Ana Rendón Bustamante
Fernando Jaramillo
NIDO DE CONDORES
y
El Grupo Escénico de
Pereira.
(1926)
Víctor Bustamante
Una noticia aparecida en el boletín número
cuatro de la Fundación de Patrimonio Fílmico Colombiano refiere sobre Nido de Cóndores: "Una película
filmada en Pereira, dirigida por Alfonso Mejía Robledo. De esta película sólo
se conserva una fotografía regalada por una de las actrices Inés Rendón".
Guardada como recuerdo, en esta aparece Inés Rendón tocando piano y a su lado
su compañero de actuación: Fernando Jaramillo. Esto es lo que dice el boletín mencionado,
pero cotejando algunas fotografías observamos que quienes apareen son en
realidad Ana Rendón y Abelardo Mejía Echeverri. El camarógrafo de esta
película, hoy perdida, fue Máximo Calvo que había sido contratado en Panamá
para dirigir la primera versión de María;
de esta sólo se conservan unos quince segundos, es decir, unos cuantos
fotogramas. Y fue quien en verdadera instancia, la dirigió. Recordemos que el
camarógrafo, al poseer los secretos de la técnica, se abrogaba su conocimiento.
Mejía Robledo en realidad había realizado el guión.
Máximo Calvo le había relatado a don Hernando
Salcedo Silva: "El argumento era sólo un pretexto para mostrar el origen y
el progreso de la ciudad de Pereira, o sea que se trataba de una obra, más de
propaganda que de explotación
comercial". A pesar de esto, afirma Calvo, la película gustó.
, La película está ligada
a una agrupación de teatro, el Grupo Escénico de Pereira, formado en abril de 1925
por Tulia Drews, Teresa Restrepo, Anita Rendón Bustamante, Inés Rendón
Bustamante, Olga Sierra, Concha Vélez, Antonio Gómez Villegas, Gonzalo
Martínez, Fernando Jaramillo, Emilio Correa Uribe, Luis Eduardo Marulanda,
Mariela Gutiérrez y Enrique Aristizábal Moreno. Repentinos aficionados al
teatro que pertenecían a la sociedad de Pereira reunidos por Justina González, Thyna.
La primera obra que presentaron, Fuego
Extraño de Antonio Álvarez Lleras,
llevó a un cronista de la revista Variedades,
S. Ibero, a decir: "Queremos hacer una breve reseña de cada artista y su
trabajo con la certidumbre que con el talento que lo caracteriza sabrán anotar
estos -y que sí son detalles muy pequeños para corregirlos en próximas
presentaciones.
Tulia Drews (Doña
Consolación): "Bien, admirablemente bien. Su caracterización fue
asombrosa; quizá una de las más difíciles, si recordamos que nos presenta una
"personaje" absolutamente distanciado de su personalidad. Se empapó
sabiamente del papel que desempeñaba y que repito era más difícil para ella
salirse del medio. Muchas y muy merecidas palmas se merece esa distinguida e
inteligente artista.
Anita Rendón: (Dolores):
Su pelo, no es ciertamente el que despierte más simpatías, pero tenemos
seguridad que en las próximas representaciones
nos dará ocasión de admirar su talento artístico.
Fernando Jaramillo
(Pedro): Mejoró bastante al final. Las manos!,Oye!: más naturalidad en los
ademanes y en la risa y alcanzarás palmas... Sí, tenlo, seguro".
Las películas y las obras
de teatro se presentaban en el Teatro Caldas. Existía mucha admiración por las
compañías de teatro español como las de María Guerrero y don Fernando Paz de
Mendoza. Gusto popular que se deslizará para buscar otra opción, asistir a
películas como el Emperador de los pobres.
El primer miércoles de
mayo los artistas charlaban dispersos en platea. En el proscenio don Antonio
Gómez Villegas -como lo llamaban cariñosamente sus compañeros- arregla unas
mesas viejas y unos taburetes desvencijados. A una pregunta que le hace S.
