sábado, 21 de noviembre de 2015

Ashraf Fayadh, poeta palestino condenado a muerte.


..
Ashraf Fayadh, poeta palestino condenado a muerte.


Arabia Saudita:
Condenan a muerte a un poeta palestino por renunciar al islam
Publicado:

La justicia saudita ha condenado a muerte a Ashraf Fayadh, un poeta palestino que en sus obras renuncia al islam, comunica 'The Guardian'.

De acuerdo con el tribunal, el libro de Ashraf, titulado 'Instructions Within', difunde el ateísmo y reflexiones destructivas de la sociedad.

Ashraf Fayadh fue detenido en 2014, le retiraron el documento de identidad, lo condenaron a cuatro años de prisión y a 800 latigazos. Posteriormente, en un nuevo juicio fue condenado a muerte.

martes, 10 de noviembre de 2015

Librería Grammata- Wilson Mendoza


... ...

Librería Grammata

Víctor Bustamante

En la librería los libros no tienen dueño, se exhiben y se hojean, se palpan, se acaricia su lomo. Desde los estantes los diversos autores nos llaman para que llevemos y leamos sus libros. Una librería es un puerto; es decir, allí los libros están de paso. Pero no pueden existir las despedidas, cuando se va un libro, cuando se lo lleva, es porque ese es su destino: estar ahí de paso, luego el lector se apropia de él, se lo llevará; lo hará suyo. De ahí que el librero, en cierta medida es un ser sin sentimientos, ya que un libro que lo ha acompañado varios días o meses se irá con su consentimiento. De ahí que el librero no puede enamorarse de sus libros ya que se perdería de una parte la razón de ser de su subsistencia y de otra nos reafirmaría la frase que refiere como los libros no son de la librería sino que esperan pasivos a sus futuros dueños para que se los lleven y así les sirva, no solo de compañía sino de remedio para sus sueños, o de afán de conocimiento según el caso. De ahí que un libro y su culto da muchas posibilidades, muchas significaciones.

En la librería los libros se disponen en los estantes para que el hipócrita lector, o el investigador, o el curioso lector se lo lleve. Ahí nace una relación familiar entre lector y libro, desde ese momento, el alejamiento del libro de la librería pasa a ser parte de alguien, parte de su vida. Desde allí se inicia una cohabitación ya que el libro pasa a ser parte del mundo personal de quien se lo lleve y presiente que ha conseguido un tesoro que lo lleva a reafirmar el poder de la lectura, ya que a través de esta se viaje a un país determinado, se adentra en la vida si es una biografía, se llene de poesía o en muchos caos se busque el escritor de moda, o el escritor amado, o también se encuentra un libro encargado que no se encuentre en la ciudad. Allí en la Liberia se da una suerte de amor, muchas veces a primera vista o muchas veces por recomendación. En la librería el silencio es determinante, en la librería a pesar de que es un negocio esta palabra no se menciona, allí el conocimiento es el imperio, ya desde alguno de sus vértices, y desde el deseo de quien lo busca.

De ahí que la librería también es un puto de encuentro ya que allí, van los lectores muchas a veces buscando un autor determinado, un libro soñado, pero también muchas veces se va a una librería a merodear ante los estantes y, de repente, se encuentra un libro que se ha buscado con ahínco, y desde ahí, desde la sorpresa de ese espejismo que es real, espera para ser llevado.

Poco ha variado la presentación del libro desde aquel día en que Gutenberg democratizó la lectura a través de la posibilidad de la tirada en serie de libros en la imprenta, así la haya mantenido oculta para falsificar libros manuscritos. El libro nos llega en el mismo formato con su contenido de letras desde su intención hace unos quinientos años, de ahí que a través de él se generalice el conocimiento. En su formato actual con pocos cambios fue arrojado desde esa época al mar del tiempo y así nos ha llegado y se mantiene como la forma más fácil y económica de conocimiento.

