lunes, 17 de noviembre de 2014

Poemas de Raúl Mejía





Poemas de Raúl Mejía


ETOPEYAS Y DESCRIPCIONES VARIAS…

I

Si dijera que estoy
“en mitad del camino de la vida”
Tendría que aceptar la inmediatez del infierno
Y sus renovados, aumentados y sofisticados círculos.
Al ver, de nuevo, los escalones de la universidad
Los mismos que durante años memorizaron
Mis pupilas, mi autismo y soledad
Asumí que, incluso para ser fantasma, he sido mediocre:
-algo ha debido ocurrir,
Un colapso de nervios, una aurora,
Pero el asalto nostálgico se redujo a unos pocos pasos,
El mirador y el vacío entre sujetos y mi sombra.
El país avanza como insidiosa metástasis
Los poetas se asumen como dioses
Y de lo creado sólo dejan gases inertes;
Los docentes ruñen la carroña de frases
Una vez el político iza su bandera pirata:
Alianzas del lenguaje y del poder
Sepultándonos en la masa
En la lodosa vanidad de los rebaños.

No quise estos caminos
Ni  frases ni corazas para sobrevivir…
Defenestrados de las utopías
Los cercanos esconden cenizas
Y las lanzan entre pesadillas y quejas.
La lluvia persiste
Las nubes destilan añejos rocíos
Y mi perro, mi perro me mira desde su altura de ángel.
Ignoro como tantos aceptan que su imagen
Sea vista, manoseada, insultada segundo a segundo:
Anónimos como carbón sepultado
Urgen luz, espejos o al menos catafalcos vistosos.
Él escribe, ella publica y las palabras
Se deshacen, se contaminan…
Fuera mejor dejarse crecer el cabello y ver poco,
Explotar, irse ebrio de silencio
Hacia las estrellas, su vastitud retando creencias, límites
O que mi perro de fino pelaje
Duerma mi desasosiego en su cálida eternidad.

Las palomas siguen con hambre,
El olor a comida asciende piso a piso esta atestada torre
Y avanza hacia la realidad mi vida
Cual impertinente cotidiano preconizando frutas y fastidio…

7-X-2014

II

No siempre veo a la misma persona.
A veces es ella, es él o soy yo.
Desde arriba sé que no sabe de mis deseos
-yo nada de los suyos-
Y el árbol donde se protege
Nos ignora, serenamente…
Sale esa persona repitiendo pasos,
Dejando que los ojos asuman toda pertenencia;
La veo evitar sujetos, mínimas lagunas
Y obligarse a la rutina
A lo incesante que destroza el tiempo.
Desconoce lo que arrojo
Con rabia desde mi angustia,
Las mímicas del miedo
La muerte de versos
Y la sensación de habitar a medias
El espacio y su densidad de tumbas incompletas.
(Han vuelto las camorristas tórtolas:
Ojos nerviosos, aleteos,
Plumas que no seducen).
Debo ser yo quien mira excesivamente a las gramas,
Observa la horadación de brumas,
Quien escucha despiadadamente
Los ruidos del día
Los sonidos mezclándose
Con la indiferencia
Y la ausencia…
¡Hace tanto que la nostalgia
Nos susurraba –uno a uno-
Las placenteras hazañas del pasado!
Pero ahora, ella, él o yo
Habitamos la fragilidad de los instantes,
El silencioso declive de los años…

9-X-2014

III

Es una fría mañana más.
Camino y otros mueren,
Avanzo y las palabras, desnudas,
Son arrojadas del paraíso.
Dos damas, sentadas,
Ofrecen la versión de su Biblia
Del infierno
De la eternidad.
Buscan almas sin importar el tamaño;
Les solicito: léanme “El Cantar de los Cantares”
El poema que,
Parafraseando al Maestro,
Antes de Neruda y las poetisas,
Agotó todo sobre el amor y el erotismo.
Dicen “no tenerlo, no conocerlo”,
La Biblia que han memorizado castró esos versos,
Esa sensualidad imitada por tantos y siglos:
A cambio,
Quieren convencerme de versículos
Lejanos en la moral y la perversión.
Me retiro, empieza a llover…
Rodeo la malla de una longeva universidad.
Rapto varias grosellas
Deseo a la chica que pasea su bello trasero
Y a un acucioso perro
Y me pregunto
Si esta humedad que me cubre
               -gota a gota-
Acarreará consecuencias.
Vaya fría mañana,
Octubre y sus nubes penitenciales,
El terror de la madre cubriendo al bebé,
El distante,
El cercano,
Pasan cabizbajos ante el hielo del tiempo.

