martes, 26 de julio de 2011

El Sueño de Eichmann de Michel Onfray, dirigido por Yacqueline Salazar Herrera


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El Sueño de Eichmann
de Michel Onfray,
dirigido
por
Yacqueline Salazar Herrera

Víctor Bustamante

¿Por qué fascina tanto Hitler, el nazismo, el holocausto? Esta pregunta nunca ha sido respondida a pesar de la multitud de novelas, películas, obras de teatro, memorias personales, ensayos históricos y análisis sobre este momento degradado del hombre, cuando éste mostró sin ruborizarse todo lo que es capaz en búsqueda del poder.
A veces creo que hay algo de religioso inmerso en esta degradación, pues ese caso se ha repetido a lo largo de la historia, en diversas civilizaciones desde la alemana, la maya la china, la rusa, en Cambodia, y aquí en Colombia. Incluso la Iglesia Católica en la Inquisición se erigió como sanguinaria en bien de lo considerado por ellos la fe. Toda una actitud que llevaba a la solución final Siempre en cada uno de estos países, al interior del hombre mismo, aparece un Führer, a escala menor o mayor, pero aparece, así sea disfrazado con dulces intenciones.
Ahora en esta obra de Onfray, El sueño de Eichmann, uno de los jerarcas nazis que en complicidad con la misma Iglesia Católica, siempre tan adicta al poder, Adolf Eichmann terminó viviendo en Buenos Aires como cualquier hombre común y corriente, así como Mengele en Brasil, como Klaus Barbie en Bolivia;  todos de incógnito. Muchos gobiernos del Cono Sur ocultaron estos asesinos como si el Holocausto hubiera ocurrido en galaxias lejanas y no fuera una diatriba sucia contra el género humano.
Pero bien, ¿por qué Onfray se centró en Eichmann? A lo mejor por haber sido el más publicitado, debido al secuestro de Eichmann por un comando israelí hasta llevarlo a su país y allá cobrarle justicia. También podría ser por la soberbia de Eichmann, o por la curiosidad de ver a uno de los altos jerarcas atrapado y miedoso como una rata que sabe que le aplicarán lo mismo que él hizo a sus victimas, pero la respuesta la da el propio Onfray: Eichmann fue un gran lector de Kant y allí, en esas lecturas, se encuentra la huela que conduce a esa degradación ética del ser humano. Y ese hecho olvidado luego sirvió a esta reflexión de Onfray
Pero bueno, ahora en el Ateneo esta obra ha sido montada y dirigida por Jacqueline Salazar con estos actores: Alberto Sierra, Ruderico Salazar,  Duván Chavarría y Jaime Rendón.
En la obra se presenta una discusión intelectual muy común en los medios castrenses y políticos ¿quien es el culpable? Onfray va hasta el propio Kant, a la discusión del porqué se permitió pasar por alto algo tan sólido de Emanuel: “El individuo no tiene derecho a revelarse",
En El sueño de Eichmann, Kant visita en sueños al frío criminal, asesino activo, Eichmann, dos horas antes de su ejecución. Ambos conversan  –con alguna intervención de Nietzsche— y acá se revela otra faceta de Kant al ser confrontado.
Onfray se pregunta cómo la filosofía se permitió que pasara por alto esta lectura de Kant y así mismo cómo una idea persiste y se cuela en el pensamiento hasta cristalizarse en una verdad aceptada a pesar de su peligro.
Una atmósfera de claroscuro encierra a los actores durante la presentación de la obra. Es como si juzgaran, desde la oscuridad del tiempo muerto, algo tan actual como es la intolerancia de estos tiempos.
La puesta en escena es sobria, en el escenario no se presenta nada que distraiga porque no interesan ni el escenario ni las luces sólo las palabras que cada uno murmura, cada reclamo, cada duda, las requisitorias que nos hacen.
En esta obra, sin puntos muertos, la historia y la filosofía nos dan una lección y Jacqueline nos presenta con contundencia la maestría conque la ha dirigido que nos hace hablar después de tantos interrogantes al finalizar.
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viernes, 22 de julio de 2011

Juan Guillermo Rúa


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Juan Guillermo Rúa
Víctor Bustamante