Ibero, Anita Rendón, responde: "Pues lo que soy yo no espero triunfar, mis
dotes artísticas son ninguna pero me consuela tener colegas tan bien
preparados".
Además de participar en
eventos culturales, muchas personas de este grupo, pertenecieron al Cuerpo De
Bomberos. Hay una cercanía entre civismo y arte.
Las artes escénicas y, en
particular el teatro, atraen al público. Para junio 6 de 1925 se anuncia la
presentación de Puñao de rosas una de
las más sentimentales y más delicadas tragedias del teatro español moderno.
Para septiembre 15 de
1925 se anuncia la presentación de una obra de Martínez Sierra, el
shakespereano-chibcha, Sueño de una noche
de agosto.
Un cronista después de
salir de la obra anota: "A decir verdad, no es para lucirse nadie... es
una obra cuya fuerza está afincada en dos o tres golpes de escena colosales.
Sin ellos, sería por ahí como esas semi comedias que se representan en los
actos públicos cuya grandeza está marcada en aquellas frases de relumbrón:
vamos pronto al combate... /... y con gran resolución... para que vea que
late... en mi pecho un corazón...
Y dejando la obra quieta
vamos a los artistas:
Rosario e Irene (Teresa y
Ana Rendón): Bien bastante, bien en sus papeles de damas jóvenes de la
representación. Teresita fue toda la "muchacha moderna" que soñó el
autor. Anita, dado lo corto de su papel, no tuvo que crear ninguna actuación
dificultosa y en lo sencillo de una actuación, triunfó como una secretaria
'bien' ". Este comentario lo firma otro cronista, Revistero.
Para 1925 Pereira se
preciaba de ser una ciudad cívica, que reverencia a sus fundadores. Les gusta
escuchar los relatos de los ancianos que recuerdan los mangos del parque y la necesidad de
reparar los bustos de sus fundadores. El centro de la ciudad es el café Blanco
y Negro donde los jóvenes y vagos, siempre existen los muchachos de antes, son
sospechosos por permanecer sentados mucho tiempo sin hacer nada, libre oficio,
fumando y espantando moscas.
Variedades organiza el concurso: ¿De quién son
estos ojos? Una fotografía con un par de ojos recortados aparece en una de sus páginas
y se promete un premio por indagar a quién pertenecen. Las influencias ya
empezaban con una costumbre traída de Usa: las mujeres se precian de colocar
una fotografía de su hombre amado dentro la planta del zapato, imagen
pisoteada.
Pereira aun disfruta de
las fiestas del estudiante, y entre el ruido de los escasos autos Ford, sus
propietarios publicados en una lista de
prensa, toque de distinción; siempre la gasolina tiene sus amores tempranos.
El ámbito de la ciudad se
mueve en la elaboración de un programa para fiestas: Manifestación de la
reina. El conmovedor discurso de un niño
del hospicio. El desfile cívico. El cine.
La velada. Detalles de esta
hermosa noche de gala. El soberbio estreno del Grupo Escénico. La batalla de las flores. Los juegos olímpicos.
En este tipo de
programación se resume la vida apacible de Pereira. Valores como la solidaridad reinaba en su
atmósfera. Veamos a manera de
ilustración:
Se nombra una reina
S.M. Edith y dentro de un desfile de
estudiantes anota el cronista: "Un
jovencito del Instituto Pereira, fue el primero que rasgó el silencio de la
tarde, para ofrecer envuelto en flores y gasas el homenaje del recuerdo y de la
gratitud a la gentil diosa del Olimpo, ojo sonriente y complacida, el parlar
tímido de uno de sus vasallos... Desde
las siete una multitud compacta se veía
desfilar hacia el cómodo y elegante Teatro Caldas. El fin de esta velada
era recoger fondos para brindar alimento a los estudiantes... algunas familias
y su alteza fueron a la institución llamada Sopa del estudiante... Esta se
abrió con un discurso de Emilio Correa, director de la revista Variedades y participante ocasional del
Grupo Escénico. Hizo su aparición en el proscenio con esa su altanería que sabe
imponerse y con su grito de clarín sonoro hería el espacio... Después un grupo
de estudiantes: señoritas del Colegio Oficial, artísticamente caracterizadas.
