin (2)



Osip Mandlestam




Neruda en el corazón... de Stalin (2)

A la memoria de los poetas asesinados

Desde la eternidad, quienes homenajean a Pablo Neruda poeta adicto a dictadores y genocidas, sabrán que la historia no es un basurero sino el letal señalamiento con su dedo sangriento a quienes prohíjan este tipo de eventos.
Allí en primera fila estarán sentados con su palabra derrotada y con la vileza de los asesinados, Osip Mandlestam, Isaak Babel, y los cuarenta millones de soviéticos muertos en la era nefasta de Stalin.
Y NADIE NI LOS POETAS DEL MOVIMIENTO POÉTICO MUNDIAL Y NI NERUDA NI SUS FANS DE MEDELLÍN LO SABÍAN.
Quien celebra a un poeta, como Neruda, que le escribió poemas a genocidas, no tiene espíritu libre y está cohesionado por el odio al espíritu crítico y de libertad.
Lamentamos que poetas de nuestra generación se embarquen en este tipo de celebraciones que envilecen la actitud y actividad poética., ya que uno celebra poetas nobles.
Qué vergüenza que esto ocurra en Medellín.
..

Estado Mayor del Neonadaismo
En réquiem permanente como homenaje a los poetas 
a sus pueblos masacrados por el fascismo de izquierda.

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Epigrama contra Stalin

 Osip Mandlestam

Vivimos sin sentir el país a nuestros pies,
nuestras palabras no se escuchan a diez pasos.
La más breve de las pláticas
gravita, quejosa, al montañés del Kremlin.
Sus dedos gruesos como gusanos, grasientos,
y sus palabras como pesados martillos, certeras.
Sus bigotes de cucaracha parecen reír
y relumbran las cañas de sus botas.

Entre una chusma de caciques de cuello extrafino
él juega con los favores de estas cuasipersonas.
Uno silba, otro maúlla, aquel gime, el otro llora;
sólo él campea tonante y los tutea.
Como herraduras forja un decreto tras otro:
A uno al bajo vientre, al otro en la frente, al tercero en
[la ceja, al cuarto en el ojo.
Toda ejecución es para él un festejo
que alegra su amplio pecho de oseta.

- Trad. por José Manuel Prieto

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Noviembre de 1933
Sobre un poema de Osip Mandelstam


Por José Manuel Prieto


A Osip Mandelstam le costó la vida un epigrama contra Stalin. José Manuel Prieto reconstruye ese terrible capítulo del totalitarismo al presentar esta traducción, comentada verso por verso, de la célebre sátira.

I

En 1996 el historiador Jean Meyer, que por aquel entonces daba los toques finales a su libro Rusia y sus imperios, me pidió que le tradujera del ruso un poema del poeta Osip Mandelstam (Varsovia, 1891-campo transitorio de Vtoraya Rechka, cerca de Vladivostok, 1938). La perestroika estaba todavía cerca y yo había recién publicado una traducción del Réquiem de Anna Ajmátova, uno de los más importantes poemas políticos del siglo XX. El poema que Jean Meyer quería incluir en su libro era el muy conocido “Epigrama contra Stalin”, que empieza con el verso: “Vivimos sin sentir el país a nuestros pies”. Como cualquiera que hubiera vivido en Rusia en aquellos años de fines de los ochenta y principios de los noventa yo conocía muy bien el poema y en más de una ocasión lo había recitado en voz alta, admirado por sus indudables cualidades formales, en particular el verso inicial: My zhibiom pod saboyu nie zhuya strani, palabras de una fuerza casi mágica. Del poema no existía ninguna versión en castellano y la versión en francés que aparecía en el recién publicado libro de Vitali Shentalinski, De los archivos literarios de la KGB, era tan pobre comparada con el bellísimo original ruso que de inmediato comencé a traducir una variante más satisfactoria en el margen de la página. En mi traducción improvisada busqué captar el encanto del poema y a la vez conservar la severa gravedad de sus versos. Trabajé varios días en una versión que Jean Meyer terminó incluyendo en su hoy día muy celebrado libro y que luego clavé sobre mi escritorio. El poema le había costado la vida a Mandelstam y escribirlo había sido un acto de increíble valentía, de arrojo, o más bien de integridad artística. Por años no he dejado de pensar en él, de leer todo lo referente a su creación y más que nada a la reacción terrible de su destinatario. Tan sólo una cosa no me dejaba en paz: a pesar de que lo había traducido con el mayor esmero y paciencia, no había quedado del todo satisfecho con el resultado. El poema no terminaba de cuajar en español, parecía una copia muy pálida del original tan bello y potente, como cincelado en ruso. Esto es porque a diferencia de la obra de un poeta como Joseph Brodsky, a quien también he traducido in extenso, la poesía de Osip Mandelstam es de una concentración asombrosa, poco discursiva. De ahí que me sea virtualmente imposible traducir de manera satisfactoria todas las sonoridades, la riqueza de muchas imágenes que no logran caer o encajar totalmente en la lengua de llegada, el castellano en este caso. En la operación se pierde el aura de significados y alusiones que rodea cada palabra en la versión original, absolutamente transparente para el lector en lengua rusa. Como si de todo un árbol sólo lográramos transplantar las ramas más gruesas y todo su follaje, verde y cambiante, quedara en el territorio de la otra lengua.