Solo una vez conversé con Juan Guillermo Rúa. Fue en Versalles, su torrente de palabras no daba pie a iniciar una conversación porque en ese momento andaba muy creativo; era el proceso de escritura de una de sus obras de teatro y por esa razón estaba tan locuaz: mencionaba el lugar en que se debería ubicar las fichas de ajedrez, el vestuario, así como los lugares donde la iría a presentar. Refería sobre su posible viaje a Cuba, de su trasegar como teatrero, sus planes y otros posibles viajes. Siempre así son algunos teatreros: muy metidos en su teatro, en sus creaciones; son parte de ellos mismos. Sobre todo Juan Guillermo, que cuando el teatro buscaba salas, él, escogió la calle para presentarse.
Muchas veces lo veía por Junín o en el Parque de Bolívar dispuesto a presentarse; casi siempre lo vi terciando un cuatro.
Y no era para menos, se trataba de un actor pasional y de un irreverente y de un soñador.
Luego lo vi caminado, ya ciego, de la mano de alguno de sus lazarillos, pero siempre mantenía ese perdurable ánimo por la creación.
Estas palabras apenas bastan para recordarlo, para que su presencia no sea polvo y olvido en el país de las miserias y de las ruindades generacionales.
Juan Guillermo es una de las caras ausencias contemporáneas, al lado de León Zuleta, de José Manuel Freidel, Sergio González y de Juan Guillermo López.
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JUAN GUILLERMO RUA
John Harold Dávila G.

La calle es el escenario para un juglar verdadero, los desprevenidos que observamos al pasar al artista decidimos aprender o no. El valor de un artista está en la verdad que arroba su editorial. Valiente como las puestas en escena de Juan Guillermo. Valientes sus cantos que de realidades venían cargados, susurrando compromisos para superar una pobreza generalizada que aún persiste en nuestras memorias de país. Populares los barrios, populares los artistas. Valientes los humildes sin voz.
Juan Guillermo Rúa cantor popular de las calles del centro y el barrio. De universidades y colegios, siempre compartiendo su visión particular de un mundo que no lo consolidó en el tiempo en que vivía. Hoy su ausencia se siente, no veo los artistas en estos tiempos de compromisos como él, humilde y solidario capaz de transmitir sentimientos de esperanza.
Grande entre pequeños bufones de corte oficial que hoy en día gozan el poder sin cuestionarse. No tenemos nada contra las relaciones de poder, pues el artista lo es y lo debe, pero no decir y más, cuando al frente está el que gobierna con errores, seguirle ciegamente, si es un faltante que no permite ser artista de verdad.
Recuerdo a Juan Guillermo recogiendo sus corotos y vestuarios después de cualquier función, a su pequeño compañero Edgar ayudando y con el brillo en los ojos que se los apagó la ausencia del hermano brillante.
Yo también cuando niño fui testigo de un ser maravilloso que pasaba con su melodiosa voz haciendo teatro callejero y canciones poderosas con su cuatro, ya en la decadencia de sus células pasando factura al atrevido cuestionador de los gobiernos, sin más pretensión que se le escuchase, sin rencores, ni odios. Ese era el reflejo del corazón de un hombre capaz y verdadero desde el arte. Siempre sonriendo.

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Dos poemas
de
Juan Guillermo Rúa

Por tu ausencia

POR ESO ESTOY TAN TRISTE
Tan desconcertado y silencioso
porque para recordarte
me hace falta el aliento
y tengo que recurrir a tu sonrisa
de una fotografía en el periódico
a la hora sin nombre
a la cita mensual de los Domingos
al papel estampado de recuerdos
de sudores y lágrimas
Porque para recordarte necesito
recurrir al segundo
a la letra callada,
a la tinta,
al boletín.
al tiempo
en que te vi llegar pesadamente
con tu cuerpo vestido de corteza
para darnos tu nombre
tu voz y tu alimento
en bellos pedazos de esperanza.
Por tu ausencia
Por eso estoy así:
tan ráfaga
tan estallido
tan estrella.
al saber que tu muerte fue tan simple
tan simple y tan temprana
que nos dejó vacíos para siempre
porque para olvidarte
me resisto a creer
que estás muerto.

A que estés tan lejano y distante de nosotros
de esta vida sin limites porque para nombrarte
me hace falta ser luz
ser pensamiento
ser necesidad compartida
porque para decirte tantas cosas
no existen las palabras precisas
capaz de aglutinarte,
con tu pedazo de pueblo
que es tu sueño
.
Porque tu fuiste tierra
fuiste mañana y noche
al mismo tiempo.
Porque tu fuiste todo
y le diste de lleno a lo imposible.
y si algún día existe algo
que pueda aglutinarte,
abarcarte;
Será algo inasequible a mis manos
Algo tan grande y tan extenso
como la misma viuda que dejaste
por un trozo de arena,
por una bocanada de humo,
por un puñado de hombre
de nuestra estalactita libertad.
Mañana si podré nombrarte
Cuantas veces lo deseen mis pulmones
A gritos,
a golpes,
a susurros.
sin temor a maltratar tu nombre.
Solo ese día, si
podré nombrarte
Cuantas veces lo deseen mis oídos
y ese silencio tuyo
tan profundo y extenso que es tu muerte,
podrá regocijarnos compañero
Sin temor a que nos vuelvas trizas
Porque ya será otro sol, otra bandera
que elimine esta marcha que nos une
en la continua lengua que dejaste.
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Primero de mayo