El libro nunca ha sido popular porque merece personas que tenga sed de aprender, no técnicos con títulos y honores de un saber, sino que el libro nos da la posibilidad del libre albedrio. Solo a través de la lectura seremos personas libres. En el libro reside el conocimiento, y desde ahí los lectores se transforman en otros seres, no los muertos vivientes de la tecnología con su iPod o su whatsApp, sino que se vuelven en sabedores de ser exclusivos en su aprendizaje. Un libro abre caminos hacia lugares ignorados por su lector, en un libro se reflexiona y se viaja. De ahí que los lectores sean personas refinadas que son capaces de sentarse a leer y a reflexiona en una noche o al alba cuando los despierta la necesidad de continuar una lectura, o que los embargue la prosa de un autor, la sensibilidad para describir o también los aniquile la poesía más dulce que se ha escrito.

Para el territorio para le país de los lectores, la sigla del negociante: el tiempo es oro, no cuenta. Muchas veces algunos desapasionados afirman que no tiene tiempo de leer, ya que los afana solo el tráfago cotidiano de una vida sin riesgos y cuadriculados olvidan el saber de un libro con el infinito diálogo que espera.

De ahí que el libro nunca haya sido popular, el libro, cosa extraña, pertenece a una suerte de secta de lectores, una mínima parte de los habitantes de una ciudad cualquiera, que necesitan aprender me algo en un ramo determinado o simplemente posee en placer de leer.
La librería Grammata es parte de ese sueño, es un puerto donde los libros llegan algunas veces por encargo y se convierten en un puente entre quien lo busca y este lugar de paso, a veces en punto de coincidencia, ya que no hay nada mejor énfasis que perderse en las librerías lugar donde puedes hacer tuyo cualquier libro.
Wilson Mendoza, aquí, en esta pequeña entrevista nos da la razón de ser de su vida como librero, nos dice la probabilidad de coexistir en medio de la banalidad y poca ilustración, pero también refiere sus sueños y el camino y vida de los libros  precisamente en un momento álgido donde la lectura baja sus niveles, en el país, Colombia, donde se lee medio libro al año, o sea que somos un país analfabeta culturalmente, donde sus habitantes se nutren de la hojarasca televisa o de la acedia mental que los mantiene pendientes del futuro.

Y así, este conformismo como producto de erradas políticas educativas y culturales, donde solo desde lo oficial se busca el entretenimiento, como norma, como pócima para calmar cualquier pregunta o duda. De ahí que sea prioritario proteger, ayudar a las librerías, es una parte sensible de la cadena del libro, un punto de la distribución. Sin las librerías, Medellín en este caso se convierte en una ciudad de caferías, de asaderos de pollos, de centros comerciales donde van las chicas a medirse blusas, jeans y a preguntar por todo, a medirse todo y a no comprar nada, porque las aflige el consumismo más descarado o los chicos van a abrir la boca porque piensan que allí son modernos cuando todos en general tiene la cáscara de su cerebro llena de trivialidad, lo cual es la síntesis de un fracaso en su educación y en las políticas culturales para aumentar el nivel de lectura.

Hay ver las recuas de personas en el centro, o en los centros comerciales ahítos de tecnología, jugando uno de los juegos predilectos donde el tiempo ya no es oro sino que no existe, la pasividad los embarga es su norma de vida.

De ahí que en la librería, en este caso Grammata, se convierte en un oasis en medio de la crueldad, en medio de la anomia. Aquí en la librería comienza otro mundo, el del conocimiento, el de la sensibilidad, he dicho el de la sensibilidad.

                                                                                 Nov 10 el 2015





                                                                                                           



Walter Benjamin



Walter Benjamin.

Treize –j´eus un plaisir cruel de m´arrèter
Sur ce nombre.

Marcel Proust

Le reploiement vierge du luvre, encore, prète à
Un sacrifice dont seigna la tranche rouge des
Anciens tomes; l´intruduction d´une arme, ou
Coupe-papier, pour établir la prise de posesión.

Sthéphane Mallarmé




I. Los libros y las prostitutas pueden llevarse a la cama.

II. Los libros y las prostitutas entrecruzan el tiempo. Dominan la noche como el día y el día como la noche.

III. Nadie nota en los libros ni en las prostitutas que los minutos les son preciosos. Sólo al intimar un poco más con ellos, se advierte cuanta prisa tienen. No dejan de calcular mientras nosotros nos adentramos en ellos.