Estaba el hecho, además, de que el poema es rimado, como casi toda la poesía rusa, pero escogí verterlo en verso libre escarmentado por los fallidos intentos de tantos traductores que, con más buena voluntad que pericia y con una idea a mi modo de ver equivocada sobre cómo traducir poesía rimada, elaboran versiones que difícilmente funcionan en castellano. En cualquier caso, terminé publicando aquella versión y recibí muchos elogios. Pasaron los años, más de diez y no había vuelto a leer mi versión del epigrama hasta fecha reciente, con vistas a incluirlo en una Antología personal de la poesía rusa que estoy preparando. Tras una atenta relectura no creí posible cambiar ninguna de las soluciones que en su momento hallé para su traducción pero sí consideré pertinente añadirle unos comentarios que buscan transmitir al lector ese halo de significado del que hablo más arriba. He creído además importante y hasta necesario aportar una relación detallada de las circunstancias históricas que rodearon su creación, algo totalmente necesario dadas la personalidad de su creador, la naturaleza del poema en cuestión y las terribles consecuencias que terminó acarreándole.

Una última cosa antes de pasar al poema y a los comentarios: como ya dije, en Rusia se le conoce como el “Epigrama contra Stalin”, un nombre que algunos consideran desacertado porque supone una disminución de su importancia. Según algunos, este nombre se trató de una maniobra de los amigos de Mandelstam (entre otros, Boris Pasternak) para equipararlo a esas pequeñas piezas de ocasión que buscan zaherir, satirizar, y que hallaron su máximo exponente en Marcial, el poeta latino del primer siglo después de Cristo.

Descrito por un crítico como las dieciséis líneas de una sentencia de muerte, es quizá el más importante poema político del siglo XX, escrito por uno de sus más grandes poetas y contra el que fue, bien podría afirmarse, el más cruel de sus tiranos.
...
(Letras Libres)




24 comentarios:


  1. Esperamos que los desalmados que fingen como poetas respeten este homenaje a un verdadero poeta : Osip Mandlestam

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  2. Este blog estuvo cerrado 24 horas por inventario.

    En sus depósitos sólo se encontró odio y veneno. Nada de poesía.

    No había nada más.

    Se firma en constancia,

    Jefe de Inventario

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  3. Posdata:

    Doy fe de que el dueño del blog está totalmente enfermo. y que los únicos alimentos que se observó que esta deglutiendo con difícultad extrema, son más porcionjes de veneno y odio. Se teme lo peor.

    Jefe de Inventario

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  4. Neruda en el corazón de Stalin (3)

    Bravo Víctor. Ahí te vimos bien con tu gorra de policía.
    Estás demostrando muy bien lo que eres y lo que siempre fuiste.
    Eso se llama franqueza (de Francisco Franco).
    Así queríamos ver al neonadaismo (c0ontrarrevolucionario a morir).
    Bravo por la persecución a los poetas, especialmente al estalinista de Neruda