Apagaste ocho veces en Chicago
mas no millones sobre los continentes.
El árbol de almendro fue podado;
mas no arrancado, todavía florece.
Hoy te lo dicen sin recelo
Millones de obreros el mundo entero,
VIVA EL PRIMERO DE MAYO
lo corean a tono.
los que en marcha uniforme y compacta,
avanzan a la Placa entre la bruma.
Día en que las invernarias golondrinas
vuelan desalentadas a los cielos.
para escuchar mejor la voz de las tribunas.

La Plaza de Cisneros
que por siempre ha sido regocijo obrero,
Hoy permanece inundada,
saturada por la muchedumbre.
Estandartes y banderas rojas
hurgan el horizonte bondadoso,
que permanece ocioso
ante el paso laborioso
de los Trabajadores de Colombia.

En este día sobre el mundo entero,
el yunque dejó de laborar,
o el obrero dejó de martillar
y sólo se escucha por todos los rincones,

El himno de los trabajadores.
¡VIVA LA INTERNACIONAL!







Cartas a Tell
Juan Guillermo Rúa

Agosto 13.
Tell, te quiero tanto que no sé qué sería de mí sin tu consuelo. Cuando me encuentro solo, despoblado de besos, miro por la ventana de tus ojos morenos y te veo allí, sentada, en el fondo del mundo con tus brazos abiertos para cobijar mi vuelo de juglar; hoy me llenan tus ojos hasta el borde de mí. No dejes que se apague en ti esa luz que produce mi calma.
¿Sabes por qué te quiero, Tell querida? Porque detrás de ti existe aquel yo que desconozco.
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Enero 30
“Tell, quieren aprisionar mi libertad. Han colocado barrera a mis poemas y a mis mejores versos. Hoy lo constaté cuando leí la prensa. Supe que los tiempos se entristecen para todos aquellos que han querido mirar más allá del simple firmamento. Tengo miedo, Tell. Presiento que algo terrible sucederá a mis versos. Quién sabe qué cárcel o qué porvenir les espera”.
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Septiembre 20
“Hoy estoy tan solo como aquel álamo erguido en lo profundo de la noche. Esto no te ha de extrañar, seguramente, ya que es una constante mía. No comprendo por qué los hombres van a la guerra, cuando vanas son las esperanzas de volver. ¿Tu sabes, amor, qué significa esto? Tal vez hoy me siento así: Y como todo buen soldado me levanto todos los días, sabiendo que al final de la batalla volveré destrozado, sin encontrar siquiera tu consuelo, ese constante enigma que me ayuda a vivir. Es triste, es triste, Tell, estos momentos en los que en realidad me siento solo”.
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Septiembre 23
Tell, leves presencias inundan mis espacios, respiran el mismo aire que yo, recorren los pasillos. ¿Serán seres que se debaten en celo en las macabras sombras? Oigo su alarido en los balcones, y su respiración acorralada vagar inquieta sobre los tapetes. Parece que se amaran o se desamaran nuevamente. ¿Serán los deseos de algo que no existió? Padecen, sus cuerpos se deshacen al día, pero siguen allí expectantes de mis movimientos. Yo los siento, los vigilo de cerca, sus formas fugitivas no logran comprender mi desazón. Tell, siento lástima de ellos, de mis fantasmas amarrados a ese pasado que los golpea siempre. Tell, son los remordimientos, pero recuerda que nuestros sufrimientos jamás lograrán vaciar sus nidos en nuestros corazones.
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Marzo 1
Tell, a veces pienso que le miento a todos los que quiero. No sé si realmente estoy alegre, o simplemente es la ansiedad una tristeza reprimida. Me reconocen en la calle, vociferan mi nombre. Por donde yo camino, manos se abrazan a las mías (no encuentro sitio dónde estar solo). Aman mi ser, y yo allí solo, despoblado de besos, continúo desnudo en la penumbra: mudo, ciego, mirándome a los ojos sin poder reconocer siquiera al frente mío, ese hombre que está tras el espejo.
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Diciembre 31
Hoy el sol brilla como de costumbre. Nada ha faltado en la soleada vida de mi mundo. El perchero vacío conserva todavía intacto el abrigo de piel, el paraguas granate y aquel bello pocillo en el que bebíamos siempre un tinto antes de acostarnos. Las rosas y el clavel buscan en mis manos la suavidad de ella; la tina del baño calienta igual que siempre. Todo lo que rodea ha permanecido indiferente ante su ausencia. Ahora sólo me resta seguir mi infatigable camino de hombre taciturno, esperando que el viento no cubra con polvo mi sagrado lugar.
Amigo mío: hemos perdido y ganado las mejores batallas. Hemos sido erigidos como héroes del tiempo, sin causas ni títulos. Y es como si Tell sólo hubiese existido en mi imaginación. Porque “lo perfecto no dura” y Tell se había convertido para mí, para muchos de nosotros, en ese fantasma, en esa opción humana, en esa única posibilidad de vida. Tell ahora no está.
Sólo va envejeciendo conmigo este manuscrito de cartas nunca enviadas, esta recopilación de datos ficticios donde el existir se confunde con lo real-fantástico del mundo.
Transitamos sin tener conocimiento alguno en qué instante del filme o de la obra dramática caerá el telón inesperadamente. Llegarán otros años cargados de días, horas y segundos.
Llegarán la primavera y la nostalgia. Llegarán la tristeza y la alegría. Todo llegará y pasará fugazmente como un rayo de sol por el ojo de una aguja oxidada. Pero, Tell jamás pasará de mí.
Siempre habrá de albergar mi sagrado recinto. Jamás se podrá desvanecer de mi memoria, porque sólo las cosas dulces y bellas de la vida conservo sin reparo de mi agobiado corazón de humanidad.