IV. Los libros y las prostitutas se han amado siempre con un amor desgraciado.

V. Los libros y las prostitutas tienen cada cual su tipo de hombre que viven de ellos y los atormentan. A los libros, los críticos.

VI. Libros y prostitutas en casas públicas… para estudiantes.

VII. Libros y prostitutas: raras veces verá su final quien los haya poseído. Suelen de desaparecer antes de perecer.

VIII. Qué gustosa y embusteramente cuentan los libros y las prostitutas cómo han llegado a ser lo que son. En realidad, muchas veces ni ellos mismos se dan cuenta. Durante años se cede a todo “por amor” hasta que un buen día aparece en la calle, convertido en un voluminoso “corpus” que se pone en venta, “por amor a la causa”, nunca había pasado de ser un vago proyecto.

IX. A los libros y a las prostitutas les gusta lucir el lomo cuando se exhiben.

X. Los libros y las prostitutas se multiplican mucho.

XI. Libros y prostitutas: “vieja beata –joven golfa—“. ¡De cuántos libros proscritos antaño no ha de aprender hoy la juventud!

XII. Los libros y las prostitutas ventilan sus discusiones en público.

XIII. Libros y prostitutas: las notas al pie de página son para aquéllos lo que, para éstas, los billetes ocultos en la media.

domingo, 1 de noviembre de 2015

Por una Palestina libre





Estimado Víctor:
Desde la campaña BDS, le estamos haciendo la siguiente invitación y también le pedimos que nos ayude a circularla. Más allá de sumar y sumar firmas, cómo sucede con algunas otras cartas solidarias, lo que buscamos es que los adherentes lo hagan con verdadera convicción y ayuden a divulgar el llamado.
La idea que tenemos es que cuando hayamos sumado un número considerable de creadores, vamos a hacer un comunicado e invitaremos a los artistas locales que se hayan adherido al boicot para un evento en el que se haga público el gesto solidario. 
Un abrazo.
Omar Ardila
..


Estimado(a) artista:


Desde la campaña BDS-Colombia le extendemos la invitación para suscribir el presente llamado y sumarse al boicot cultural contra el Estado de Israel.

Nosotras y nosotros, las y los artistas latinoamericanas abajo firmantes, declaramos que a partir de este momento rechazaremos cualquier invitación que se nos haga para presentarnos en Israel o en cualquier evento financiado por este gobierno que conduzca a la "normalización" del apartheid, es decir, donde no se denuncie el régimen de segregación mantenido por el Estado Israelí contra el pueblo palestino.

El presente boicot se mantendrán, tal y como lo exige el pueblo palestino, hasta que Israel cumpla su obligación de reconocer el derecho inalienable del pueblo palestino a la autodeterminación, y acate completamente los preceptos de la legislación internacional por medio de:
1. La finalización de su ocupación y colonización de todas las tierras palestinas y el desmantelamiento del Muro;
2. El reconocimiento de los derechos fundamentales de las y los ciudadanos árabe-palestinos de Israel y su total igualdad ante la ley.
3. El respeto, la protección y la promoción del derecho de las y los palestinos refugiados de retornar a sus casas y propiedades, tal como lo estipuló la resolución 194 de las Naciones Unidas.

No me presento en Israel

 "Yo soy sudafricano y viví durante el apartheid; no tengo duda en afirmar que los crímenes de Israel son infinitamente peores que los cometidos por el régimen de apartheid de Sudáfrica".
 John Dugard, jurista internacional y ex Relator Especial 
de la ONU para los derechos del pueblo palestino

