domingo, 12 de marzo de 2017

Raúl Mejía / Poemas Últimos



Raúl Mejía
Poemas Últimos
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MAÑANAS

Mañana fría, dominical.
Algunos caminan, divagan, se mezclan.
Avanzo y observo como ascienden
-Entre antiguas, renovadas humedades-
Resistentes montañistas:
Agudos bordones asaltando humus, hojas, rocíos.
Lentas, despiertan deseadas mujeres,
Párpados aun reteniendo pesadillas
(No todas las pesadillas son deleznables)
Y, auxiliados tras inasibles suspiros,
Fantasmas rondando senos, labios…

En esta fría mañana dominical,
Se aprecian vestigios de reticentes angustias,
Perplejidad y silencio agotados de violencias, disputas,
Ironías y azares trazando complicidades.
He prometido ni una sílaba más,
Vistazos,
Diálogos revestidos de obligaciones.
Vivimos, apenas, para presenciar escasas mañanas,
Serenamente grises
Acechantes de nubes, lluvias, versos…         
Mañanas en las que
El suave lomo de mi mascota
Aleja pesadumbres.
Mañanas en las que
Regresos de lluvias
Evitan saltos al vacío.
Mañanas en las que
Oyes y cantas con “Ceratti”,
Lamentando tan prematura partida.
Mañanas en las que
Prosiguen ausentes
Aquellos urgidos de ser llamados, buscados.
Mañanas en las que
Persisten vomitivas lecturas
De poetastros y poetisas desopilantes.
Mañanas en las que
Fluyen olores a café, caricias,
Descartados por atrapados entre pantallas y datos.
Mañanas en las que
Renovados fantasmas
Recorren pesadillas, melancolías, nostalgias.

 Mañanas en las que
La Poesía cambia claves,
Encriptándose de ironías y acechanzas.
Mañanas en las que
Ejecutan displicentes órbitas
Altas aves rozando suspiros.
Mañanas en las que
Somnolientas, desnudas
Adolescentes afrontan espejos.
Mañanas en las que
Cotidianas ósmosis de cercanos
Tienden ruidosos puentes y senderos.
Mañanas en las que
Algunos solitarios
Dejan selectivas pistas.
Mañanas en las que
Tal vez, sea nuestra muerte
Deleznable ceniza que no amenaza…  
  


MANOS


Todo hijo lleva de la mano a sus padres,
¿Qué mano lo conduce a él?

Extrañas mezclas e incluso sincronías
Mientras desgastados pasos animan al sudor;
Tanto se ve, tanto se ignora
Como si viviésemos ósmosis de calmas aves
Regresando entre aires, apatías y demás.
Sé que no puedo desplazarme sin consecuencias,
Sin equilibrios
Y no es posible, siempre, poseer tactos comprobables:
Una mano, también, me sujeta, empuja, guía.
Igual espléndidas mujeres, fascinantes sombras
Son orientadas hacia cálidas esperas;
Agresivos hombres impostando trascendencias
-Nominarlas sería secuenciar desasosiegos-,
Se contraen, conducidos por manos
Propiciando catástrofes.
En aulas, pasillos, calles, muros recientes,
Juveniles rostros intentan articular
Ese añoso, artrítico ritmo del tiempo:
Ingenuos, apenas gesticulando silencios,
Manos férreas los apuntalan hacia abismos…

Proseguirán hijos tomando de dedos, brazos a ancianos,
Concluyendo epifanías, transfigurando cenizas.

Manos, manos, ¡tantas manos!
Atando
Señalando
Finalizando…

                                                                TATUAJES


Oh recordada, bien deseada amante,
Años después sufres el deleite
Del tatuaje nupcial renovado…
Has inscrito sobre inocente piel
Obvios íconos, trazos, fechas:
Deleznables inmediateces, semiologías…

Ah extrañada, antigua amante,
Pretendes atrapar nostalgias
Sobre tintas, dolor y compromisos…
No es así que rehúyes a tus fantasmas,
No es así como se pertenece,
No es así que se ocultan lejanas caricias…



RESOLUCIONES

 Resoluciones tempranas…

Al salir, aún, adormecida luna,
Recordando, quizá, atrevidas nostalgias nocturnas.
Asciendo esta alta, transitada senda
Y, entre calculados pasos, variedad de seres.