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NOTA BENE: Esta presencia de Juan Guillermo Rúa había sido publicada el sábado 13 de noviembre de 2010. Después de una batalla legal hemos recuperado todos los archivos del neonadaísmo (2007-2010) que iremos publicando. V.B,



Publicado por victorbustamante en 17:42  
3 comentarios:
 aNTONIO dijo...
...TAMBIEN POSEEMOS UN FUEGO, ANTE LA MUERTE.

ME TOCA ESTA PRESENCIA, Y TOCA A LOS HABITANTES DE LA POESIA: LOS POETAS.

14 de noviembre de 2010 05:07 
 Ovidio Rúa Figueroa dijo...
Gracias Víctor.
Informativo del Andén de los Sueños.

Víctor:

Muchas gracias por la publicación de los textos de Juan Guillermo; de mi parte me siento responsable de no divulgar - como lo amerita la calidad de sus escritos- el trabajo de Juangui. Por fortuna todavía queda tiempo para hacerlo.

Te estoy enviando -por si no te llega- el informativo semanal del Andén de los Sueños, de Chile.

Un abrazo,

Ovidio Rúa Figueroa

14 de noviembre de 2010 15:39 
 Caliche dijo...
Presencia sentida y valiente la de Juan Guillermo.
Gracias Victor por compartirnos.

14 de noviembre de 2010 16:08 
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lunes, 18 de julio de 2011

Juan Guillermo López

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Juan Guillermo López

Víctor Bustamante


Tarde de noviembre junto a su esposa Cecilia y Sara, su hija, miro las agendas de Juan Guillermo que lo acompañaban para anotar una idea que sospechaba nunca se repetiría ya fuera en una mesa de Versalles mientras esperaba a alguien o cuando salía de cine y alguna película lo arrebataba. Escribía con orden. Esas agendas fueron su espacio vital, la memoria que reordenaba sus ideas para algún proyecto o para una posible crítica de cine.
         En estas agendas existen algunas fotografías de su paso por Yarumal, por el Centro de Medellín, de alguna película, o también de algún poeta como Ernesto Cardenal. Pero el dato relevante fue encontrar algunos poemas, pequeñas reflexiones; faceta desconocida.
      Cada generación posee sus muertos y existen muertos caros. Él fue uno de ellos. Ganador de un premio nacional de cine con un guión sobre Mi querida familia, crítico en la revista de cine Kinetoscpio con todos su avatares y desengaños. Fue asesinado en su mejor momento creativo en esa ciudad de bandidos, Medellín, por robarle una cámara de cine recién comprada en 1993.
      Aún se encuentran inéditos un libro de cuentos y una novela, Las sienes plateadas. Todos su proyectos se quedaron en vanas ilusiones.
       Es extraño escribir sobre una persona cercana, es como si la ausencia, su ausencia, no fuera más que una simple lejanía: uno de esos viajes que  realizó en busca de perfeccionarse en su pasión, el cine.