Como artistas de Latinoamérica decidimos tomar esta decisión atendiendo el llamado al Boicot, Desinversión y Sanciones contra Israel que hizo la sociedad civil palestina en 2005, ya que el Estado de Israel utiliza la cultura y los artistas para presentarse ante el mundo como un Estado normal y una democracia liberal. Uno de los instrumentos más conocidos de la propaganda sionista es la campaña de promoción cultural “Marca Israel”, que busca limpiar su imagen internacional y hacernos olvidar los crímenes de guerra cometidos cotidianamente contra el pueblo palestino. Pero nada de normal hay en ese territorio y menos cuando del mundo de la cultura se trata.
Israel, ignorando las numerosas resoluciones de Naciones Unidas y violando los principales tratados del Derecho Internacional, mantiene desde hace siete décadas un régimen de ocupación militar, colonización de asentamientos y apartheid jurídico. Presentarse en este país significa invisibilizar esta realidad y ocultarla bajo un manto de cultura y multiculturalismo.
No puede haber multiculturalismo en un territorio donde se niega y se ataca una de las culturas existentes: en 1948 durante la Nakba, alrededor de 70.000 libros palestinos fueron recogidos, 24.000 de estos fueron desechados, 7.000 se encuentran hoy en la Biblioteca Nacional de Israel sin poder ser conocidos por sus dueños originales y de los restantes se desconoce su paradero. En 2002, el ejército israelí arrasó el centro cultural Khalil Sakakini en Ramala, en una operación en la que se destruyó el manuscrito del gran poeta Mahmud Darwish, constituyendo una pérdida irreparable del patrimonio cultural del pueblo palestino. Demolió también el Stone Theatre, antecesor del reconocido Teatro de la Libertad (Freedom Theatre) de Jenín, e ilegalizó grupos teatrales y culturales como el grupo de danza tradicional Al-Founoun. En 2012 allanó y vandalizó dos canales de televisión palestina y permanentemente persigue, reprime y detiene a estudiantes y artistas, como la bailarina de folklore Lina Khattab o el dibujante Mohammed Sabaaneh (entre muchos otros). 
Aunque muchos países han prestado apoyo al desarrollo de la cultura en Palestina, Israel ha impedido que este apoyo sea efectivo. En 2009, la policía israelí irrumpió en el Teatro Nacional Palestino de Jerusalem el primer día de un festival de literatura organizado por el consulado británico y la UNESCO, para suspenderlo por orden judicial. Del mismo modo y el mismo año, cerró el Centro Cultural Nidal que había sido financiado por la cooperación española, el cual no pudo volver a abrir sus puertas sino hasta septiembre de 2012.
El reconocimiento del apartheid israelí en territorio palestino ya es una cuestión evidente en muchos círculos internacionales. Así se han posicionado reconocidos defensores y defensoras de la justicia y la paz, como los sudafricanos Nelson Mandela y John Dugard, las indias Vandana Shiva y Arundhati Roy, la guatemalteca Rigoberta Menchu Tum, la canadiense Naomi Klein, los norteamericanos Noam Chomsky, Max Blumenthal, Judith Butler y Jody Williams, el escritor y filósofo portugués José Saramago, los españoles Juan Goytisolo y Juan Diego Botto, los británicos Stephen Hawking, Ken Loach y Tariq Ali, los israelíes Illan Pappé, Gideon Levy y Amira Hass, los Premios Nobel de la Paz Mairead Maguire, Shirin Ebadi, Desmond Tutu y Adolfo Pérez Esquivel, y el francés de origen judío co-autor de la Declaración Universal de los Derechos Humanos Stéphane Hessel. Hasta el expresidente de Estados Unidos Jimmy Carter calificó al Estado de Israel de sistema de apartheid.
