Ramiro Tejada
Tatiana, Gustavo, Hernan y Pedro Arturo Estrada
Gustavo Arango, Gisela Posada y Guillermo Baena
José Manuel Arango revisitado
Fragmento
Víctor Bustamante
Para Guillermo
Baena
Días del 94, en Villa
Roca conversamos con José Manuel durante varios días con un propósito, realizar
un número de la revista Babel para iniciar un diálogo entre generaciones que
hoy perdura, ya que cada generación intenta sepultar a las demás sin apenas
haberla conocido, somos casi contemporáneos y a veces se piensa que con
cualquier pequeño hallazgo, un poemita en ciernes se inicia toda una
literatura. Mentira, siempre venimos de alguien.
De tal manera una
revista monográfica era darle forma a esa presencia, saber que ese
avasallamiento cultural, que aun se presenta, era necesario contrarrestarlo con
este tipo de cercanías. Lo que descubrimos es que había mucho entusiasmo con
JMA, con su poesía. Una de ellas era la claridad de sus textos, y otra la
sencillez de su persona, Lo cual era extraño en un medio donde el arribismo
intelectual hace tabla rasa del otro, de quien apenas desea iniciar una carrera
de escritor.
De él sabíamos que
había pertenecido a Aquirimántima,
sabíamos de sus poemas esenciales, casi siempre cortos y casi siempre intensos.
Y que así mismo era uno de los poetas que persistían en esa dinámica de los
grandes poetas de Antioquia que era como decir de Colombia.
Aquarimántima,
(1974-1983) era la revista de poesía que él co-dirigía con Elkin Restrepo y
Juan José Hoyos. En esta publicación se
conocieron poetas de diversa catadura como Heli Ramírez, Jesús Gaviria. Víctor
Gaviria, también era la generación posnadaísta que desdeñaba de la situación
límite de la poesía al regresar al conservadurismo como es notorio en dos de
esos escritores. Uno de ellos, poeta, Elkin Restrepo había firmado alguno de
los manifiestos nadaístas. Todo el ruido, los manifiestos nadaístas, toda esa
irrupción de una poesía generacional, comenzaba a verse casi relegada, es más,
muchos de los nadaístas publicaron en esta revista. Además se presentaba el
caso de que sus principales ejecutores eran personas de la academia, con lo
cual se daba un zarpazo a la libre creatividad de los librepensadores como
había ocurrido antes. De esta manera se regresaba de nuevo a una poesía cautiva
ya que no había escritores independientes, ya que los profesores universitarios
solo producen informes o lo que se llama literatura de campus. Más tarde JMA, a
pesar de su displicencia, cuestionaría a
los llamados poetas de otra generación, la que seguía a Aquirimantima, debido a
la conversión de la poesía como mero entreteniendo, dejando de lado toda la
poesía antioqueña que cuestionó desde De Greiff. el establecimiento literario
del país, me refiero al Festival de Poesía. Es cierto, lo que afirmaba alguna
vez Teodoro Adorno, luego de una ruptura existe el peligro de que la sociedad
siempre tan conservadora regrese a l estado de cosas anteriores por mera
comodidad creativa e intelectual.
Lo valioso de José
Manuel, si bien nunca le gustaron los ruidos y la dureza de la poesía nadaísta,
aunque sí Amílcar y Alberto Escobar, es que su poesía se deslizó en dos caminos
que ninguno de sus compañeros de ruta, poetas cercanos, escribieron, como él lo
hizo, lo erótico, y su persistencia con el tema de la muerte.
El primer texto que leí
de él, fue un poema corto aparecido en un separador de libros editado por el
magazine Tronkitos con una fotografía de Darío Morales, el poema dice
el
viento trae una ráfaga
de
rotas banderas
y
los que se amaron
hasta
el canto del gallo
rendidos
y desnudos
de
la mano
van
por un mismo sueño.
De tal manera lo que
vuelve valioso a un poeta es la apropiación del mundo que lo circunda, es decir
del mundo al que decide acercarse y definir desde su perspectiva. Esto nos
lleva a saber como en un momento determinado hay muchos poetas y muchos de ellos
perciben el mundo a partir muchas veces de cierta extrañeza o de una concepción
particular que los lleva no solo a mostrarnos ese mundo que vive sino a
interrogarlo y a través de su poesía nos induce a mirar muchas veces, esos
paisajes interiores o exteriores, sus vivencias, que muchas veces no
observamos. Otros, en cambio pasan de largo porque han olvidado que la poesía,
es la forma de arte, de la escritura donde no se puede mentir, ni soslayar.
A veces se ha tildado a
José Manuel como una suerte de poeta filosofo por la abstracción que hace él,
cuando es el observador que reflexiona sobre lo que lo rodea, recordemos que su
manera de poetizar nunca utiliza el yo sino cierta manera displicente y lejana,
cautelosa y algo fría, de contarnos que es lo que le interesa, para que sus
palabras nos asombren. Lo cual realiza de una manera tan sencilla, tan
cotidiana ante los poetas contemporáneos que se asilaron, en la parafernalia de la falsa bisutería
barroca, en el exceso de imágenes
aguadas que impregnó a ciertos surrealistas, aquellos de la perplejidad callejera de la clepsidra, los
haikus de plastilina, o de aquellos que casi casi destruyen la tradición de los
grandes poetas antioqueños con la poesía falsamente militante, o con los
tradicionalistas de cartón piedra que miraban la veta del folclor como la única
idea de poesía. Ante esa diversidad creativa, José Manuel reestableció la gran
tradición nuestra. Y por eso es doblemente valioso-
El lenguaje de José
Manuel, es decir, su poesía es trasparenté como el agua que corre en esos
paisajes que él tanto caminó, que el tanto vivió y que nos enseña en sus
textos. No en vano esas lecturas que lo estimulan a escribir las hace en Usa
cuando estudió, a partir no de los beat, que era en ese momento la vanguardia
con su efervescencia, con ese explorar otros mundos con otras palabras, sino de
una poesía mas conservadora como la del neoimaginismo de Pound, William Carlos
William, Wallace Stevens, mientras algunos nadaístas, que era nuestra
vanguardia, crearon una poesía dulcemente agresiva, José Manuel se asiló en un
ambiente poético mas tranquilo, creo que debido a su carácter reflexivo, así
nos define qué es la poesía para él: “Pero el poema más que una visión del
mundo, surgirá de lo que Unamuno llamó
un sentimiento de la vida”. Cierto existen escuelas, la envoltura del lenguaje,
pero a la hora de la verdad el poeta se encuentra con una sola realidad: él
mismo frente al mundo, lo demás son teorías. Su ars poética él mismo la define
en sus poemas.