Poemas
de
Juan Guillermo López
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Walt Whitman

Ahora estoy a tu lado
Amándote mi viejo Whitman
Lleno de vida, pleno de ardua felicidad
Difícil fue hallarte en estos tiempos
Más victorianos   más reganianos   más amargados
Que los tuyos

Realicé lo feliz que soy a tu lado
Tu pecho tu cabello tus labios rosca tu ternura
Mas que tus poemas comprendieron el color de tus cabellos
La infinidad de tu abrazo
La saliva de tus labios
Tu sábana de bellos
Duermo eternamente en nuestro encuentro.

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Espuma de silencio
Como tratar al mundo
Como no odiar
Como no irrespetar
Como hallar mi equilibrio
Vocación de regreso
Vocación por la nada
Esperanza
Espuma de silencio
Santidad ante la dictadura
Dioses, mas no el dios del dictador
Del asesino o del cristiano

Todas las energías concentradas
Adentro del alma se incuban tu risa
                   Tu poder, tu ira.


Latido importante

Late en la entraña del odio
Un golpe de estado
O quien dice: “la política
Es un asunto muy serio para
Dejarla en manos de políticos”
Estáis condenados al desespero

Dime Pier Paolo Pasolini,
¿No ha muerto la sin salida?

El momento coyuntural
Lo sentí en un instante
Insólito audaz maravilloso
Pictórica revelación
Mi corazón lo cantó
Y la historia en contravía
Los cineastas empleados
Sin poder definir el mundo
Sumidos en la sumisión
Hay que hacer cosas –dije-
Que no se avecine
un golpe de estado
de golpe es el fin del mundo
un ataque.
Abril 7 de 1993

Son las dos de la mañana en la mesa del Jurídico
Los abogados se olvidan de jurídicas costumbres
Juro en vano nunca en vano que en la noche prorrumpimos
Dos poetas un cuentista un concejal un novelista
Abisales se venían los días de semana santa
Y la luna nos decía ¡beban beban creadores!
¡desconcierten a los diámbulos a los santos
y a los niños!
Las estrellas nos decían ¡rían rían / de las
Calles solitarias y medidas policivas / caso
Omiso haced bribones!
¡Eso hicimos y las sombras nos robamos!
Qué es un poema?
Palabras lisas deslizadas como peces
Palabras imposibles y abstractas
Palabras sin nombre e ignoradas
Palabras ajenas y misteriosas
¡Cómo duele no atraparlas!
Es estar al borde de lo deseado
Y no enviado
Imagen que se escabulle
Brinda rabia esta impotencia
Imagen que se diluye
Bajo vanos desesperos

Pero un poema, pesares
Es todo el arte
O la nada, o las palabras sencillas
Como estos versos de plata

Marzo 20 – Junio 1 de 1993


domingo, 3 de julio de 2011

manifiesto neonadaista 3. para una poesía sin festivales

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manifiesto neonadaísta 3
para una poesía sin festivales

