lunes, 11 de abril de 2022

MONÓLOGOS HIRSUTOS / Raúl Alberto Mejía




MONÓLOGOS HIRSUTOS

 Raúl Alberto Mejía 

Director eterno del patético festival de Poesía, vive terribles vicisitudes ante aplazar o no su lucrativo negocio lírico.

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Este año, pese a todo, avanza. Horrible lentitud desde que comenzó la cuarentena. Extraño tertulias, whiskey, vasallos, lameculos, poetas de mi bando (y de otros acechando), poetisas de las S.S. Pizarnikianas (nota: “como saben, las S.S. significan: Sacerdotisas Sumisas”), ávidas de truculentos suicidios eróticos: ¡cómo las extraño! Pero puedo reemplazarlas: es que no soy rey solo por belleza, talento y perseverancia. Realmente me inquieta que se prolongue este estado de acuartelamiento, su soledad de escenarios. Concluyó junio, avanza julio … Llevamos tiempo enorme preparando el número XXX, ¿aplazarlo?, ¡no!, sería deshonroso. ¿Dejar de celebrarlo?, ¡me quiebro! Bueno, tal vez yo no, pero la nómina, subdirectores, promotores. Todo esto tiene alborotada mi alopecia, me percibo impaciente, neurótico, cual comité de jurados de poesía femenina. Aplazar o cancelar serán, de todos modos, últimas opciones. Entre tanto …

He dispuesto sobre el escritorio lo suficiente: botella enterita de whiskey, pasabocas, música selecta, portafolio con documentos por resolver. Dejé orden precisa de que no pasen llamadas, sean del feo narigón, hijo o ansiosas carnaditas que expresan, “cueste lo que acueste”, ser invitadas a mi festival. Apenas sí descorro cortinas, evitando cuanta intromisión sonora llegue del exterior. Vamos pues. Hacia el interior del vaso discurren aromas, líquidos, sabor del añejo escocés: ¡oh placeres que has facilitado, epifanías líricas!, por instantes quisiera sentirme poeta; empero, deber llama. No sé por dónde iniciar, pese a reuniones, esquemas, organigramas, quedan numerosos cabos sueltos. Otro en mi lugar dejaría todo así. En resumidas cuentas, sobre la marcha, actos espontáneos suelen ser bien recibidos: dudas no faltan. Sirvo segundo vaso de licor, música, leves murmullos. Cierro ojos, recuerdo a Hanoi: aquel arroz vegano casi me mata; histeria en recitales europeos, mal olor. ¿Querré que mi festival caiga en la anarquía? No, es por ello que guardo botella, apago música y a trabajar. Abro portafolio, legajos conforman gruesos montículos de hojas; estas -a su vez-, contienen fotos, direcciones, poemas, ensayos. ¿Tendré que leer esto? Ok, soy el director, algo debo hacer. Desconozco si el orden en que están se deba a relevancias o urgencias, me da igual, iré leyendo aleatoriamente.

Comienzo con la oscura, todavía apetecible hermanita de Pedrito. Mmm …, vaya que se ha vuelto famosa, tanto que su fraterno, ultra defensor lo es cada vez menos. Hay sugerencia de video en YouTube, busco y lo primero con que me topo es canción del grupo español “Locomía”, (¿si será ese?). No voy a escucharla, si leerla es impotable, oírla musicalizada indigesta. Indago más, topándome con sucesivas muestras avaladas por el loquito Andrés: ¿” Innombrables versos” ?, o, ¿Innombrable revista? ¡No estoy para dilemas? A ver, qué dice ella, qué declaman los demás … ¿Será que les cortaron la energía o la inspiración? Vaya penumbrosa marcha de ruidos, pero queda ratificada, podré ubicarla en sótanos de la alcaldía o soterrado de San Juan. Mira, fue fácil. Sigamos. Leí en su cuenta de Facebook, comentario que borró, consejo de sujeto diciéndole al loco de Andrés, nuestro poeta ex inmobiliario, sobre “si no habría alguien de su entorno que le evitara cometer tanta estupidez”. Estoy de acuerdo, ya sabe que me harta el que suba hora tras hora fotos de sus participaciones en mi festival, vaya terrible encarte que fue ubicarlo bien lejos, donde apenas si se fijaran en su mediocridad. Se la pasa este idiota grabando videos, mandándome yerbas, cartas astrales, invitaciones a su casa …, ¿cómo se llama?, no recuerdo. Anda hiper desesperado de que vuelva invitarlo, considera que, dirigiéndome videos suyos e impotables bardos, voy a abrirle espacio. Insiste en que “oh gran director, si esta pandemia prosigue, déjanos crear panorama visual, conservando así tu maravilloso legado”. Cierto es, pero me abruma su tono lametraseros. Grabaciones insulsas, lastimosos “Innombrables”, ¡qué tósigo es este tipo, peor que Pedrito! A ver, le responderé esto a su vistoso video de YouTube: “de visionario a demente, surreal épica en Santa Helena”. Seguiré animándolo a editar más, de esta manera lo mantendré alejado.

