sábado, 7 de diciembre de 2013

Susana Chávez




 Susana Chávez

Mariela Castro Flores.

Prólogo

Del polvo eres y al polvo regresarás…
El desierto te abriga del desamparo, de la negligencia, de quienes no te querían…Tu carne, huesos, solo polvo quedo de ellos, pero el desierto no se seca porque tu madre te busca y tus hijos e hijas te lloran. Caminan sin descansar, tocando puertas, buscando aquí y allá, ellas te buscan, seguro un día te han de encontrar.

Si niña eras quizá alguien exclamará: “era  un ángel y Dios a su lado la querrá”; ese Dios, el que en la tierra su representación solo implica y representa complicidad, esa “gran ramera” como dijese el autor que con sus versos nos convoca, Israel Gayosso, con su silencio le ha abonado a la ignominia cada vez más extendida de una sociedad que ve y no mira, que no quiere a sus mujeres.

La violencia que mata, la feminicida, la que nos mata a consecuencia de amar, la que nos cosifica, la que nos convierte en juguetes y artículos finales del maltrato, la incomprensión, del desamor, de la falta de consideración, sensibilidad, solidaridad de hombres, de gobiernos, de dios que también es hombre. La violencia que nos mata como producto final de una cadena de discriminación y desamparo con los que nacemos  y que nos llevan a la tumba si es que tenemos lo que hoy es ya un privilegio; un cuerpo para sepultar aunque sea vejado, múltiples veces herido, sin dignidad.

El año pasado Chihuahua vio morir a una de sus mujeres a diario, Guanajuato hoy se posiciona en tan deshonroso puesto, pareciera que la carrera criminal para demostrar en cada rincón del país quién y en dónde se arrancan a mordidas más pezones, dónde se mutilan más senos, dónde hay más pubis empalados. Precisamente ese rincón colonial, reserva histórica que tanto “defiende la vida” de los no nacidos y que despreciada la de las mujeres, es donde equiparando a este estado del norte, ambos quedan debiéndole a sus mujeres lo que merecen, el respeto y la dignidad con la que nacieron y no desean reconocer.

En las líneas de un poeta maldito producto de la frustración, la exclusión y el rechazo de las buenas conciencias encontramos salida a marasmos indescriptibles como crudos, gráficos y violentos como bofetadas pero reencarnadores como la conciencia.

Es pues este poemario, un vehículo más para darle nombre, ponerle rostro a las víctimas humanizándolas, para reconstituirlas en su dignidad devolviéndoles el cuerpo y  la existencia hecha verso para hacerlas figurar como lo que antes eran: mujeres con cuerpo de territorio invulnerable arrancado por quien dijo amarlas, quien debió hacerlo o a manos de quien fue consumido por la maldad y la crueldad extrema.

Celebro tus versos proscrito, lo hago porque a través de tus letras Susana Chávez no está muerta, porque las desaparecidas eso son y no muertas más, porque las muertas no son olvido y porque de la mano jamás dejaremos de luchar y buscar  justicia y libertad.




SANGRE NUESTRA
 
 

Sangre mía,
           de alba,

           de luna partida,

           del silencio.

           de roca muerta,

           de mujer en cama,

           saltando al vacío,

Abierta a la locura.

Sangre clara y definida,

           fértil y semilla,

Sangre incomprensible gira,

Sangre liberación de sí misma,

Sangre río de mis cantos,

Mar de mis abismos.

Sangre instante donde nazco adolorida,

Nutrida de mi última presencia.
 
 

 
 

OCASO

                                         Para Linda Escobedo
 
 
 

He perdido la cuenta de tus huesos
introduciendo mi palabra al tiempo
entonces me fui a alguna parte
con el apetito dormido.

Fuiste tú el sitio del crimen,
quién me volvió clandestina melodía,
a quien contemplo mezclada de imágenes
sentada en una butaca del cine
para ver mí sombra.
 

Nos enredamos en el vacío
y de la nada surge tu boca
a desprenderme a Dios del aliento
en un espejismo que me brota
por un rumor indefinido.

Surges despuntando tu lengua
liberando a Sofía de tu interior.

Aquí estás, embalsamada,
casi real entre los árboles.

Pareces un chacal,
un alebríje que me conquista
más allá de lo intocable.

Te veo desatada en una ventana
alrededor de mi otra parte
dándole a mis ojos el cierre final.

A veces, también te veo
atrapada en un secreto
que duele entre mi carne.

Así voy avanzando paso a paso
tomando de una mano tu ruptura
y acariciando con la otra
los cabellos de alguien
por quien toco la magnánima vehemencia.
 

Así voy en mi misma
perdiendo la cuenta de tus huesos.
 
 
 
 
  
 
 

EN EL ÁRBOL DE LA VOZ.
 
 

A ciegas la luz  vela
 y unos ojos se abren para siempre.