Tras su visita a Palestina Desmond Tutu, Premio Nobel de la Paz y arzobispo de la iglesia anglicana que luchó contra el apartheid en Sudáfrica, describió el entramado colonial israelí como un sistema que segrega y discrimina a la población palestina: “He estado en los Territorios Ocupados por Israel y he visto las carreteras de segregación racial y las viviendas de los colonos israelíes que tanto me recordaron al Apartheid sudafricano. He presenciado los controles, la humillación de hombres, mujeres y niños palestinos. Los asentamientos son espléndidas mansiones con piscina, cuya agua proviene de los acuíferos palestinos y sus aguas residuales se evacúan hacia el territorio palestino”.
Para rechazar estas atrocidades muchas personalidades y artistas se han sumado a lo que se ha denominado el Boicot Cultural y Académico. El 31 de mayo de 2010, tras el asesinato de nueve ciudadanos turcos a manos del ejército israelí en el ataque a la flotilla que llevaba ayuda humanitaria a Gaza, parte de la escena musical internacional reaccionó de manera contundente: el famoso grupo de rock Pixies, el grupo londinense de dance-punk e indie-rock Klaxons y el proyecto musical Gorillaz Sound System creado por Damon Arbarn, el cantante de Blur, cancelaron sus conciertos en Israel. El cantante folk estadounidense Devendra Banhart justificó la cancelación de su actuación en Israel diciendo: “parece que estamos siendo utilizados para apoyar ideas que no son las nuestras”, en referencia al intento de Israel de que su visita fuera presentada como una muestra de apoyo a sus políticas. Estos músicos no hicieron sino seguir el ejemplo que habían dado unas semanas antes Elvis Costello, el poeta y músico Gil Scott-Heron, y el guitarrista mexicano Carlos Santana, al cancelar sus actuaciones en Israel, como se lo había solicitado el movimiento BDS.
En julio 2010, fue el turno de los actores Meg Ryann y Dustin Hoffmann, quienes renunciaron a acudir a un festival de cine en Israel. En agosto de 2010, 500 artistas contra el apartheid en Montreal se adhirieron al boicot cultural en una campaña ejemplar que inspiró la Campaña Irlandesa de Solidaridad con Palestina al lanzar una iniciativa similar. El compromiso de los artistas irlandeses de boicotear Israel fue asumido por más de 200 artistas. Un poco más tarde, artistas sudafricanos lanzaron su propio llamamiento. Recientemente, más de 700 artistas del Reino Unido expresaron su adhesión al boicot cultural.
Actuar en Israel es tan grave como haberlo hecho en la Sudáfrica del apartheid. Tal como lo hizo saber la Red Solidaria Contra la Ocupación de Palestina (RESCOP) a las y los artistas que tienen previsto actuar en el Festival de Ashdod. Mientras quienes apoyan el bloqueo y los bombardeos sobre Gaza disfrutan el espectáculo de los artistas que visitan Israel, en Gaza más de un millón y medio de personas intentan sobrevivir entre escombros, aguas residuales y contaminación, sin techo, luz ni agua potable. Después de que durante el verano pasado, la Franja de Gaza sufriera un brutal ataque por parte del ejército israelí, que asesinó a más de 2200 personas palestinas, entre ellas más de 500 niños y niñas, y destruyó completamente las infraestructuras de viviendas, sanidad, educación y cualquier tipo de recurso económico.
Frente a esa agresión, casi 300 sobrevivientes del holocausto nazi publicaron una carta en el New York Times. A través de esta condenaban las prácticas genocidas llevadas adelante por Israel y convocaban al apoyo a la Campaña BDS diciendo: “Nunca más” debe significar ¡nunca más para cualquiera!
Por estas razones y siguiendo el ejemplo que a nivel internacional nos han dado importantes artistas, académicos y personalidades, impulsando y acatando el boicot cultural, desde el arzobispo Desmond Tutu hasta Roger Waters de Pink Floyd, Carlos Santana, Cassandra Wilson, Lauryn Hill, Elvis Costello, Primus, Pixies y muchos/as otros/as, es que hemos decidido no presentarnos en Israel hasta que respete el Derecho Internacional y las resoluciones de Naciones Unidas que le ordenan poner fin a su ocupación, colonización y apartheid contra el pueblo palestino.