Vuelvo al whiskey, cuánto cuesta la importancia. Se avienen numerosos folios, semejantes a hojas de vida. Observo a ex favorita, la poetisa/modelito y su primer libro. “No sos tan linda sin tus toneladas de maquillaje”, barrunto. Dice: “olvidemos todo, oh misógino. Como prueba de afecto te envío ópera prima, he dejado besos impresos para ti”. Bueno, qué diablos, le daré ese tonto libro al feo narigón, sub director, para que onanice sus abulias. ¡Agh, estas viejas sí que son feas!, al único que les gustó fue a “Buscamante”, claro, con ese ojo para las ruinas. Matronas de “Mamart” o algo parecido. ¿Qué querrán semejantes momias? ¡Dios!, vaya vomitivo de náuseas. Así que, Angelita, Dévora y demás, a asaltar ancianatos. Ya que mencioné a “Buscamante”, ¿estará planeando alternativas para su comedia manierista? Leí ha poco de sus visitas a escombros, cierto recorrido sobre pastiche egipcio, retórico, parco, como suelen ser sus escasos lectores: ¡son impotables tan delirantes crónicas! Y cuando expresa que la antediluviana “Olguita Helenita M.” es una “gran poeta”, jajaja… Por favor, hasta yo sé que es tremendo fraude. Sin embargo, a modo de retaliación, estoy considerando invitarla, no para que esté por ahí medio camuflada en medio de vagos, sino para visibilizarla, vale, entre muchos más ociosos.

Este presidente sigue aumentando la cuarentena. Restringe eventos masivos, caso fútbol, conciertos y, claro, festivales. Temo, en serio, que haya que aplazarlo, pues las consecuencias pudieran ser devastadoras. ¿Cómo ubicar asistentes a dos metros de distancia? Con poetas, a sabiendas de que cínicamente se detestan, no sería complicado; pero, ¿con o sin barbijo? ¡Ay, ahí hay lio! Pensándolo bien, hasta sería ventajoso: allende a pésimos versos mal recitados (¡huy, que nadie se vaya a enterar!), tal adminículo dosificaría halitosis, escupitajos, evidente fealdad. Mas, ¿quedarían bien grabados? El negocio, mi socio, es el video, lo saben Balvin, Maluma y trillones de mediocres. ¿Hacerlo a media luz como la hermanita de Pedrito e “Innombrables”? Supuestamente Prometeo hurtó luz, no penumbras. ¿Ejecutar con ellos vía “Zoom” maratón de recitales? Quizá, pero andan “hackeando” cuentas, sería demoledor (aunque divertido) que, en vez de lacrimosas confesiones poéticas, pasaran escenas de maricas o de zoofilia. ¡Diantres!, si este virus no desaparece, se acrecientan riesgos de aplazar o cancelar. Necesito adicional whiskey, relajarme, dejar de pensar en carnaditas, vates lascivos, el pedorrealista “mitad caleño, mitad antioqueño”, aquel narigón subdirector, hijo, bohemios esquilmados que me secundan.

¡Vea hombre! Al parecer no habrá arribo ni salida de vuelos internacionales hasta quien sabe cuándo; siendo así, ¿cómo traer de Vietnam, Tailandia, islas Feroe, China (entre otros) a mis traductores, perdón, ¿invitados? ¿Dije China? ¡Ni por el putas!, recién caigo en cuenta que vendría el colectivo “Murciélagos coronados”, provenientes de Wuhan: me castrarían en público si los llegase a ratificar. Ante cansina persistencia, estoy instado a escuchar al sub director narigón, insiste en leer inéditos, poemas en prosa, oda al Nobel Alternativo …Interrumpo, le digo escuetamente: “tráeme otra botella, luego hablamos”. Al rato destapo, bebo compulsivamente: hacen falta parásitos alrededor. Descarto a los chamanes, aquella vez casi me queman la chivera. Por esta ocasión deseo atreverme, liberar resentimientos. Planeo hacer parodia al “condenao”, su malograda hipérbole de supuesto “músico escondido”, video en donde se le ve comiendo pesados frisoles, tomando vino barato y hablando pendejadas. ¿Qué tal parodiarlo? ¿Se enojará? ¡Ja!, tal vez, puede que con ello no revitalice al festival, pero sería memorable, es hora de espantar tanta mosca de mierderos poéticos, cofradías, vanidosos de Medellín.

Bebo, bebo, bebo. De ser necesario mando todo y a todos a la mierda. ¡Yo soy el rey, director, dueño de mi festival! ¿Cancelar o aplazar?

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