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  5. Loa de la dialécticaCon paso firme se pasea hoy la injusticia.Los opresores se disponen a dominar otros diez mil añosmás.La violencia garantiza: «Todo seguirá igual.»No se oye otra voz que la de los dominadores,y en el mercado grita la explotación: «Ahora es cuandoempiezo.»Y entre los oprimidos, muchos dicen ahora:«Jamás se logrará lo que queremos».Quien aún esté vivo no diga «jamás».Lo firme no es firme.Todo no seguirá igual.Cuando hayan hablado los que dominan,hablarán los dominados.¿Quién puede atreverse a decir «jamás»?¿De quién depende que siga la opresión? De nosotros.¿De quién que se acabe? De nosotros también.¡Que se levante aquel que está abatido!¡Aquel que está perdido, que combata!¿Quién podrá contener al que conoce su condición?Pues los vencidos de hoy son los vencedores de mañana y el jamás se convierte en hoy mismo.

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  6. Doctrina y opinión de GalileoCuando el Todopoderoso lanzó su gran «hágase»,al sol le dijo que, por orden suya,portara una lámpara alrededor de la tierracomo una criadita en órbita regular.Pues era su deseo que cada criaturagirara en torno a quien fuera mejor que ella.Y empezaron a girar los ligeros en torno a los pesados,los de detrás en torno a los de delante, así en la tierra comoen el cielo,y alrededor del papa giran los cardenales.Alrededor de los cardenales giran los obispos.Alrededor de los obispos giran los secretarios.Alrededor de los secretarios giran los regidores.Alrededor de los regidores giran los artesanos.Alrededor de los artesanos giran los servidores.Alrededor de los servidores giran los perros, las gallinas ylos mendigos.

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  7. No soy yo quien grita

    No soy yo quien grita: es la tierra que ruge.
    ¡Cuidado! ¡Cuidado! ¡El diablo ha enloquecido!
    Escóndete en el fondo limpio de los manantiales,
    fúndete al cristal de la ventana,
    ocúltate tras los fuegos de los diamantes,
    bajo las piedras, entre los insectos,
    escóndete en el pan recién salido del horno,
    oh, tú, pobre, mi pobre.
    Con el fresco aguacero fíltrate en la tierra.
    Es inútil que sumerjas tu rostro en ti mismo
    cuando sólo puedes lavarlo en otros ojos.
    Se la delgada arista de una brizna
    y serás más grande que el eje de este mundo.

    ¡Oh, máquinas, pájaros, frondas, y estrellas!,
    nuestra estéril madre pide a gritos parir.
    Querido amigo, cariñoso amigo,
    puede resultarte terrible o maravilloso, pero
    no soy yo quien grita, es la tierra que ruge.

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  8. Elegido por aclamación


    Sí, fue un malentendido.
    Gritaron: ¡a las urnas!
    y él entendió: ¡a las armas! -dijo luego.
    Era pundonoroso y mató mucho.
    Con pistolas, con rifles, con decretos.

    Cuando envainó la espada dijo, dice:
    La democracia es lo perfecto.
    El público aplaudió. Sólo callaron,
    impasibles, los muertos.

    El deseo popular será cumplido.
    A partir de esta hora soy -silencio-
    el Jefe, si queréis. Los disconformes
    que levanten el dedo.

    Inmóvil mayoría de cadáveres
    le dio el mando total del cementerio.

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  9. El fascismo es la dictadora del capital financiero.

    No hay, por tanto, "fascismo de izquierda".

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  10. Acerca del Vivir


    I
    El vivir no admite bromas.
    Has de vivir con toda seriedad,
    como una ardilla, por ejemplo;
    es decir, sin esperar nada fuera y más allá del vivir;
    es decir, toda tu tarea se resume en una palabra:
    VIVIR.
    Has de tomar en serio el vivir.
    Es decir, hasta tal punto y de tal manera
    que aun teniendo los brazos atados a la espalda,
    y la espalda pegada al paredón,
    o bien llevando grandes gafas
    y luciendo bata blanca en un laboratorio,
    has de saber morir por los hombres.
    Y además por hombres que quizás nunca viste,
    y además sin que nadie te obligue a hacerlo,
    y además sabiendo que la cosa más real y bella es
    VIVIR.
    Es decir:
    has de tomar tan en serio el vivir
    que a los setenta años, por ejemplo,
    si fuera necesario plantarías olivos
    sin pensar que algún día serían para tus hijos;
    debes hacerlo, amigo, debes hacerlo,
    no porque, aunque la temas, no creas en la muerte,
    sino porque vivir es tu tarea.

