La cuadra de Marcela Atehortúa Flórez
(1)
La cabrilla envenenada
Frena con toda brusquedad.
Las pasajeras se toman fuerte de los tubos con todas las fuerzas que le dan sus
cuerpos. Las mujeres que llevan falda se enlizan, se salen de las sillas al
frenar el conductor del autobús. Los hombres que están de pie se bambolean de
un lado a otro. Los motonetos temerarios zigzaguean entre los vehículos, se
arriman tanto al bus que corre peligro su estabilidad y su vida. El conductor
del bus los esquiva con agilidad felina, acelera más, hace chirrear la caja de
cambios, frena un poco, acelera de nuevo, ¡Esa cabrilla parece encabronada en
sus manos! Toma una curva con toda ferocidad, todos los pasajeros se arremangan
para un lado del automotor, el cachete queda pegado del vidrio de la ventana.
El corazón y las tripas se quieren salir por la boca, aprieta los dientes. Por
fin un semáforo. Toca el timbre, se baja con prontitud. Llega a tiempo, gracias
al conductor. ¡Así son los buses de Castilla!
La cuadra
El carro del gas toca su
campana escolar al pasar.
El servicio de taxi pedido
por plataforma para la secretaría que espera ansiosa.
El obrero que sale de
madrugada para alcanzar el metro y llegar al turno de 6am.
El escolar ya está enrutado
hacia el colegio sino encuentra distracciones por el camino.
El universitario tiene su
mente sembrada de utopías y ganas de transformar la sociedad, en esto eleva su
pensamiento mientras camina hacia la universidad.
Los motonetos que trabajan
en mensajería, salen temprano a engrosar las filas del transporte vehicular.
Los abuelitos se levantan
santiguándose y se dirigen al rito secular.
La mamá y ama de casa
también, sale a la panadería por buñuelos para el hijo desempleado y cercano a
la frustración.
Los “ni ni” los que ni
estudian ni trabajan, madrugan en gavilla a darle unos pitazos al porro.
La mamá adolescente tiene de
despertador a su hijo que temprano la levanta, tiene la carga solitaria de la
crianza y la manutención.
La mujer que va cerrando
edad se le abren las puertas a la sexualidad madura.
Los vendedores de frutas y
verduras pregonan sus productos a todo pulmón o mediado por grabaciones de su
voz.
El señor que hasta altas
horas de la noche pasa ofreciendo sus productos.
Los mendicantes que siempre
pasan con una historia nueva qué contar.
De vez en cuando la cuadra
del chispero se agita, cuando pasa la alcaldía fumigando contra vectores como
el dengue. Todos salen con sus gatos y perros y se ponen a conversar entre
ellos.
Las mañanas son de los gatos
que disfrutan a pleno sol, tumbados en la calle.
Las noches oscuras son de
los perros con sus vociferantes ladridos.
En la madrugada estoy
La madrugada colmada de silencio
La oscuridad palpita como un
asustado en medio de la calle
A lo lejos los ecos de los
racimos de pólvora
Un automotor que se desliza
entre auroras reflejadas en su parabrisas
Los grillos ya no nos
embrujan con su canto en esta parte de la ciudad
El sol empuja por salir
entre las penumbras que se chorrean entre los frentes de las casas
Nos trae a una realidad
citadina, el quejido de una gata solitaria bajo la luna.
El ejército de trabajadores
de domingo se despierta, para marcar tarjeta a los patronatos
No es tanto el desperdicio
Hoy es el día en que todos
los vecinos y yo ponemos en el frente de nuestras casas la basura. Hoy pasa el
carro del aseo. La basura que exponemos no están basura, ya que en ella hay
biomasa y material reciclable. Y otros elementos que seguramente tienen una
segunda oportunidad en el mundo de los humanos.
Estamos en vacaciones y es
la oportunidad para que el niño acompañe a su madre a seleccionar el reciclaje.
El material reciclable no siempre está separado, muchas veces el niño tiene que
meter sus manitas dentro de las bolsas de basura con toda clase de
desperdicios.
La madre teme muy dentro de
ella, que su hijo se pinche con una aguja o se lacere con un vidrio o alambre,
generando muchos problemas en su salud y peligros en su vida.
Debemos evitar lo más que
podamos que el plástico y otros materiales tóxicos, lleguen a las fuentes de
agua y al océano. Se debe aprovechar al máximo los materiales que
desperdiciamos. Hoy muchos niños estarán reciclando, exponiéndose a toda clase
de enfermedades y peligros.
La cuadra
La cuadra en la que queda mi
casa está llena de luces de todos los colores, enredados de verjas, puertas y
ventanas, también colgando de cuanto cableado se iza en nuestros postes. Por un
mes los vecinos recolectamos algo de dinero y trabajo para decorar las casas.
Por un mes vivimos la fraternidad y el calor de la navidad en nuestros
corazones y copas.
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