Un poeta siempre tiene
una pregunta inicial sobre su arte, la cual responderá poco a poco a medida que
escriba sus textos, allí es interesante ver como se acerca a su definición,
después de varios años y después de pensarlo muchas veces.
En Fe de erratas
Ha
equivocado la palabra
donde
dijo sí
quizá debió decir no
y
tal vez un poco mas tarde
donde
dijo no
debió
decir si...
,,,
En este poema - Grammatici certant JMA define su manera
algo displicente y fría como nos va a poetizar a partir de esa tercera persona
que siempre lo identificará:
El
nosotros
lo
saben los gramáticos
es
un curioso pronombre
Quiere
decir tú y yo
sin
él
y
también él y yo
sin
ti
y
también él y yo
contigo
y contra el resto
En
todo caso excluye siempre a alguien
De
esta parte nosotros
de
la otra los otros que nosotros
En Palabras de mendigo no sé por qué acerco al escritor con el mendigo
que pide las palabras y estas son como prestadas como usadas a las cuales el
escritor pretende darles un nuevo lustre.
Las
palabras secretas oídas en el sueño
Son
acaso las mismas
Que
alguien al otro día
-por
ventura el mendigo que pide una moneda-
Nos
dice en una lengua
usada.
...
Ya en Pensamientos de un viejo, continúa con
su acercamiento a lo que podríamos llamar su manera de escribir. En toda su obra
es el poema mas reflexivo que escribió sobre escritor alguno y cuya forma de
ver, definir y palpar el mundo lo obsede.
11
Y
esa forma suya de hablar, con vocablos redondos, duros.
Uno sabe: esto es mío. Se reconoce.
Usó para pensarnos el dialecto que hablamos.
12
A
veces saborea y saborea una palabra,
una manera de decir oída en la niñez.
Así se acaricia una teta de muchacha.
...
En Libro y cuchillo él se desconfía de las palabras y su multitud de
significaciones y así mismo no solo colca un cuchillo en el libro para que lo
mantenga alerta sino que se mira al espejo como para pensarse que fue lo
escrito,
Pensaba
en un lenguaje secreto,
Inventado
para asegurarse los desvaríos
....
Señalo
con su cuchillo la página
(el
cuchillo en el libro cerrado)
Entonces,
frente al espejo,
Se
sintió decapitado.
...
En Escritura iguala las palabras a las monedas, a su valor
Marcar
una moneda con la uña
Hacerle
con la uña una raya
Y
echarla a rodar por la ciudad
.....
En Palabra de hombre indica el peso de cada una de ellas al escribirla
La
palabra
como
una moneda
Sopesada
en la palma
,,,,,,,
....
okay ché...
ResponderEliminares posible que josé manuel arango fuese un buen poeta cosa que dudo de un vetusto profesor cuya gloria como poeta es el mito de unos mediocres de una universidad cada vez más paraca
hizo unos cuantos poemitas con yeso porque que cosa tan reseca y le sonó la flauta con un librito que se llama este lugar de la noche
pero no es para tanto...
estos colombianos no dejan las almas en paz..
dejen al muerto quieto... al poeta laureado por el exgobernador paraco del cuento aquél
esos vampiros que le homenajean lo que quieren es un poquito de brillo para sus espíritus marchitos...
a vICTOR LO MANIPULA EL hAMAQUERO CON TANTO HOMENAJE AL POETA MUERTO.
ResponderEliminarConque comiendo del muerto
ResponderEliminarahí está pintada la rata coja del hamaquero y sus huele pedos
Claro: los neonadaistas le aprendieron a la rata de Jota Mario Arbeláez a "comer del muerto" como él mismo dice refiriéndose a que toda su triste gloria se la debe a vampirizar a gonzaloarango ese católico de mierda
"La palabra
ResponderEliminarcomo una moneda
Sopesada en la palma"
Que cheque chimbo tan hp.
Que comparación tan cula.
Cuanta avaricia. Poema de un hirsuto y avaro profesorcito.
Además es una vulgar copia de
Mallarmé cuando se refiere a la palabra como una moneda gastada de mano en mano, como esa obrita gastada de tonto en tonto
La palabra de este poetucho
es como un Cen Tavo Zuluaga
No hay neonadaismo.
ResponderEliminarEso es un inventico barato para el reconocimiento de unos cuantos que lo quieren ser dentro del movimiento. El nadaísmo se mantiene en su ideologia revolucionaria. El nadaísmo és. No hay quien lo cambie con terminologias de medio pelo que lo identifique con lo "nuevo". Porque ya de lo nuestro ya no queda "nada"?.