para billy

víctor bustamante
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sé de poetas que han mancillado la poesía en salones junto a tartufos vestidos de frac alquilado embozados con pañuelos negros & gafas polarizadas mientras mienten a los mecenas que les ha aniquilado su espíritu.
los he visto parapetados en teatros donde ofrecen discursos seminales, apocalipsis inminentes, como meros juegos de casino & refieren que ser poeta es una dádiva & no una maldición, mientras los aplauden miles de enanos clonados a bajo precio en china.
los he visto hablando del fuego sagrado de la poesía junto a demagogos que ensordecen el hábitat poseídos por proxenetas que les auscultan la baba que chorrea por sus divinos anos ávidos de azufre, mientras ni el oprobio les quema su canibalismo a la carta.
los he visto en la tele perorando sobre el beneficio de la poesía cuando en realidad esquilman a la poesía, pues nunca han vivido un poeta a no ser que sea un funcionario cultural que les calme la avidez de la posteridad mordida en los albañales.
sé de poetas con sus cerebros ahogados en pantallas de la tele donde parecen pastores bíblicos & no hermosos ángeles destrozados merodeando en la noche de las calles, arrastrando la vida en lupanares o en los subrurbios de medellín.
los he visto leer en asilos donde mentes aniquiladas por el alzhéimer no quieren escuchar videntes de terciopelo educados por walter mercado.
los he visto visitando cárceles vigilados por robocops de verde metálico donde la escoria aúlla porque también tuvieron clase & miedo en noches góticas donde se sodomizan entre ellos mismos, así como los sodomizan esos gaseosos evangelistas que leen sus versos ante la perturbación de sus sentidos que sólo ven el sol una vez al día & sí mucha oscuridad el resto de sus vidas.
sé de poetas que han traicionado la poesía & la han utilizado como mortaja para las cenizas de la paz, llevándola en urnas por cañadas & campos de colombia, como si aspergearan desde helicópteros de guerra glifosato sobre escuelas, plazas, cárceles, calles  aturdiendo cerebros atornillados de hambre & promesas.
sé de poetas encerrados en oscuros archivos anotando, a costa de otros poetas, los parafiscales, la multitud de seguros, los jugosos contratos que les corroe la manzana de adán para luego escribir mientras miran pornografía: “cae la tarde sobre el valle de los perros mudos & los muertos anónimos claudican en campos & calles & corren ríos de sangre por las aceras de este país”.
sé de poetas que han sido traídos de turismo, almacenados en contenedores & en convoyes desde lejanos países como si asistieran a una larga marcha para que suban a las comunas a curiosear la extrema pobreza & regresen conmovidos a sus capitales a contar como crujen sus laptops con su poesía barnizada de risa.
sé de poetas que corrigen & exprimen con buena ortografía, con buena prosodia & muchas metáforas sus poemas para que los justifique el sillón de una vil academia donde morirán tranquilos & dejaran tranquila la poesía.
sé de poetas sin sed que se alistan cada año con su alfombra roja para brincar de continente en continente como una labor de facto & han dejado de sentir el pulso del duro corazón en sus palabras.
sé de poetas que se han asfixiado con la necesidad de la gloria de cera, VIP, porque no saben cuál de los 200 festivales escoger para sacarle brillo al simulado laurel donde prepagos de todas las pelambres aguardan pendientes de verga & heroína & sólo piensan en fornicar con algunos versos que recuerdan de otro poeta muerto.
sé de poetas en conciliábulos exterminando a sus contradictores porque ya no los arredra el azar sino la seguridad de esperar las fauces de facebook para mirar en su base de datos quién ha comentado la osadía de haberse vuelto un fatídico profeta del amor & la cordura & el analgésico de la fraternidad mientras envían miles de emails basura a todos & a nadie.
sé de poetas que se han convertido en impostores al buscar pedrerías, condecoraciones de cuero con luces de neón que brillan en oscuras discotecas, trampas de la fe poética, quiméricos títulos que harían morir de vergüenza a gonzaloarango, a amilkar  U. & a allen ginsberg, para mostrarlos sin ninguna emoción sobre sus pechos estériles, cuando antes fueron guerreros de la palabra & ahora son hormigas de plastilina que merodean por zaguanes de sombrías & heladas embajadas donde ejecutivos con muchas influencias los amarran de pies & bocas para darles azúcar & maripositas venenosas para su falsa poesía.
sé de poetas que ignoran cuántos poetas olvidados mueren cada que abrimos la “antología palatina” donde apenas quedaron las cenizas de dos versos, lejos de la sociedad del espectáculo que entrega diplomitas dorados, palabras mayestáticas & un amasijo de loas como si la poesía fuera la dama desnuda que desde un diván les sonríe & abre sus piernas a quienes mañana no serán sino plástico & babas.
sé de poetas ahogados alrededor de un pocillo de tinto & oscilando como un péndulo, dicen que es de noche cuando el sol expele sus rayos en la ventana del día.
sé de poetas que morirían por disimular con frac sus ideas & adornar con filigranas el pastel de novia de su poesía así como falaces son sus mentes llenas de agujeros negros & galaxias podridas de herrumbre por mentir durante tantos años. 
