sábado, 27 de enero de 2018

La Bisagra Víctor Bustamante





La Bisagra

Víctor Bustamante

Editar una revista no deja de ser un reto pero también una presencia, de ahí que Isabel Cristina y Andrés, junto a Carlos Ciro hayan decidido iniciar una labor en el camino arduo de la poesía, digo arduo, porque la poesía es el camino más difícil e indiscutido del ejercicio de las letras. Un poeta o escribe poesía contundente y decidida o no deja de hacer versos para su entremetimiento fugaz. Pero un poeta certero asume esa labor como el dictamen de toda una vida y en su absoluto desvelo escribe una poesía que se torna indeleble con los años; de ahí su presencia.

De ahí que La Bisagra, una hermosa  revista, una elaborada  revista de poesía, mida el pulso de ese puñado de editores, pero aún más, que conjuguen diversos momentos de la creación poética para entregarnos una suerte de dictamen de lo que ellos buscan para perfilar su publicación, así como su carácter que es lo que en realidad define no solo la poesía porque los tres escriben tino la revista misma.  

La palaba bisagra nos remite a la articulación de las puertas que permiten abrirla, pero en este caso podríamos acudir a la una metáfora que nos indica como la bisagra es la apertura a la poesía, y como, por medio de ella, acedemos a ese territorio peculiar al abrir la revista, un legado poético, pero vamos referirnos ese emisario que llega y nos entrega esas palabras escritas que son la huella de estos escritores.

Hay una presencia fuerte, y es la poesía de Gabriela Maturo; su escritura, su percepción del mundo, es de una madurez, de una voz tan de ella que solo se adquiere con ese deseo de exprimir de su ser, esas palabras iluminadas que pueblan su universo personal. Lo cual solo se alcanza con esa labor de persistencia. De ahí que hemos sido injustos con ella al solo leer y referir a Alejandra Pizarnik o a Olga Orozco.

Carlos Bedoya, exquisito con su poesía, refiere ese universo de palabras que arden en su escritura. Su memoria indaga por la calles, y en las noches. Y bajo el designio de la lluvia o en pleno verano su presencia es  indiscutible en el ámbito poético de la ciudad. Su poesía respira vida, su poesía nunca ha claudicado ante el silencio donde se entrelaza la síntesis de su escritura con la tradición que nos define desde el fondo de la poesía.

Junto a estos dos grandes poetas, lo mejor de la revista, hay poemas de María Polydouri de Grecia, y además dos poetas como Martha Carolina Dávila y Juan Sebastián Sánchez, ambos a veces con algunos poemas llamativos, pero que a veces dejan colar versos ingenuos. De todas maneras es un inicio por el camino poético que poco a poco los llevará a fraguar buena poesía. Eso sí con buenas lecturas y un arrojo proverbial.

También La Bisagra combina, junto a la poesía, la presencia de un pintor. En este caso ha sido invitado Miguel Ángel Morales quien con su brochazos indica su furia creativa; su paleta de colores nos llena de preguntas.

En síntesis, La Bisagra es un esfuerzo loable, que marca una percepción del tiempo, la continuación de un diálogo permanente entre los diversos poetas con lo que se entiende y valoramos la presencia de Andrés, de Cristina y  de Carlos.


1 comentario:

Leti dijo...

Mi apreciado Víctor no sabía de esta revista en qué lugar se consigue..abrazos