Obsequiaron al compás de sus panderetas y tamboriles la canción favorita de su
país: Bohemia".
Dentro de las
festividades presentaron una película, Sombra,
escogida por los propietarios del Teatro Caldas: señores Sanín y Zuluaga.
El cronista nos continúa ilustrando: "Acto seguido,
la honorable junta calificadora informó a su alteza sobre el resultado y leídos
los trabajos que habían salido vencedores de un concurso literario. Costumbres
palaciegas que perduran, observable en el onomástico del rey donde se da más
realce a una fotografía suya que a la de Abadía Méndez.
En el recinto, oloroso a
jazmines y heliotropos, del Teatro Caldas
diluíanse las notas de la sonora orquesta que el maestro Arriola compone
con mudez callada de la noche.
Y como un canario que
salta de la jaula, donde estaba prisionero, así rompió el silencio la voz
vibrante y clara del gran bardo antioqueño Carlos Mazo. Recitó su poema,
Antioquia Querida. !. "
Mazo era uno de esos
poetas vagabundos, verdadero bohemio, que comenzó con estos versos, su
alabanza, donde canta al paisaje y su amor a la tierra: Antioquia querida, terruño adorado, / urna de mi alma: / quisiera al
gorgeo de todas tus aves, /el blando murmullo de tus fuentes claras, / el áureo
repique de los campanarios./ cuando vuela el Angelus sobre tus cañadas/ como
una paloma que lleva en el pico/ un pálido ramo de humildes plegarias.
El Grupo Escénico empezó
su trabajo con naturalidad de sus ademanes y en la soltura y la picaresca
gracia de su cuerpo hizo una Rosina
no soñada por Martínez Sierra. Un cronista, dijo, "pudiéramos culparla de
cierta practica que se gasta la mujer pereirana para eso de hacer esclavos de
amor a millares, Teresita siempre da la limosna de su sonrisa".
Un cronista aficionado al
cine, crítico temprano, destroza, El
centinela del firmamento:
"Una de las cintas más emocionantes que yo haya presenciado en mi vida. Se
trataba de un aeroplano que aterriza en el corredor de una casa... Pero todo
esto se pasa, porque una mala noche se pasa aun cuando sea durmiendo, lo que no
pasa, lo que es bastante duro es desembolsar CINCUENTA centavos, oro legal,
moneda colombiana, sin descuento, al contado, precio fijo por ver estas
cosas... Al paso que vamos dentro de pocos días no irá al teatro ni la
luz". Como que no le gustaron estos tímidos efectos especiales y
espaciales.
En la columna Confetti,
otro cronista, tercia: " No sé por qué me produce una ingrata impresión
ese continuo y lento accionar de todos los personajes cinematográficos...
Cuando el hombre habla es cuando nos convencemos del maravilloso fenómeno que
es la vida. Por eso el cine del hombre mudo, el hombre sin alma, no me subyuga,
ahora, sí. No solamente el cine hace enmudecer sino que también trata de
ridiculizar las profesiones que alcanzan los hombres... Como sucede en la
estupenda película del doctor Ipeca, entonces, si que llega a su máximo esa
repulsión casi natural en mí por el famoso invento de ese genio que se llama
Edison a quien a mala hora se le ocurrió peliculizar la vida!.. ".
Para principio de enero
de 1926 Variedades anuncia:
"Está en la ciudad el simpático amigo don Nicolás Di Domémico, quien ha
venido con el objeto de preparar en la Sociedad de Mejoras Públicas la
filmación de una película en la que aparezca Pereira, con todas sus mejoras
locales y muestre a los otros pueblos su valor material, en industria y
progreso. Sabemos que Di Domémico se entiende actualmente con la SMP. Saludamos
al gran Di Domémico.
