PETRO NO EXISTE EN LA REALIDAD
Darío Ruiz Gómez
Imaginemos que de común
acuerdo los diferentes medios de comunicación
dejaran de referirse a Petro;
instantáneamente desaparecería y para
siempre de cualquier realidad. Para que un dirigente logre convertirse en un
líder carismático- pongo el ejemplo- necesitaría de haber sido ejemplarizante y puro, ajeno a las vulgares
ambiciones terrenales de la corrupción. Pero para desgracia suya Petro
nunca se borrará de nuestra mente cuando el video lo muestra con grosera precipitud
contando fajos y fajos de billetes que saca de una bolsa en la actitud
del desconfiado delincuente que certifica con ese recuento que no lo van a
engañar y que la suma enviada es exacta
a la que esperaba recibir. Hemos visto esta
misma secuencia en muchas series y películas del llamado Género “Noir”. Ni
Dillinger ni Capone, ni Escobar hubieran existido de no darse de por medio el
sensacionalismo de los grandes magazines
dedicados a convertir en escándalo público
cualquier suceso violento. Como lo corroboraron las últimas investigaciones de la Unión
Europea sobre el caso de los independentistas catalanes y sus jornadas de
violencia la colaboración de las plataformas rusas a través de las redes
sociales fue decisiva pero más importante lo fue la colaboración del llamado Crimen Organizado. Volvámoslo a
recordar: esto ya se había dado en el nazismo, en el fascismo italiano y se
sigue dando en el peronismo kirchnerista y con más exhibicionismo en el narcomadurismo. No por otras razones
entraron al crimen organizado del
tráfico de drogas, de oro, coltán, blanqueo de capitales, el ELN y las FARC y su “revolución” pasó de
ser nacional a ser “global”. De hecho
tal como lo recuerdo personalmente a pesar de que se explotaba el nombre de “El
Pueblo” la Anapo (Alianza Nacional Popular” del rojaspinillismo) , de donde
viene Petro, estaba conformada en sus
bases populares por el lumpen y la
escoria de las ciudades.
La relación entre el
populismo supuestamente encargado de
sacar de la miseria a las gentes pobres
y el Crimen Organizado a nivel internacional se encarga de recordarlo un Capo como Putin y su sociedad regida por
las bandas de asesinos, de envenenadores. Petro se ha mantenido desde siempre
en el espacio de esa inexistencia que permite lo virtual que le permitiría desaparecer en cualquier momento sin que
ningún Cuerpo de Seguridad nacional pueda impedirlo. ¿Cuál es el prontuario que
sobre cada una de sus presuntas fechorías ha venido levantando la Justicia colombiana?
¿Dónde está aquel personaje que le dio el dinero para enlodar aún más su
nombre? Ningún prontuario conocemos y el presunto delito se esfuma convertido
en noticia del día. Maduro ha creado este espacio gótico donde cualquier
delincuente internacional puede desaparecer cambiando de rostro, disfrazándose
de nuevo rico latinoamericano en cualquier playa Mediterránea o de la Florida.
Álex Saab en el momento de su detención en Cabo Verde –la tierra natal de mi
amada cantante Cesárea Evora- debió darse cuenta, lleno de pánico, que su terrible
error fue el haberse detenido a abastecer de gasolina su avión particular en un
lugar que consideraba inexistente como
llegó en su euforia a pensar, olvidando que ya la prodigiosa voz de Cesárea Evora había rescatado a Cabo Verde de la
invisibilidad geográfica para recordarle
al “Golfinger” madurista que allí existe y está vigente la Justicia y a pesar de la modestia de su economía esta justicia
desconoce la corrupción y es esta
Justicia la que ha permitido que se abran los ventiladores para que descubramos
todo lo que supone este entramado criminal disfrazado a conveniencia de causa
política donde ya no hablamos de delito penal
sino de la infamia que supone dejar morir de hambre a millones de seres
humanos robándose el dinero destinado a salvarlos. PD Petro sabe que la
justicia colombiana no lo juzgará, lo está haciendo la Justicia y no el
Gobierno norteamericano.
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