sé de poetas encerrados en sus cavernas, escribiendo poesía social mala, viendo el mundo a través de las lágrimas de otras vidas, hundidos en biblias ajenas, jugando a ser el paciente job después de haber sido imprescindibles.
sé de poetas llorando en los sótanos de la industria editorial esperando el llamado para que les expurguen & les publiquen otro libro sabiendo que nunca fueron ángeles de la desolación.
sé de poetas festivaleros que viajan con valijas atestadas de versos aplanchados según el festival de turno & vierten de sus bocas agua mineral con miel de abejas & un buen brandy para que de sus frigoríficos mentales perfumados con aerosol nunca broten las heces del cyber espacio sino poemitas de silicona vistos a través de un telescopio huble.
sé de poetas que antes lloraban cuando sus dedos jugueteaban con la llama de una vela en las frías montañas de santa helena & ahora sólo viven mendigando los sponsors radiactivos que arrojan los reyes de las ong’s como putillas desoladas cuando exprimen su licor.
sé de poetas con su cerebro alucinado por el licor, el humo de la hierba alrededor de una plato lleno de cocaína esperando que llegue el ejército & asustados arrojan su material sensible en honor a pablo escobar por las ventanas de sus retretes para que no quede ninguna prueba que los delate.
sé de poetas que caminaban con su musa hecha carne por campos solitarios protegidos por la sombra de los pinos acompañados por un humilde paquito de yerba entre sus piernas  & ahora sólo toman whisky porque están demasiado gordos & mansos & desactivados de la poesía & deben mentir mientras los noticieros les repiten que se pasean por la pasarela eléctrica de un festival & que sin ellos la poesía es la nada absoluta.
sé de poetas que caminaron por las calles de prado con sus mochilas atestadas de libros mientras alguna muchacha de cabello de oro los abrazaba, apuraban brandy & de sus bocas salían poemas que le cantaban a los pasos extraviados & a las calles solitarias.
sé de poetas que cuando un semáforo parpadea & detiene su auto oloroso a confortable gasolina & a cuero negro, golpean el volante, atropellan con sus cláxones  & afirman sentirse existencialistas & luego van a mirarse en las paredes de sus cuartos la máscara de papel que ha macerado su rostro.
sé de poetas buscando la diosa blanca, la verdadera luna roja & la rosa verde tras una pócima de hongos, pero por traidores sólo vieron el vómito propio de las monedas de judas & por eso nunca entrarán al recinto sagrado de la poesía donde esa amante vestida de blanco los hubiera echado a patadas en el culo.
sé de poetas enredados con la alquimia & la cábala, blandiendo una espada oxidada con los siete metales para que la poesía les llegue con la avidez de las lluvias de marzo  & han conjugado en la estéril brecha de su existencia la palabra clepsidra & la mandrágora los cobija cada que duermen pensando que regresarán al país hermético de los sueños.
sé de poetas que amaron al che & lucieron su efigie sobre la espalda de su franela blanca & le rezaron oraciones para que hubiera un mundo mejor & ahora van a recitales de piedra donde un chino, un africano & un ruso  hundidos en una mermelada gutural astillan la poesía.
sé de poetas que no han derribado su muro de berlín interior & aun resuenan en sus cuartos los martillazos de las multitudes & odian los acordes de pink floyd por haber celebrado ese armisticio.
sé de poetas que pasaron toda una noche limando asperezas & al caer la madrugada murieron en brazos de alguna desconocida que los abandonó mientras la sangre de sus pulmones estallados bordaban secretas flores rojas sobre las colchas de pensiones anónimas de palacé con la paz.
sé de poetas que olvidaron como alguien estuvo encerrado en una prisión por describir el advenimiento del neofascismo & que aun muere cada que leemos sus poemas.
sé de poetas que buscan en gastados folios & cronicones de pergamino quien cumple años de muerto para celebrar su partida & así no mirar a sus contemporáneos hundidos en los pasos callejeros que dejan en los charcos de aceite que reflejan el torso de la luna.
sé de poetas que han merodeado por las pupilas del budismo zen pero al fin de semana sus haikus están tejidos de aluminio como si fueran antiguas recetas de sus resacas & amanecieran cada día buscando polvorientas vanguardias.
sé de poetas que recalan al amanecer en los sopladeros de prado viejo para buscarse ellos mismos porque no les gusta dilapidar la noche en la comodidad de sus cuartos atestados del ruido de sus libros inéditos que corrigen a toda hora porque detrás de sus hombros aparecen soporíferos gramáticos que desfilan por cada palabra que escriba.
sé de poetas que huyen de salones universitarios perfumados a tiza & a escalafón porque allí la poesía huele a cloroformo & porque sus palabras sólo son palabras tibias & no señales de vida de alguien que escribe con el corazón alquilado.
sé de poetas que cada ocho días pretenden enseñar poesía a ingenuos alumnos cuando ésta llega como el soplo del viento a desenganchar la suelta cabellera del alma y no a posarse en los calurosos salones donde apenas se escucha el murmullo de mendigos de palabras con basurita incrustada en sus pupilas.