La producción de cine
apenas empezaba en el país. Había sido filmada María, 1922, por Alfredo
del Diestro y Máximo Calvo; Aura o las
Violetas, 1924, por Vicente Di Domémico: La tragedia del silencio, 1924, por Arturo Acevedo; Como los muertos, 1925, por Vicente Di
Domémico; Bajo el cielo antioqueño,
1925, de Arturo Acevedo; El amor el deber
y el crimen, 1925, de Pedro Moreno Garzón. Estas películas tienen un
propósito: mostrar las ciudades de origen Bogotá, Medellín y Cali, resaltar una
obra literaria o ilustrar al público con guiones basados en un gran problema
como denuncia social.
El guión para Nido de Cóndores lo realizaría, Alfonso
Mejía Robledo, poeta y novelista, director de la revista, Lengua y Raza, y quien atendía su almacén de la Plaza de Bolívar.
El mismo cronista había
anotado sobre María: "No
seríamos imparciales sino anotásemos que la película adolece de algunos
defectos de construcción, tales como modernizarla tanto..."
El grupo escénico se
muestra activo el día 3 de enero de 1926 presenta, Abandono y Juventud, del
malogrado Alejandro Mesa Nicholls. El cronista comentó: "En su función del
martes, en la noche, se pegó una lucida y cimentó su prestigio de una manera
definitiva con piezas como Juventud
que es inmejorable y Abandono que es
muy buena. Esta simpática truppe irá muy lejos en la labor cultural,
desinteresada y patriótica que se ha impuesto.
¡Adelante conquistadores
del ideal! ".
En esta última frase se
resume quizá lo que aun explica la búsqueda por ser artista en el país un
ideal, pero como entretenimiento. Así el
Grupo Escénico de Pereira conformados por personas de la alta sociedad que lo
tienen como pasatiempo y acudieron al llamado de la Sociedad de Mejoras
Públicas los tempranos empresarios de cine, los Di Domémico. Inicialmente el
cine como invento técnico daba más importancia en el país a quien supiera
manejar las cámaras así como los trucos para las luces y las sombras; esto
llevó a que una persona como Máximo Calvo, haya sido realizador, pioneros por
la plata.
Nicolás Di Domémico,
quien revelaba la película en un cuarto oscuro de su casa con la técnica que le
había enseñado su primo Vincenzo, quien a su vez la había aprendido del
director Máximo Calvo, dio su nota:
"Vi la mitá... y me gustó por todo. Lo que no me gustó hombre fue el
decorado, porque eso de poner un patio español, para gabinete... Bueno, no me
fregués, hombre"
Llamados por la
producción de la posible película allí recaló otro de los pioneros del cine
colombiano. Arturo Acevedo quien exhibió además, como una forma de ilustrar su
experiencia, Bajo el cielo antioqueño.
Pororo, como le dicen, anota, "orgullo de Pereira y zapadores del buen
gusto, son a mi juicio quienes bajo el nombre de Grupo Escénico reúnen un
ramillete de juventud para desmonotizar la vida con una nota festiva y grata.
Palmas muy sinceras".
En febrero 6 aparece una
nota donde se informa el compromiso de filmación. "Nos comunica el amigo
Nicolás Di Domémico que ya está firmado el contrato por el cual la SMP de
Pereira autoriza a una casa filmadora de Cali, para tomar una película de la
ciudad; parece que dentro de algunos días llegará con este fin el práctico
artista Máximo Calvo. Nos alegramos positivamente".
El Grupo Escénico a
principios de julio presenta la comedia de los hermanos Álvarez Quintero, La Rima Eterna, para obras de beneficio,
caridad y progreso. El cronista anotó: " La obra es una comedia primorosa
que hace cosquillas en el alma..."