¿Qué Jesús conocerán esas señoras?
La acidez de las grosellas
Elimina el melifluo misticismo
Y me centra en los pasos,
En la rutina
Y en mi terca obsesión
           -voyerista-
De observar las fascinantes orgías
De las palabras…

25-X-2014
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RULFO SUEÑA A LUVINA

Viví toda la noche
La presencia del  viento
Frío y cenizas
Lo conducían hacia las sombras
Intenté descifrar los susurros
De mujeres ebrias de tristeza
Algo cantaban:
El recuerdo lejano de besos
Y de palabras…

Me perdí en extrañas calles
Hallé lo que el miedo evita
Pregunté lo que sabía al vacío
Erré entre escombros y miserias

-“¿Estás muerto?” –Decían
No lo sé, la levedad me pesa.
-“¿Recuerdas tus días en el infierno?”
Si, las cicatrices hieden aún.
-“¿Habitas el azul de los ausentes?”
Quizás, el cielo difumina su bilis.
“¿Son tus hijos los que gimen?”

Desperté y supe otros nombres;
Regresé –paso a paso-
Con las bestias del arriero,
La desolación de las ruinas
Y una madre multiplicándose
En brazos y calor.

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LUVINA:

La soledad y el viento
Edificaron tu lenta culpa
Tu interminable abandono…
Tuve que embriagarme
Para recuperarme y respirar.

(Dientes viejos rumiando risas
Espectros danzando olvidadas preces
El silencio agudizando las entrañas
Y la muerte, la muerte
Oscuridad que disipa toda imagen)

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CÉSAR VALLEJO Y LA LLUVIA

Llueve sobre París,
Llueve sobre Perú…
Estoy, siempre, en ambos lugares;
Vivo, escribo,
Evoco a mis padres, hermanos y amadas
Y sé que partiré sin ellos, sin mí
En esta ciudad de exiliados.

La lluvia no se detiene.
Se desliza, oculta tropiezos de piedras,
Piel de fantasmas, abrazos heridos.
Me siento como el próximo mártir:
Cobarde y desafortunado
Ante el sacrificio.
Te amo lluvia
Pero en este instante lastimas,
Disfrazas de rocío al evasivo sosiego
Que se diluye entre las sombras.

Hasta ti, lluvia, acude la guerra
-Siempre habrá guerra-.
Amamos morir
Atrapados en nuestra hipócrita fraternidad,
Ante mutilaciones y el cadáver que no fallece.
Retórica de una especie
Sedienta de apocalipsis siniestros.
Llueve sobre las batallas,
Llueve sobre París…

Incluso cesan los ruidos habituales:
Sólo la lenta despedida de las gotas
Su gravedad humedeciendo pestañas.
Cesan los latidos
Cesan las palabras
Y, poco a poco,
El poema se transforma:
“Me moriré en París con aguacero,
Un día del cual ya tengo el recuerdo”.

26-9-2014

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GATSBY CONTEMPLANDO NUBES…

Tal vez otras nubes estarán presentes.
Las que veo, las que descifro,
Hieren el azul del profundo estío.
Alguien más podrá sonreírte
Cuando lo ocasional sea lejana fama:
Él o ella, a solas,
Agregará pecaminosos detalles, susurros con calma.

Se mecen los pinos,
La melancolía del Jazz se unge de tristeza
Y  no hay tiempo para atrapar fantasmas.
Ascienden los primeros autos
Ellos y la luna danzan
Lo que el aire interpreta de antigüos pentagramas.
-Tu alcoba se humedece de penumbras,
Y sé que en tus labios, ahora,
La sangre es un ángel ebrio de palabras.

No somos aquellos chicos rozando gramas,
El tiempo hizo su jugada:
Creciste en belleza y en suspiros,
Yo hui hacia la fantasía
Y me reclama, día a día, la feroz nostalgia.
El silencio anuncia su cansancio,
Pronto, otra fiesta, hará su gala.

Has abierto las cortinas,
El humo de los cigarrillos
Dibuja fugaces hadas…
Tú no vienes,
Yo no regreso:
El amor se disfraza de nube
Que siempre y nunca pasa.


 Agosto 11/14

5 comentarios:

Charles dijo...

Raulito no maltrates a tu maestro. Si el Conde no te hace caso es porque nadie como él para escribir haiku en Suramericana, con paciencia vas a ser uno de sus elegidos como Jair.

Anónimo dijo...