    II
    Sucede, por ejemplo,
    que estamos muy enfermos;
    que hemos de soportar una difícil operación;
    que cabe la posibilidad
    de que no volvemos a levantarnos de la blanca mesa.
    Aunque sea imposible no sentir
    la tristeza de partir antes de tiempo,
    seguiremos riendo con el último chiste,
    mirando por la ventana para ver
    si el tiempo sigue lluvioso,
    esperando con impaciencia
    las últimas noticias de prensa.
    Sucede, por ejemplo, que estamos en el frente,
    por algo, por ejemplo, que vale la pena que se luche.
    Nada más comenzar el ataque, al primer movimiento,
    Puede caerse cara a tierra, y morir.
    Todo esto hemos de aceptarlo con singular valor,
    y a pesar de todo, preocuparnos apasionadamente
    por esa guerra que puede durar años y años.
    Sucede
    que estamos en la cárcel.
    Sucede
    que nos acercamos
    a los cincuenta años,
    y que falten dieciocho más
    para ver abrirse las puertas de hierro.
    Sin embargo, hemos de seguir viviendo con los de fuera,
    con los hombres, los animales, los conflictos y los vientos,
    es decir, con todo el mundo exterior que se halla
    tras el muro de nuestros sufrimientos;
    es decir: estemos donde estemos
    hemos de vivir
    como si nunca hubiésemos de morir.

    III
    Se enfriará este mundo,
    una estrella entre las estrellas;
    por otra parte una de las más pequeñas del universo,
    es decir, una gota brillante en el terciopelo azul,
    es decir, este inmenso mundo nuestro.
    Se enfriará este mundo un día,
    algún día se deslizará
    en la ciega tiniebla del infinito
    -no como una bola de nieve,
    no como una nube muerta-,
    como una nuez vacía.
    Desde ahora mismo se ha de sufrir por todo esto,
    ha de sentirse su tristeza desde ahora,
    tanto ha de amarse el mundo en todo instante,
    se le ha de amar tan conscientemente
    que se pueda decir: "HE VIVIDO".

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  11. DEBER DEL POETA


    A QUIEN no escucha el mar en este viernes
    por la mañana, a quien adentro de algo,
    casa, oficina, fábrica o mujer,
    o calle o mina o seco calabozo:
    a éste yo acudo y sin hablar ni ver
    llego y abro la puerta del encierro
    y un sin fin se oye vago en la insistencia,
    un largo trueno roto se encadena
    al peso del planeta y de la espuma,
    surgen los ríos roncos del océano,
    vibra veloz en su rosal la estrella
    y el mar palpita, muere y continúa.

    Así por el destino conducido
    debo sin tregua oír y conservar
    el lamento marino en mi conciencia,
    debo sentir el golpe de agua dura
    y recogerlo en una taza eterna
    para que donde esté el encarcelado,
    donde sufra el castigo del otoño
    yo esté presente con una ola errante,
    yo circule a través de las ventanas
    y al oírme levante la mirada
    diciendo: cómo me acercaré al océano?
    Y yo transmitiré sin decir nada
    los ecos estrellados de la ola,
    un quebranto de espuma y arenales,
    un susurro de sal que se retira,
    el grito gris del ave de la costa.

    Y así, por mí, la libertad y el mar
    responderán al corazón oscuro.

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  12. Poema de Federico Garcíia Lorca, asesinado por los fascistas (con el silencio de Victor Bustamante)miércoles, 24 de octubre de 2012, 14:49:00 GMT-5

    PAISAJE DE LA MULTITUD QUE ORINA
    (NOCTURNO DE BATTERY PLACE)