En el Teatro Caldas
presentan El hombre mosca de Harold
Lloyd filmada en 1923, y a principios de julio, Sigfrido y la venganza de Krimhilda de Fritz Lang realizada en
1924; lo cual da una idea de que los barcos se demoran pero llegan y de un
público ilustrado.
Para septiembre 18 se
anuncia Nido de Cóndores sus principales
intérpretes: Anita Rendón y Fernando Jaramillo. La gran película pereirana que
filmó el artista español Máximo Calvo y cuya propiedad exclusiva es de la SMP
de esta ciudad. Deseamos que muy pronto pase por el lienzo del Caldas nuestra
admirable obra cinematográfica".
Para noviembre de
expectativa en las personas y en los avisos de prensa se promociona: Anita
Rendón Bustamante y Doña Inés Rendón de Mejía-, protagonistas principales de Nido de Cóndores cuya primera exhibición
tendrá lugar seguramente el martes, próximo 23, en el Teatro Caldas y cuyo
producido debe dedicarse a la SMP. Deseamos un colosal éxito para la película
que sintetiza un gran esfuerzo de sus intérpretes y de su filmador el señor
Máximo Calvo, quien llamaba la atención por su melena, su rostro de color rojo
y sus cejas tan pobladas que parecía una lechuza.
Refiere Luis Carlos
González.
La Cámara de Comercio invita a un
potentado alemán que llega con su hijo, Otto Mueller, a quien se le atiende muy
bien con un propósito: que inviertan en el desarrollo de la región, en una vidriería.
Se agasaja a los ilustres visitantes en La Cámara con discursos, mudos por
cierto. Don Nepomuceno Vallejo Estrada y don Jesús Cano Montoya se negaron a
que les maquillaran, porque lo consideraban no aptos para hombres. También
maquillan al ilustre hombre público don Manuel Mejía Robledo. Ellos se
dedicaron a enseñar los paisajes y la ciudad de Pereira a su ilustre visitante,
pero su hijo se consagró a buscar novia. La cual consiguió, las mujeres locales
siempre prefieren a los extranjeros, pero la hermana de ésta también se enamoró
de Otto.
De todas maneras
ellos disfrutaron de la retreta, la batalla de las flores. En el Lago Uribe
navegaron en botes, fueron a conocer la
Cascada en la finca de Alejandro Villa Álvarez, recorrieron la ciudad en autos
y asistieron a misa concelebrada con toda la pompa del interesado, como son los
paisas, en la iglesia de la Pobreza, al cobro de cheques sin fondos en el Banco
del Ruiz, gerenciado por Enrique Drews. Para ambientar el Café Blanco y Rojo se
llevaron todos los enseres a otro lugar menos sus mesas con vidrio que en
realidad eran vitrinas donde se exhibía mercancía, mientras el cliente apuraba
un café.
En una escena la novia celosa se desmaya
sobre un montículo de arena, que había en la Plaza de Bolívar, ante el
enamoramiento de su hermana hacia el galán Otto.
También Nido de Cóndores tuvo su parte censurada, ya que Gonzalo Vallejo
Restrepo, junto a otros actores improvisados como Fidel Jaramillo Ángel,
Gilberto Jaramillo Londoño y otros personajes, idearon una escena de combate
entre conquistadores españoles y los indios pijaos, utilizando proyectiles
auténticos.
En otra escena -relata el poeta Luis Carlos
González que vio la película- aparece una reina pijao coronada con plumas, pero
esta fue censurada por tratarse de una mujer de dudosa procedencia. Esto
recordaba el caso de un alcalde anterior que, ante el avanzado caso de
prostitución, decidió recoger, después de una juerga, a todas estas mujeres,
obligándolas a barrer la Plaza de Bolívar y así mismo deportarlas hacia
Cartago.
Fragmentariamente, se ve en la película, a
esta mujer mirando coronada de plumas hacia la distancia con su mano sobre la
frente. Por supuesto, las escenas del combate a caballo con jinetes disparando
balas verdaderas porque las de fogueo se habían despilfarrado, fueron dejadas
de lado, nunca se presentaron. Esta locación censurada ocurrió en la vereda La
Florida.