BDS – Colombia
https://boicotisraelencolombia.wordpress.com/
boicotisraelencolombia@riseup.net

ADHERENTES AL BOICOT CULTURAL

Festival Internacional de Cortometrajes y Escuelas de cine El Espejo
Muestra Itinerante de documentales de Derechos Humanos, Derecho a ver
Festival de Vídeo Documental Globale Bogotá
Muestra Audiovisual Arrecheras Heterodisidentes
Caro Tapia (Cantautora y poeta argentina)
Janett Sánchez (Poeta mexicana)
Gloria Uribe (Poeta colombiana)
Walter Caicedo (Poeta y tallerista literario colombiano)
Jorge Canales (Poeta y catedrático salvadoreño)
Óscar Rodríguez (Escritor colombiano)
Yamilet Blanco (Poeta venezolana)
Hernando Ardila González (Director de Festival de escritores "Vuelven los comuneros", poeta colombiano)
Josefina Sibrián (Poeta y catedrática salvadoreña)
Bolívar López (Escritor ecuatoriano)
Jorge Figueroa (Poeta y cantautor argentino)
Yuli M. Santamaría (Poeta colombiana)
Cecilia Urrutia (Poeta colombiana)
Luis Alvarenga (Escritor y catedrático salvadoreño)
Roxana Pinilla (Poeta colombiana)
Martha Isbelia Pabón (Poeta colombiana)
Lauri García Dueñas (Escritora y periodista salvadoreña)
Jael Monroy Soto (Escritora colombiana)
Nanezchda Olarte (Poeta colombiana)
Héctor Hernán Hurtado (Escritor y narrador oral colombiano)
Norma Volpi (Poeta argentina)
Cristo García Tapia (Poeta colombiano)
Omar Ardila (Poeta y ensayista colombiano)
Saúl Ibargoyen (Poeta, novelista y periodista uruguayo)
Victor Bustamante (escritor colombiano)

Hikari Oe



Hikari Oe

                                                      Para Hela Kobal
Víctor Bustamante


De qué región de la oscuridad y de su noche
De qué territorio de silencios y abismos en ese destino ignorado por un dios perverso que lo condenó entre la muerte y el desasosiego, a la quietud y a la perplejidad, 
ha regresado Hikari Oe,
que ha caminado hacia su centro, a su interior, por esa caverna, que como un mandala oscuro de laberintos aún más sombríos busca regresar a un sitio común: la plenitud.
Escucha los pájaros de la noche, volar en la entraña de pedernales negros,
Allí no hay dilemas, ideologías ni desenlaces extremos
Él regresa con esas flores sangrientas que son las cenizas de su esperanza: los haikus de su música: un adagio con los sonidos del piano y la flauta
Para darnos
La versión que encontró dentro de sí
Una parte de la música olvidada de Japón
Que él guardaba en su interior y le fue entregada cuando un pájaro desde un cerezo le abrió la llave al alfabeto de las baladas que no había escuchado, y que serían suyas
Hikari Oe esta mañana de octubre, una mañana lluviosa, me ha dicho que ha vagado como si fuera Matsuo Basho en busca de sus justas palabras para decir sobre el camino que solo recorre el crepúsculo
Hikari ha convertido los haikus en su música
Tanta desesperanza derrotada por la dulzura de su Adagio
Tanta melancolía olvidada por su Nocturno
Tanta vida y frescura que brota como el agua del alfabeto de sus notas en un Grief

Hoy no caminaré por el bosque de los suicidas de Tokio, Aokigahara, donde se advierte:
“Tu vida es valiosa y te ha sido otorgada por tus padres. Por favor, piensa en ellos, en tus hermanos e hijos. Por favor, busca ayuda y no atravieses este lugar solo”.

Hikari desde el extremo de su territorio, donde no hay dioses turbios ni imperios, ni la blancura del monte Fuji, me ha señalado con la melodía de su ternura que no vale la pena seguir el camino de los suicidas del crepúsculo,
y ahora me he detenido cerca a los lagos del bosque sagrado para que mis manos palpen el agua infinita
Mientras Kensaburo Oe, su padre, lo lleva en bicicleta por las calles turbias de Tokio.

Hoy he conocido a Hikari, a través de los soles nacientes de su música que atraviesa zonas oscuras, territorios ignorados, aceras grises, cúpulas de neón de los rascacielos de Sunhine City, pero el agua fresca de su Adagio me acompaña, incluso en esta noche cuando acecha desde los almanaques la muerte.

Ah, la vasta noche de noviembre


                                                      Noviembre 1 del 2015