    Se quedaron solos:
    aguardaban la velocidad de las últimas bicicletas.
    Se quedaron solas:
    esperaban la muerte de un niño en el velero japonés.
    Se quedaron solos y solas,
    soñando con los picos abiertos de los pájaros agonizantes,
    con el agudo quitasol que pincha
    al sapo recién aplastado,
    bajo un silencio con mil orejas
    y diminutas bocas de agua
    en los desfiladeros que resisten
    el ataque violento de la luna.
    Lloraba el niño del velero y se quebraban los corazones
    angustiados por el testigo y la vigilia de todas las cosas
    y porque todavía en el suelo celeste de negras huellas
    gritaban nombres oscuros, salivas y radios de níquel.
    No importa que el niño calle cuando le clavan el último alfiler,
    no importa la derrota de la brisa en la corola del algodón,
    porque hay un mundo de la muerte con marineros definitivos
    que se asomarán a los arcos y os helarán por detrás de los árboles.
    Es inútil buscar el recodo
    donde la noche olvida su viaje
    y acechar un silencio que no tenga
    trajes rotos y cáscaras y llanto,
    porque tan sólo el diminuto banquete de la araña
    basta para romper el equilibrio de todo el cielo.
    No hay remedio para el gemido del velero japonés,
    ni para estas gentes ocultas que tropiezan con las esquinas.
    El campo se muerde la cola para unir las raíces en un punto
    y el ovillo busca por la grama su ansia de longitud insatisfecha.
    ¡La luna! Los policías. ¡Las sirenas de los transatlánticos!
    Fachadas de crin, de humo, anémonas; guantes de goma.
    Todo está roto por la noche,
    abierta de piernas sobre las terrazas.
    Todo está roto por los tibios caños
    de una terrible fuente silenciosa.
    ¡Oh gentes! ¡Oh mujercillas! ¡Oh soldados!
    Será preciso viajar por los ojos de los idiotas,
    campos libres donde silban las mansas cobras deslumbradas,
    paisajes llenos de sepulcros que producen fresquísimas manzanas,
    para que venga la luz desmedida
    que temen los ricos detrás de sus lupas,
    el olor de un solo cuerpo con la doble vertiente de lis y rata
    y para que se quemen estas gentes que pueden orinar alrededor de un gemido
    o en los cristales donde se comprenden las olas nunca repetidas.

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  13. Para invocarte Libertad

    (Paul Eluard)


    Sobre mis cuadernos
    de escuela,
    sobre el pupitre,
    sobre el roble,
    sobre la nieve
    y en la arena
    escribo tu nombre.

    Sobre las páginas leídas,
    sobre las páginas incólumes
    piedra, sangre, papel, ceniza
    escribo tu nombre.

    En las imágenes doradas,
    sobre los signos de la Corte,
    sobre tizonas y corazas
    escribo tu nombre.

    Sobre el desierto
    y en la jungla,
    sobre la infancia
    de las voces,
    sobre la rama
    y en la gruta
    escribo tu nombre.

    Sobre el pan blanco
    de los días,
    sobre el prodigio
    de la noche,
    sobre la flor
    y las vendimias
    escribo tu nombre

    Sobre los cielos
    que azulan
    en los estanques
    muertos soles;
    sobre los lagos
    vivas lunas
    escribo tu nombre.

    Sobre las colinas remotas,
    en las alas de los gorriones,
    sobre el molino de las sombras;
    escribo tu nombre.

    Sobre los hálitos del alba,
    sobre la mar y sus galeones,
    sobre la extraviada montaña,
    escribo tu nombre.

    Sobre el vellón
    de los espacios
    y el estertor
    de los ciclones,
    sobre el limo
    de los chubascos,
    escribo tu nombre.

    Sobre las formas cintilantes,
    sobre la palidez del bronce,
    sobre las verdades físicas,
    escribo tu nombre.

    Sobre las rutas desveladas
    y las sendas sin horizonte,
    sobre las mareas humanas,
    escribo tu nombre.

    Sobre la llama que fulgura,
    Sobre la llama que se esconde,
    sobre los techos que se juntan,
    escribo tu nombre.

    Sobre la fruta partida
    del espejo que me recoge;
    en mi lecho, concha vacíak
    escribo tu nombre.

    Sobre mi perro amistoso y tierno
    y en la oreja que atenta pone,
    sobre su salto asi diestro,
    escribo tu nombre.

    Sobre la grada de mi puerta,
    sobre la loza y los arcones,
    sobre el helecho de la leña,
    escribo tu nombre.

    Sobre la carne que se entrega,
    en la faz del amigo noble,
    sobre la mano que se estrecha,
    escribo tu nombre.

    Sobre lo etereo de los secretos,
    sobre las bocas sin voces,
    sobre los más hondos silencios,
    escribo tu nombre.

    Sobre el albergue derruido,
    sobre el escombro de mi torre,
    sobre los muros de mi hastío
    escribo tu nombre.