Buenas, el lejano y no muy compatible sujeto Nicolás Senior Petardo, ha querido compartirme este texto y soneto, surgidos a raíz del cumpleaños de Raulito Henao "Onicomicosis". Lo comparto (él asume las consecuencias, jajajajajajajajajaja):
Oh si, aun hay ecos de la alborada! Tal es la explicación para el enorme fenómeno que ocurre hoy: "el divino no niño Raulito Henaito (alias "Onicomicosis") está de cumpleaños" ¡Diablos, sólo unas tres semanas más y habría coincidido con el milenario natalicio de un ser -menos grande y arrogante- que nuestro vate setentenario! Ya me imagino el cortejo de magos, los únicos que tal vez entiendan los mediocres y oligofrénicos versos del pedosurrealista de marras; los pastores imberbes y bruticos -bastante parecidos a sus alumnos- entonando incómodos y realistas villancicos y decenas de beatas, mejormente calificadas como brujas, pero en este caso, para no abandonar el rapto místicos, nombraremos "poetisas", plenas y erubescentes alabando al "maestro, el maestro". ¿Por qué no te demoraste un tris más?
No importa, el mega suceso terrenal ya se dio: hay un tremor, hay corcovos en el mapa patrio, el Valle del Cauca (esta vez querrá tener los artrósicos huesitos de Raulito) ha declarado día cívico y todo aquel que cumpla setenta años, tendrá derecho a un tatuaje con el más mirrino de los versos del natal. Pasamos a Antioquia, la noticia ha infartado medios y aumentado (o recuperado) el instinto bestial de sus adoradas bardas, locas por besarlo y memorizar -es lo máximo de sus capacidades- un "haikusito" de tantos. Hombre, ni las tortolitas han venido por su ración de arroz y mi perro prefiere la sombra. Pero lo local es poco, ciertos poetas neo chavistas claman porque nuestro liróforo cumpleañero regrese a la patria de Bolívar y les ayude con la híper inflación que los azota -puesto que Raulito es un híper insuflado, híper viejo, híper tozudo e híper confuso- y les haga alguna "cazaldilla" para sus plantas agotadas. Oh y "la France", su sociedad de poetas surrealistas (que se les conoce también como "los recicladores de la mierda y flatulencias que caen al Sena") ha convocado a una reunión extra para recoger algunos Euros y re editar los primeros esbozos surrealistas de nuestro bardo, pero el traductor anda con jaqueca y tratar de traducirlos le es peor que leerlos.
Te felicitamos, Nicolás Senior Petardo y tu tocayo Mejía. ¡Que cumplas cien años más y que seas mejor momia en un siglo de lo que eres ahora!
Soneto a Raulito Henao "Onicomicosis" en sus 70 años.
Afuera venden piñas y baratos aguacates,
en otros lugares preparan torta y champaña.
¡Hasta las nubes se alejan y nada empaña
la alegría de beatas, amigos y lejanos vates!
Hace setenta años y aún con letales combates
en la lejana Europa, nacía Raulito con maña,
ya lloraba, criticaba y regañaba con asaz saña
a todos y, precoz, preparaba sus nimios embates
contra quienes no fueran surrealistas como él.
Cuentan que ahora, huraño y viejo, ha escrito
una epopeya que lo lanzará -por fin- a la gloria.
Versificará la lucha entre un postre y un pastel,
encauzados tras el holocausto de todo contrito
opuesto a la eternidad de su poesía y memoria.
Nicolás Senior Petardo, en el glorioso día dos de diciembre...

Anónimo dijo...

¿QUIÉN SERÁS VOS CHARLES? HAS DE SER OTRO HERALDO O VASALLO DEL SEÑOR ONICOMICOSIS. ¿BUENOS SUS HAIKÚS? ¿LOS LEES BORRACHO? EL CONDE HENAO YA NI COMO FARSANTE SIRVE. ¿QUIÉN SOS VOS?

HGM dijo...

Raúl Henao ha sido dotado de un gran sentido artístico y de un profundo espíritu poético quien se pronunció de primero el país contra esta acepción de la pobreza poética de algunos chicos que tratan de hacer versos, (...) y él ha reivindicado la totalidad y la conciliación del surrealismo antes de que la poesía haya reconocido su protagonismo. Éste fue el mérito del Señor del Haiku, el de haber superado la subjetividad y la abstracción de la poesía antioqueña y de haber intentado concebir por medio de su poesía realizar en ella la unidad y la conciliación como única expresión de la verdad. Aun esperamos que Raúl Mejía regrese al taller de poesía, ya que él como hijo rebelde es fundador y unos de los alumnos predilectos del maestro.

Anónimo dijo...

¡Jajajajajajajaja! ¿Yo en ese taller, alumno predilecto y de qué maestro hablan? Con el último comentario podría darse algo casi inconcebible: que el patético tocayo mío y yo nos ahogáramos de la risa. No es así, jamás he ido a ese antro de taller y sólo lo haría como apuesta por la eternidad o por el olvido.