Hablo del corazón frente a la muerte,

en el árbol de la voz, con un labio de tierra y otro
de noche,
con un corazón de polvo y otro de viento.
 

Hablo de este amor,
esta navegación entre la bruma,
este amor, este amor.
 

Cada silencio nos llevara a la palabra que nos
refleja,
y en mí toma cuerpo tu soledad,
en tu mirada ausente se deshacen los astros.

A veces te descubro en el rostro que no tuviste,
en la aparición que no merecías.

Y el silencio levanta la cabeza y me mira.

Esta vez volvemos de noche,
los árboles han guardado sus pájaros,
el cansancio estira su lengua para cantarnos al oído.

La noche llego en tu corazón,
tus ojos se cerraron en la llegada del mundo.

Y sin embargo, de alguna manera, todos lo sabíamos,
y algo parte en dos la memoria,
algo parte en dos a la mujer que peina su alma antes
de entrar al lecho solitario,
y parte también el tiempo de la noche,
como el vaso que cae de la mano de algún niño
asustado,
algo parte en dos lo que estaba partido.
 
 

  

8 comentarios:

Palomitrufis dijo...

"He visto tanto absurdo, hasta la poesia: cómo las democracias se desmoronaban en su imperativo categórico, cómo las sociedades reeligían y abalaban sus dictaduras, cómo la educación no se conciliaba en su idea única de educar, cómo los amigos dejaban de serlo por el único motivo: su amistad; he visto cómo el tipo que tiene un auto acelera frente al peatón, como también ese peatón enlentece su paso, y hasta duda, ante el inminente atropello del auto enfurecido. Vi la crueldad en los inocentes, y también lo que la guerra produjo en esos inocentes. O quizá eran otros. Pero lo vi. También me vi a mí, doliéndome ante pocas situaciones, porque en la mayoría tenía esperanza. Y eran pocas, y nada me salvaba. Participé de persecuciones y me dejé perseguir. Huí, corrí, viajé, escapé, peleé contra mí, contra cualquier institución. Seguí buscando, y peleándome. Ignoré odios ajenos, pero construí propios, y con esos me armé en mí. Volví a mi egoísmo procurando dañar a otros, y no funcionó. Y luego, no hay luego. Reinventarse cada día viendo lo mismo, ese atardecer que suele traer la noche." S.B.

AC dijo...

Qué poeta. Felicitaciones.

Roque dijo...

OJala se lean estos poemas de una chica muy indulgente y que escribe con el corazón, Muy interesante.

Iris dijo...

No es bajón poético lo de algunos poetas... pero les sobra azúcar

El Caballero del Santo Sepulcro de la Poesía dijo...

Cómo crear una empresa poética
¿Tienes una idea? ¿Estás pensando en montar tu propio negocito? Si es así, es muy posible que te asalte un mar de dudas. Que no cunda el pánico: los puedo asesorar recopilando toda la información y herramientas que necesitarás para poner tu compañía en marcha. ¡Adelante poeta!
La viabilidad de un proyecto está determinada por el análisis del producto o servicio, la oferta, demanda, competencia, costes y beneficios, necesidades financieras y el público objetivo al que te dirijas.
Trámites:
Antes de abrir las puertas de tu negocio, tendrás mucho papeleo que cumplimentar. Aquí no te podemos contar cómo agilizar los trámites necesarios para ponerte en marcha. Algo necesario y no te digo más: véndele el alma, si es que la tienes, a los políticos y come callado.

诗的圣墓骑士 dijo...

Rúhé chuàngjiàn yīgè shīyì de gōngsī
Yǒu yīgè xiǎngfǎ? Nǐ xiǎng kāishǐ zìjǐ de xiǎo shēngyì ma? Rúguǒ shì dehuà, méizhǔn nǐ chōngfēng yíwèn dì hǎiyáng. Bùyào jīnghuāng: Wǒ kěyǐ gàosu shōují suǒyǒu de xìnxī, nǐ xūyào bǎ nǐ gōngsī de huàzhuāng gōngjù. Zhèng xiàng shīrén!
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Bùzhòu:
Zài dǎkāi nín de qǐyè de dàmén, nǐ jiù huì yǒu dàliàng de wénshū gōngzuò tiánxiě. Zài zhèlǐ, wǒmen bùnéng gàosu rúhé jǐnkuài cǎiqǔ bìyào de bùzhòu lái zǒuliǎo. Zhè shì yīgè bìxū hé yě jiù bù duō shuōle: Tā mài nǐ de línghún, rúguǒ nǐ yǒngyǒule tā, zhèngzhì jiā, jìng jìng de chī.

Abejita cacorra dijo...

¿Por qué no puedo ser como él, tener lo que él tiene, alcanzar lo que él alcanzó? ¡Qué pesar del bien ajeno!
¡No ser nadie y él todo!

Flor de liz dijo...

Que poeta taan extraordinarias. Es una voz que merece un acercamiento y un buen reconocimiento.