Hay una escena fuerte
de dos hermanas agarradas del pelo, que molestó a las personas del pueblo, porque
estas dos hermanas eran de la sociedad pereirana. También hay escenas donde
Otto visita en la Quinta Santander a su novia. Hay mofa porque en una escena
entra allí con sombrero y cuando sale no se sabe qué se hizo el sombrero. Luego
con el desarrollo de la película se sabe que el Otto va a casa de la novia a
que su cuñada le realice un cuadro al óleo, pronto se realiza la boda y la
pareja se dirige a la Hacienda Galicia donde termina la película.
Otro personaje de Pereira, Álvaro Gaviria
Díaz, también se convirtió en actor, solo unos segundos, al entregar una carta
y desaparecer para siempre del cine y de la película. Esta escena fue
ambientada en la vereda la Florida.
Otros actores
improvisados pertenecientes a la Pereira elegante fueron: Marta Botero
Gutiérrez. Carlos Arturo Jaramillo, Abelardo Mejía Echeverri, El torero Pedrucho, Sofía de Botero, Manuel
Mejía Robledo, Gilberto Jaramillo Londoño, Nepomuceno
Vallejo Estrada, Jesús Cano Montoya,
Álvaro Gaviria Díaz, Gonzalo Vallejo Restrepo, Gilberto Jaramillo Londoño y Fidel
Jaramillo Ángel.
También actuó en Nido de Cóndores el afamado torero español Pedrucho, por lo que es
posible que hubieran filmado una corrida de toros. Pedro Basauri, Pedrucho, había filmado algunas
películas como Pobres niños en 1921, Militona o la tragedía de un torero en
1922 y Pedrucho en 1923, bajo la
dirección del francés Henry Vorins. Incluso
Valentino exigió ver estas películas de Pedrucho antes de filmar Sangre y arena
Cuatro días más tarde
apareció esta nota: "¿Nuestra opinión sobre esta película? Tenemos que
ahogar la simpatía que nos merece la trinca que maneja una entidad de mejoras Públicas
de Pereira y ver con ojos justicieros la manera triste como se perdió allí el tiempo,
el dinero y todo. Salvamos de ese naufragio a las gentiles y bellas y
aristocráticas damas que dieron el óbolo de su arte; así como el concurso
artístico de Fernando Jaramillo y de Abelardo Mejía. Ellos hicieron sin interés
y, sólo por amor a Pereira, un trabajo pesado y molesto. El argumento es pobre,
mísero, raquítico y parece imaginado por un principiante. ¡Bastante barato! La
imaginación que lo concibió debe atravesar actualmente el más angustioso
periodo de anemia síquica. Como se ve que su especialidad literaria debe ser la
de fabricar recetas de Wampole o el Tanlac. Más argumento tiene por ejemplo, la
novena de San Román nonato o los célebres discursos de H. Jaramillo (a. Badeo).
Porque esa reconstrucción histórica tan superficial y tan baladí cuando era un
film a explotar y eso se ve en el absurdo puesto que en 1863 no podía haber
postes para luz eléctrica como se ve allí. ¿Por qué no filmaron los edificios
modernos? ¿Por qué dejaron los Tanques, las primorosas galerías del colegio
Santa Teresa, el matadero, la calle 19? ¿Dónde dejaron los repliegues de
nuestro río Otún? Y, ¿Por qué ocultaron esos atardeceres únicos que se
contemplan desde nuestra olvidada plaza de la estación? Y qué objeto tenía
filmar un café elegante en otra parte que no en su local: y por qué en la
Cámara de Comercio había gente que no tenían que ver con la institución; y
¿será posible que nuestros aristócratas damas pereiranas, se agarren del pelo,
de un modo tan poco correcto, por un novio? De verdad que en esa película se
invirtió un capital, pero es preferible que se pierda ese dinero, para no ir a
mostrar en el país, semejante Pathé tan sin gracia y sin gusto. Ahora, ¿por que
no se ensayó eso antes de darlo al público a dos pesos oro? Proyección pésima.