    Sobre la ausencia
    sin deseos,
    sobre mi soledad
    insomne,
    sobre los lúgubres
    aleros,
    escribo tu nombre.

    Sobre la calma que retorna,
    sobre los extintos pavores,
    sobre el anhelo sin memoria,
    escribo tu nombre.

    Y en el poder
    de tu palabra
    mi vida
    vuelve a comenzar:
    he renacido
    a tu llamada
    para invocarte: libertad !

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  14. Recomendaciones para Victor Bustamantemiércoles, 24 de octubre de 2012, 15:04:00 GMT-5

    Por J. Slavyanski

    Por si acaso a algún miembro del rebaño se le ha olvidado, desde aquí les recordamos las reglas básicas del manual:


    Si hubiese un conflicto en el que se viesen envueltos los comunistas, todos los muertos y consecuencias posteriores al enfrentamiento serán culpa de los comunistas. Cite números de muertes masivas sin tener en cuenta la demografía o la coherencia. ¿Tres millones de muertos por el hambre? ¿7 millones? ¿10 millones? ¿100 millones de muertos en total? Todos muertos por Stalin.

    Todo lo que Stalin hizo o dejó de hacer tenía una motivación siniestra oculta. TODO. Stalin era un ser omnipotente, que tenía plena consciencia de todo lo que ocurría en la Unión Soviética y un control total sobre todo lo acontecido entre 1924 y 1953. Todo lo que ocurrió en esta época era a voluntad de Stalin. Éste conocía los detalles exactos de todos los sucesos criminales de su tiempo y debido a su crueldad sin límites, mandó fusilar millares de personas inocentes sin humanidad alguna, independientemente de donde estaban o de sus posiciones en vida. Siendo omnipotente, no era dependiente de informaciones pasadas para él por decenas de millares de subordinados.

    Recuerde el doble ataque anticomunista: ataque al sistema post-Stalin en términos de economía, alegando que simplemente no funcionó. Ya que un oponente informado apuntará que las políticas económicas socialistas realmente funcionaban en tiempos de Stalin, y de hecho funcionaron muy bien, ataque aquella época en base a los derechos humanos.

    Cualquier cosa ruin que ocurra en un régimen ‘comunista’ es culpa de la ideología y del sistema. Y de Stalin.

    Insista que a pesar de la localidad, país, época histórica, experiencia pasada, o cualquiera de los demás factores, los comunistas siempre quieren recrear una copia moderna de la Rusia de Stalin, y todo eso cobra sentido de acuerdo con usted. No perciba la inherente idiotez de este concepto.

    Cuando sea contestado acerca de cifras o contexto histórico, apele a rótulos como “tirano sin piedad”, “asesino cruel”, entre otros. Recuerde, personas como Stalin eran asesinos en masa por todas las personas que mataron, y nosotros sabemos que mataron a todas esas personas porque eran asesinos en masa.
    .

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  15. El anticomunista ideología neonadaista prestada a la oligarquía colombianamiércoles, 24 de octubre de 2012, 15:08:00 GMT-5

    Según la profesora Rocío Londoño, el anticomunismo ha servido para reprimir las organizaciones de izquierda, y en Colombia, se ha caracterizado por la descalificación moral y estigmatización política, en parte por la dirigencia conservadora y católica que considera como enemigos a los comunistas, y antes que nada, se promueve el marginamiento de las ideologías de izquierda.


    “Creo que el anticomunismo en el caso colombiano tienen un fuerte énfasis moral y religioso, muchas de las ideas anticomunistas están ancladas en dogmas católicos y en las encíclicas papales que son reproducidas por los obispos. El hecho de no obedecer a una argumentación ideológica de tipo racional hace que las expresiones sean mucho más iracundas”, considera.


    La manera más lógica y amplia de llegar a la población, con el objeto de difundir el raciocinio moralista, se hace a través del lenguaje, que tanto en la política como en la religión llega a la gran masa colombiana, en forma de oprobiosos discursos públicos.


    “Yo he señalado cómo se utilizan analogías, metáforas del comunismo como infección, como un mal intrínseco, el comunismo perverso, que son descalificativos morales, estigmatizaciones políticas que suscitan las actitudes agresivas y violentas. Por eso enfatizo que una de las consecuencias prácticas del comunismo, aparte de la represión contra las organizaciones sindicales, los movimientos sociales, fue la declaratoria de guerra y exterminio de los comunistas de Rojas Pinilla”, comentó la docente.


