EL PADRE DE ROUX Y LA VERDAD
Darío Ruiz Gómez
Comienzo por confesar que
siempre me despertó recelos el comportamiento de Francisco de Roux en la
llamada Comisión de la Verdad por su reconocida cercanía a ciertos
movimientos guerrilleros y porque nunca
ha sido claro en la condena que a priori
debió
establecer respecto a toda forma
de humillación hacia un ser humano, humillación que aún persiste en el presente. Me refiero a Pablito y al ELN.
Una Comisión de la Verdad cuyas funciones están dictadas por el bien común prioritariamente
exige la presencia de los espíritus moralmente
más calificados (as) para que la aclaración de los hechos donde murieron 200.00
personas sea objetiva en tanto no olvide
que el rescate de cada víctima sólo tendrá validez si se hace desde la
perspectiva de los valores de la civilización
y para no convertir en
simulacro mediático el juicio a los culpables. Por consiguiente
en el caso de un juicio a las FARC lo
primero que ha debido hacerse fue condenar explícitamente y ante la opinión mundial lo que este modelo de proyecto estalinista –ya juzgado y condenado por jueces e historiadores en el mundo entero- ha
supuesto para la sociedad colombiana a
la cual trató de destruir con repetidas e inconcebibles
demostraciones de barbarie.
¿Quién realmente le ha
venido atravesando grandes palos al Proceso de Paz? Las fugas de
Márquez y el Paisa, Padre de
Roux, Dr Cifuentes constituyen el atentado más grave a este proceso poniendo
en peligro además la estabilidad de toda
la Región. De manera que no se debe distraer a la opinión pública de lo que
debe ser su tarea de permanente vigilancia sobre lo que cada día se va poniendo al descubierto: 18.000 niños y
niñas sacados de sus familias por la fuerza, violados, fusilados reclutados, tal como lo ha dado a
conocer el alucinante informe de la JEP es un documento que reclama de nosotros una urgente reacción moral
para exigir el castigo inmediato de sus autores. ¿ Qué ha sucedido después de
conocer por un anterior informe que también las FARC había reconocido su autoría en 32.00 secuestros? Los
responsables de estos crímenes de lesa
humanidad son entrevistados por
periodistas que al concederles protagonismo están creando una deliberada confusión sobre lo
más importante: la condena de la
ideología que los llevó a cometer estos delitos. Dar únicamente
cifras en una rueda de prensa
anunciando que se citará a 26
Comandantes para que den una “explicación” sobre estas atrocidades es tratar de desvirtuar una Verdad que no puede ser controvertida ya
que estos Comandantes no son
los directos responsables de estos reclutamientos sino anónimos y analfabetos guerrilleros que recibían órdenes del Comité Central del Partido Comunista que
consideró correctas estas metodologías
de exterminio que deben ser incluidas en
el “Libro negro sobre el comunismo”
Banalizar mediáticamente el mayor atentado que
en Latinoamérica se haya hecho contra una sociedad y sus instituciones es una
forma solapada de tratar de que no se cumpla
la tarea de visibilizar a los
verdaderos responsables. De Roux ha
pedido plazo hasta julio del 22 para hacer lo que no ha hecho pero un impedido
moral que no ha sabido distinguir entre el bien y el mal – como lo demostró en
el caso de Bojayá- no puede estar capacitado para la busca de la verdad en el
caso concreto de las responsabilidades directas de la dirigencia de las FARC y
el PCC. No se puede ser tolerante, lo he repetido, con los intolerantes pues como recuerda Aurelio Arteta esa tolerancia que acaba por tolerarlo todo finalmente
termina por convertirse en una expresión
de barbarie.
Creo que no el problema no es tanto el comunismo, sino el catolicismo al que está sometido el padre De Roux. Definitivamente no se puede esperar nada de la Iglesia, que también es responsable muchos crímenes y está interesada en dejar impunes a sus aliados, sobre todo el "dueño de la República de Colombia".
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