Sin cuidado, sin atención, sin un poquitico de consagración por dos mil
personas que amantes de Pereira fueron a trasnocharse viendo lo más malo que
cinematógrafo alguno puede registrar. Nosotros queremos aconsejarle a quien
explota esta cinta, que haga con ella una gran hoguera y destruya hasta el
recuerdo amargo de semejante fracaso. Al exhibirse esa película fuera de
Pereira, perderíamos el 99 por ciento de nuestro prestigio ante el país. Sí,
que no se permita que salga de Pereira.
Y no podemos terminar sin
dejar constancia de nuestra protesta enérgica contra la proyección tortuosa,
horrorosa y llena de sombras, con que se irrespetó al público en la noche del
martes y es también nuestra protesta por las vociferaciones apasionadas tontas
de los personajes sombríos que en la alta noche insultan una honorabilidad de
18 kilates como es la de Don Luis Sanín. Que hagan sus tonterías pero que no se
culpe a nadie de sus fracasos".
Este antecesor apasionado
a la crítica de cine desplegó toda su furia debido a su apego al paisaje. En un
momento en que el cine era utilizado para resaltarlo; aun no existía un
conocimiento a fondo de él. La llegada del cine era una manera de llenar ese
vacío: mostrar las diversas regiones.
A lo mejor quería que
apareciera el padre Remigio Antonio Cañarte, la pequeña capilla de guadua y
paja en la esquina de la calle 19 con carrera Octava, costado nororiental de la
actual plaza de Bolívar como el 20 de agosto de 1863 cuando el presbítero
decidió fundar la ciudad para cumplir los deseos de Francisco Pereira Martínez
que había donado los terrenos para establecer un poblado, donde ya habitaban 79
colonos con sus familias, pero con el secreto fin de valorizar el resto de las
10.000 hectáreas. Deseos, que de no ser cumplidos, llevarían el alma sin
sosiego del doctor Pereira al purgatorio por unos buenos siglos.
El cronista había
titulado su furia en una crónica: Alfonso Mejía Robledo: autor del argumento
sin gracia y sin argumento del Pathé fracaso: Nido de Cóndores.
A principios del 27, el
cronista, Confetti, persiste en Variedades:
"Y hablamos ahora de las leyenditas que don José Tejada hizo pasar por el
lienzo del Teatro Caldas en la nebulosa noche del martes último, antes de
principiar el Pathé, en algunos intermedios y quizá al final... Séanos
permitido anotar que el Sr. Tejada no tiene ningún derecho para considerar la
prensa de Pereira como ‘agria’.
Y nosotros recordando esa
cosa ingrata que se llama Nido de
Cóndores que tantos sudores de vergüenza debió costarle a Pereira, nos
pusimos a pensar que así con esas bodaditas había empezado el tal Nido de Cóndores y que ya todo el pueblo
sabe donde fuimos a parar con esa lata y a donde fue a parar lo que produjo en
dinero... De modo pues que advirtamos a todo el público para que ande prevenido
en donde vean una maquinita de esas y un sujeto detrás dándole vueltas a un
manubrio, o manivela en mano subido en un balcón filmando un desfile".
Gracias maestro Victor por enseñarnos algo de esa pelicula perdida para el petrimonio nacional
ResponderEliminarSencillamente muchas felicitaciones.
ResponderEliminarAmigo Víctor Bustamante muchas gracias por esta investigación que nos muestra algo de suma importancia sobre nuestra capital. De nuevo muchas gracias.
ResponderEliminarGracias por enseñarnos y transmitir tu conocimiento, estos espacios son importantes, valoro tu información. Lisa
ResponderEliminarFelicitaciones y gracias
ResponderEliminargRACIAS POR COMPARTIR TAN HERMOSO ARTICULO
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