    Estas prácticas han derivado en un síntoma de intolerancia casi perpetuo, que para la profesora Rocio Londoño tiene unas raíces antiquísimas y profundamente religiosas, en las que algunos departamentos –incluido Boyacá se han convertido a su vez en cunas de la intolerancia, figurando en la historia por las confrontaciones violentas entre liberales y conservadores.

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  16. Los neonadaistas tomaron prestado el nombre del nadaismo ya sobornado por la burguesía colombiana.

    Los neonadaistas tomaron prestado el nombre del Gonzalo Arango que había dejado de ser rebelde para entregarse a Rojas Pinilla, Belisario Betancur, Carlos lleras Restrepo y la Iglesia Católica ultraderechista.

    Así los neonadaistas asumen concientemente una posición cómplice del GENOCIDIO EN COLOMBIA.

    Hablan de Stalin para tapar y ocultar lo que sucede en Medellín y en Colombia HOY.

    Algo sobre lo cual callan.

    Se merecen la esvástica.

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  17. Neruda tomó partido por Stalin. Incluso después de muerto Stalin. Es un grave error, que no niega la obra poética de Neruda.

    Pero Gonzalo Arango tomó partido por el general conservador Gustavo Rojas Pinilla.

    Gonzalo Arango tomó partido por Belisario Betancur.

    Gonzalo Arango tomó partido por Carlos Lleras Restrepo.

    Gonzalo Arango tomó partido por la oligarquía bipartidista colombiana.

    Y Gonzalo Arango tomó partido por la Iglesia Católica, cómplice del genocidio político en Colombia y de la violencia conservadora.

    No sé por qué los “neonadaistas”, una especie de sapos neofascistas y neocatólicos, insisten en no referirse a Colombia sino a la URSS, hablar (bla, bla, bla) de Stalin y de Neruda, y de los crímenes en que devino “la dictadura del proletariado”. Quizás hablan de los “crímenes de Stalin”, para justificar a Hitler.

    Hablan de los crímenes de Stalin para justificar al monstruo Laureano Gómez que estuvo al mando de una guerra que dejó 300.000 colombianos muertos.

    Hablan de los crímenes de Stalin para justificar a Rojas Pinilla, Carlos Lleras Restrepo y Belisario Betancur, culpables directos de una guerra que ha dejado más de un millón de muertos en Colombia.

    Se habla de los crímenes de un extranjero para justificar los crímenes de los asesinos colombianos, y sobre todo para justificar los crímenes de una sociedad que permite 26 millones de pobres, 11 millones de indigentes, 4 millones de desplazados, 15.000 desparecidos, 2.7000.000 analfabetas, y 9 millones de desempleados y subempleados.

    Con su comprobada capacidad de justificar las matanzas en Colombia, mentir y calumniar “en nombre de la poesía”, de reprimir y amenazar la libertad de expresión, los neonadaistas se han colgado al cuello un triste rótulo de NEONAZIS.

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  18. Neonadaismo=matonismo "poético"
    Sicarios morales
    Mercenarios sin escrúpulos

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  19. nunca han leído a mandelstam





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  20. Poetas encuentren un equilibrio, porque esas polarizaciones acaban con la fraternidad que siempre ha existido. No se dejen provocar por la historia. Ya todo está muerto.

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  21. Ya que no pueden ser poetas los “neonadaistas” uribistas, de la línea de José Obdulio Gavioria y J.J. Rendón, se dedican a la propaganda negra, a la desinformación, a la deformación, a la difamación, a la maledicencia, a la calumnia, a sembrar la cizaña, a introducir el malestar y la desconfianza, a fabricar el rumor como arma de desprestigio para dañar, disociar, roer, con una versión falsa que expresa la perversidad de quienes la transmite y el morbo del que lo repite. Están haciendo su recorrido como detractores a la vista de todos, pero todo tiene su límite. Tarde o temprano, como a todo delincuente, les llegará la cuenta de cobro. Hay están las manos metidas de los uribestias, que todo lo hacen así desprestigiando a la poesía que ha alcanzado su mayor prestigio en Medellín..

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