sé de poetas que llevaron a otros poetas al cadalso de bogotá & luego de no encontrar los editores prometidos que le publicarían sus libros los botaron en cualquier parque para que regresarán caminando a medellín.
sé de poetas que robaron libros en la biblioteca del colombo-americano para redimir la poesía & parecerse a villon & cambiaron esos libros por basuca & terminaron aspirando sacol bajo los puentes del metro junto a jíbaros tristes & putillas que daban su sexo por un pase.
sé de poetas que han escrito en las paredes con tinta negra consignas a favor de la vida & al otro día no recuerdan los zócalos donde dejaron sus palabras.
sé de poetas que odiaban las catacumbas de los diarios donde sus escritos se perdían entre el delito de la página judicial, los chismes de la política & en los goles que anotó no sé quién & ahora pretenden regir los destinitos fatales de su patrimonio poético mientras les dan de comer de su mano a poetas indolentes & así silenciarlos.
sé de poetas que escalan el día domingo & persiguen alguna desconocida cuando medellín queda a sus pies para que en la tarde no les de pena por pensar en el suicidio como una disculpa.
sé de poetas que cuando la luna mueve las mareas & hace nacer niños a altas horas de la noche, ellos se mecen en la soberbia de ver sus bolsillos llenos de pelusas & notas con teléfonos de desconocidas que nunca llamaran & luego se refugian en monasterios de las ceja o de envigado por si allí apareciera la trasfiguración & así ellos nunca escribir como kerouak o virgilio.
sé de poetas que alquilan cuerpos como si fueran hermosas yeguas de equitación en los burdeles de san diego o por los meandros de la manzanita o en las gatas donde acuden mujeres de todos los precios hasta rubias del éxito & mientras alguna de ellas baila en la pasarela “swet dreams” de marilyn manson & fatigados obreros son esquilmados por el deseo.
sé de poetas que se han quebrado con el alba después de pasar una noche en un cementerio entre flores olorosas a muerte quemando sus manuscritos, pero en las mañanas los reescriben como si fueran un palimpsesto que revela el secreto de sus soledades.
sé de poetas que bajan de la sierra con su habladito de parce & vierten aceite quemado sobre otros poetas & de una sacan una bolsa de papel para pedir limosna a quien se atreva mirar a sus ojos.
sé de poetas que caminaron por junin con la playa con mamos venidos de la sierra nevada como si buscaran la ciudad perdida de sus ancestros mientras mambean el poporo & el ruido de la noche los acompaña a mirar mujeres desnudas en los strepteaseaderos de carabobo hasta el otro día cuando el tinto les atenace el cacumen de sus versos ingenuos & se ríen de sus hermanitos menores.
sé de poetas aniquilados que alguna vez lanzaron químicos a un auditorio, quemaron libros, pisotearon tradiciones, desafiaron el establecimiento & ahora cuecen habas de odio a lo que realizaron & buscan santificarse cantándole loas a los amos que antes fueron sus verdugos.
sé de poetas valiosos que merodean por las calles amarrados a una botella de vino recalando en la boa, en el parque del periodista, en el eslabón prendido o en la huerta & mientras las palabras les son esquivas sólo tienen el amplio espacio de la noche para encontrar alguna desconocida que les hable de los alfileres de su soledad mientras en sus mentes suenan saxofones & cuerdas de acero de una guitarra con un blues desconocido.
sé de poetas que arrojaron piedra a la policía frente a la universidad de antioquia, escucharon rock con sus cabezas atestadas de hachis & ahora con sus cerebros resecos & programados con leyes dictan desde las oficinas de altos edificios podridas consignas de respeto al orden.
sé de poetas que se han escondido en cuartos oscuros & en tristes zaguanes para no enrolarse en el ejército & no disparar fusiles en guerras extrañas porque saben que todas las guerras son ajenas.
sé de `poetas que soñaron ir al monte cuando la revolución era un emblema & no la rota rosa de los vientos, la bandera desflecada con los miles de muertos que azotan campos & calles sin saber por qué la utopia quedó traicionada.
sé de poetas que se escondieron cuando las muertes bordearon las calles & los campos, & azarosos asesinos con uniforme verde olivo arriaron madres & acuchillaron personas & luego los almacenaron en fosas comunes & huyeron porque la poesía, según ellos, no puede tocar el reino de los asesinos.
sé de poetas que visitaron el cementerio de san pedro & merodearon silenciosos las tribulaciones mientras hacían el amor con una bella mujer de cabellos negros que abría sus piernas sobre tumbas desamparadas donde un celador los espiaba con la desazón suprema de que la muerte no merece un óbolo de bondad.
sé de poetas que han escuchado a los cuervos de poe en el cerro quitasol mientras persiguen en el frío de la noche al espíritu de la poesía por si aparece con un chaman de elástica cerviz & así entregarnos el sentido de la palabra & los ritos perdidos.
sé de poetas que alquilan & aniquilan la palabra para defender dictadorcillos tropicales & luego con guacamayas al hombro esquilman cofres ajenos & envilecen la poesía.

comando central del neonadaísmo
desde un amado monte de venus
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julio 2 del 2011 a los veintiún años de la aniquilación de la poesía en medellín