Decisiones espontáneas…

Aristas penetrantes del verano
Hieren, a su modo, ingrávidas abstracciones:
-que siguen siendo acechantes silentes nubes
-que no debo evitar a fantasmas de bellos cuerpos
-que allá aquel gazmoño poeta y su ego resentido.

Aplazamientos inevitables…

Fuerza, olfato y terquedad de mi mascota,
Ironías abrazando difíciles portales.
Medellín agresiva de luz, huérfanos, vacíos;
Amantes despetalando suicidios, olvidos,
Urgente soledad brutalmente dosificada.

  

ES EXTRAÑO…

Es extraño,
No existen fotografías, tatuajes, rescoldos…
Versos sí, consecuentes a penumbras,
Débiles ecos de pieles tras abrazos.
Siendo así,
¿De qué podrían culparnos?

Es triste,
Te acompañan luz, sombra
Y otro cuerpo, apenas habitando
Incipientes nostalgias.
Aquella canción dedicada,
¿Persiste aún entre hastíos, ironías, abismos?

Es inevitable,
Dotada de cenizas fértiles
Renaces escasa de recuerdos,
Besos, entregas…
Apasionada amante,
¿cómo pudieran susurrarte tristes fantasmas?


   
PERSISTENTES

Persistentes ironías…

Recuerdo palabra a palabra
Vieja melodía sentimental:
No canto bien, olvido mal.
Distantes días, suspiros sucesivos;
Línea a línea prosigo:
Acompaño regular, olvido peor.

Aprehensivas nostalgias…

Extensos años en sostenida juventud musical.
Desvencijadas puertas ya memoria de patios.
Encuentros sosteniendo perdurables intensidades.
Recuerdo imagen tras imagen,
Identifico ecos, levedades, susurros, fantasmas.
Mal entiendo estos días: no sé olvidar.


KAVAFIS HABITA SEVEROS INSOMNIOS…

Podría tejer enormes, densas mortajas,
Con abundantes sedas que proveen mis insomnios.
Penumbra tras penumbra se asientan abrasivas
                                                                     melancolías,
ejerciendo abducción de abismos.
En este cuarto resuenan silencios rescatando zozobras,
Sin orden alguno se agolpan distantes imágenes
Y es pobre refugio aquel manuscrito a medio finalizar.
Incluso padezco interminables deslices: arenas
Debilitando frágiles triángulos de horas.
(No podría soportar ominoso “tic-tac” mecánico)
Llevo días así y apenas dormito
Cuando se acercan eróticas cadencias, luces, siluetas;
Quisiera acompañarme de antiguas travesías nocturnas:
Reyes, dioses, héroes y amantes
Sumidos en laberintos, pausas e inveteradas nostalgias;
Algo hallaría que permitiera besos, roces, suspiros.
Oh sí, anhelo regresivas “amadas sensaciones”,
Sin embargo, esta perfección de ausencias
Dificultan sosiegos
Eternizan fantasmas
Filtran pesadillas
Prolongan ancianos, severos insomnios…

  
AHORA…

Ahora posas con sugestiva mascota…
Cerca sombras conocidas:
Tú, él e hipocresías de casados.
El que no observes
Cómo la nostalgia nos rodea con letales ironías
Evita, por ahora, naufragios
En tu utopía de sentirte pareja.

Sentirse nombrada durante confusión de roles
No garantiza deseos, respuestas, auxilios.
Es triste que atrapes fantasmas
Como trueques de pesadillas:
Tiernas eternidades no logran tiempo extra.

Furtivos escapes de nubes y vientos
Aún rondan ansiosos besos, abrazos.
Tatuarse grafemas o ridiculizar imágenes
Son, a lo sumo, ceniza de penumbras.
Días, meses, años habitaremos íntimos abismos,
Urgiendo lazos que jamás merecimos…


  

2 comentarios:

Milena de Henao dijo...

Creo que este muchacho Raul es el mismo que estuvo de groupier bajo la dirección del gran Raul Henao, pero paree que nada le aprendió. Sería muy del caso que leyera algo y así se hace trovador.

Raúl Mejía dijo...

jajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajaja...Poco leían los "trovadores", jajajajajajajajajajajajajajajaja...